2007-12-18. ICCAS
Jaime Suchlicki, Profesor de Historia y Director de Estudios Cubanos y
Cubano-Americanos, Universidad de Miami
Testimonio ante
El Comité de Finanzas del Senado
de los Estados Unidos
Por
Jaime Suchlicki
Profesor de Historia
y
Director del Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos
Universidad de Miami
En Diciembre 11, 2007, Jaime Suchlicki, director del Instituto de
Estudios Cubanos y Cubano-Americanos de la Universidad de Miami, rechazó
en el Senado de Estados Unidos el intento de opositores de la política
de Estados Unidos hacia Cuba que afirman que el pueblo cubano se
beneficiaría económicamente si se eliminara el embargo comercial y la
prohibición de viajes a la isla.
Suchlicki dijo al Comité de Finanzas del Senado que se equivocan quienes
creen que con la eliminación del embargo y la prohibición de viajes a
Cuba, las empresas americanas podrán penetrar en la isla e influir en el
mercado cubano, y que eso empezaría a provocar el desmoronamiento del
sistema comunista y aceleraría la transición hacia una sociedad
democrática en Cuba.
"Estas creencias se fundan en varias suposiciones incorrectas", dijo
Suchlicki.
"La primera es que los hermanos Castro y el liderazgo cubano son
inocentes e inexpertos y, por lo tanto, permitirían que los turistas y
las inversiones de Estados Unidos subviertan la revolución e influyan en
el desarrollo interno de la isla."
"La segunda es que Cuba se abriría y permitiría inversiones de Estados
Unidos en todos los sectores de la economía en vez de escoger a las
compañías que sí podrían invertir."
"La tercera es que los hermanos Castro tienen tanto interés en las
relaciones estrechas con Estados Unidos, que están dispuestos a
arriesgar lo que han mantenido por 47 años: el control absoluto del
poder y un legado de oposición al "imperialismo yanqui" a cambio de
mejoras económicas para los cubanos".
Según el historiador Suchlicki, un cambio en la política de Estados
Unidos con Cuba "podría tener resultados diferentes e inesperados"
porque levantar el embargo y la prohibición de viajes a Cuba daría lugar
a lo siguiente:
• "Garantizaría la continuación de las actuales estructuras totalitarias.
• Fortalecería a las empresas estatales porque el caudal de dinero
fluiría a los negocios que son propiedad del gobierno cubano. La mayor
parte de los negocios los posee en Cuba el Estado y en todas las
inversiones extranjeras el gobierno cubano retiene una asociación
remunerativa.
• Conduciría a mayor represión y control, porque el liderazgo cubano
temería que la influencia de Estados Unidos subvierta a la revolución y
debilite el control del Partido Comunista sobre el pueblo cubano.
• Demoraría, en vez de acelerar, la transición hacia la democracia en la
isla.
• Permitiría que Castro pidiera préstamos a las organizaciones
internacionales. Esos préstamos se malgastarían en el ineficiente
sistema de Cuba y serían imposible de recobrar. No se debe al embargo
comercial que Cuba no haya podido pagar préstamos atrasados a otros
países, sino porque su sistema de economía sofoca la productividad y los
hermanos Castro siguen gastando en aventuras militares extranjeras y
apoyando un sistema de asistencia social que está en bancarrota".
• Perpetuaría el férreo control de la economía que los militares tienen
y fomentaría la continuación y desarrollo de pandillas "tipo Mafia" que
manejan y sacan provecho de importantes sectores de la economía, en
particular el turismo, la biotecnología y la agricultura.
• Negaría los preceptos básicos de la política de Estados Unidos en
América Latina establecidos en la era de los presidentes Ford y Carter.
Esos preceptos hacen hincapié en la democracia, los derechos humanos y
en las economías de mercado y además enviaría a las democracias
latinoamericanas el equivocado mensaje de que Estados Unidos está
dispuesto a mantener una dictadura militar en Cuba y aceptar que el
general Raúl Castro herede el poder de su hermano Fidel Castro.
• Enviaría a los enemigos de Estados Unidos el equivocado mensaje de que
un gobernante extranjero puede apropiarse sin pago alguno de propiedades
americanas; permitir el uso de su territorio para la implantación de
misiles nucleares apuntados contra Estados Unidos; apoyar al terrorismo
y las causas antiamericanas en el mundo entero, porque eventualmente
Estados Unidos "olvidará y perdonará" recompensándolo con turismo,
inversiones y ayuda económica".
Acerca del turismo dijo Suchlicki:
• "Si se permitiera que los turistas (americanos) visiten Cuba, el
gobierno de Castro imitaría la pasada práctica de la Unión Soviética y
los países de Europa del Este (que eran entonces sus satélites): el
turista tendría que obtener visas en la Sección de Intereses de Cuba en
Washington; su viaje sería controlado y canalizado hacia los centros
turísticos construidos en la isla lejos de los principales centros de
población y los turistas serían vigilados cuidadosamente para impedir
que la "propaganda subversiva" entre en la isla.
• Los dólares del turista se gastarían en productos como el ron, tabaco,
etc., producidos por negocios estatales y los turistas se alojarían en
hoteles que son propiedad parcial o total del gobierno cubano.
• El gobierno cubano escogería las cadenas hoteleras de Estados Unidos a
las cuales se permita invertir en empresas mixtas con el gobierno cubano.
• El impacto económico del turismo, aunque proporcionaría al gobierno de
Castro los dólares que mucho necesita, sería escaso. Los dólares
fluirían muy poco a manos de los pobres; las empresas estatales y
extranjeras serían las más beneficiadas y una gran proporción de los
dólares turísticos gastados en la isla sería enviada al exterior por las
entidades extranjeras que operaran hoteles y centros de diversión.
• Una gran corriente de turistas a Cuba tendría un efecto perturbador en
las economías de países menores del Caribe como Jamaica, República
Dominicana, Bahamas y Puerto Rico, así como en la Florida, cuyo
bienestar depende del turismo en gran medida. Hay que planear
cuidadosamente para no provocar miseria y problemas sociales en estos
lugares.
• Como el turismo sería un asunto bivalente, gran número de cubanos
visitarían Estados Unidos y es probable que muchos se queden como
inmigrantes ilegales, lo cual complicaría un espinoso problema de la
política nacional de Estados Unidos.
• Si honradamente creemos que el turismo puede llevar democracia a una
sociedad extranjera, también deberíamos alentar que los americanos
visiten Corea del Note e Irán para democratizar esos países".
Con respecto al comercio Suchlicki explico que:
• "No se permite en Cuba ningún comercio exterior que sea independiente
del Estado.
• Cuba exportaría a Estados Unidos la mayor parte de sus productos como
tabaco, ron, frutos cítricos, vegetales, níquel, pescado y mariscos,
biotecnología, etc., Pero todo eso lo producen empresas estatales
cubanas donde los obreros ganan salario mínimo y como Cuba tiene gran
necesidad de dólares, el gobierno cubano podría volcar sus productos en
el mercado americano a precios muy bajos y sin preocuparse por el costo
ni la racionalidad económica. Muchos de esos productos competirían en
forma desleal con productos agrícolas y manufacturados de Estados Unidos
o con productos importados del Caribe y otras partes.
•Los productos cubanos no son estratégicamente importantes para Estados
Unidos de América y mucho abundan en el mercado americano interno o en
otros que son socios comerciales tradicionales de Estados Unidos.
•Hay poca duda sobre la necesidad crónica de Cuba por la tecnología,
productos y servicios de Estados Unidos. Sin embargo, la necesidad por
sí sola no determina el tamaño o viabilidad de un mercado. La enorme
deuda extranjera de Cuba, que debe tanto a países occidentales como a
los que fueron comunistas, el terrible ejemplo de su economía en
quiebra, y el bajo precio de sus principales exportaciones, convierten
en peligroso espejismo la suposición de que es un "mercado muy próspero".
•Por tanto, desde el punto de vista de Estados Unidos, aumentar el
comercio con Cuba crearía graves distorsiones mercantiles en las ya
precarias economías del Caribe y Centroamérica. Proporcionaría a Estados
Unidos productos abundantes y de poco valor. Y aunque algunas firmas
americanas podrían beneficiarse con la reanudación del comercio, Cuba
carece del potencial para convertirse en un importante cliente como
China, Rusia o ni siquiera Vietnam.
Suchlicki abordó el impacto político negativo que a su juicio tendrían
los dos levantamientos de sanciones mencionados, en la política de
Estados Unidos en América Latina que hace hincapié en la democracia, los
derechos humanos y las economías de mercado y piensa que eso enviaría a
las democracias latinoamericanas el equivocado mensaje de que Estados
Unidos está dispuesto a mantener una dictadura militar en Cuba, aceptar
que el general Raúl Castro herede el poder de su hermano Fidel Castro y
que un tirano extranjero pueda apropiarse sin pago alguno de propiedades
americanas, usar su territorio para implantar misiles nucleares
apuntados contra Estados Unidos, apoyar al terrorismo y las causas
antiamericanas en el mundo entero... todo ello "porque eventualmente
Estados Unidos olvidará y perdonará al tirano recompensándolo con
turismo, inversiones y ayuda económica".
Suchlicki también abordó los temas del turismo y las inversiones
extranjeras en Cuba.
Acerca del turismo dijo que si Estados Unidos lo permitiera ... el
turista tendría que obtener visas en la Sección de Intereses de Cuba en
Washington; su viaje sería controlado y canalizado hacia los centros
turísticos construidos en la isla lejos de los principales centros de
población y los turistas serían vigilados cuidadosamente para impedir
que la "propaganda subversiva" entre en la isla, los dólares del
turista se gastarían en productos producidos por negocios estatales
comunistas y los turistas se alojarían en hoteles que son propiedad
parcial o total del gobierno cubano, el cual escogería las cadenas
hoteleras de Estados Unidos a las cuales permita invertir en empresas
mixtas con La Habana mientras el impacto económico del turismo, aunque
proporcionaría al gobierno de Castro los dólares que mucho necesita,
sería escaso porque esos dólares fluirían muy poco a manos de los
pobres; las empresas estatales y extranjeras serían las más beneficiadas
y una gran proporción del dinero sería enviada al exterior por las
entidades extranjeras que operaran hoteles y centros de diversión y todo
esto tendría un efecto perturbador en las economías de países menores
del Caribe como Jamaica, República Dominicana, Bahamas y Puerto Rico,
así como en la Florida, cuyo bienestar depende del turismo en gran medida".
Según Suchlicki, es necesario planear cuidadosamente para no provocar
miseria y problemas sociales regionales. Señaló que como el turismo
americano a Cuba sería un asunto bivalente para Estados Unidos, gran
número de cubanos visitarían el país y es probable que muchos se queden
como inmigrantes ilegales, complicando el problema de la inmigración
ilegal". Insistió en que ese turismo reduciría esa industria en otros
países de la Cuenca del Caribe como Puerto Rico, Jamaica y República
Dominicana.
Acerca de las inversiones Suchlicki recordó al Comité de Finanzas del
Senado americano que:
• Cuba promueve como asunto de alta prioridad las inversiones en turismo
y recientemente ha comenzado a promover inversiones en otros sectores.
• Estas inversiones dirigidas y aprobadas por el gobierno de Cuba
estarían limitadas, no obstante, por la falta de un mercado nacional
extenso, las incertidumbres y el riesgo a largo plazo que rodean a la
inversión extranjera, a la situación política tambaleante, y las mejores
oportunidades que proporcionan otros mercados en América Latina y en
otros lugares.
• La Constitución de Cuba todavía ilegaliza la posesión extranjera de la
mayoría de las propiedades y prohíbe a los cubanos participar en
empresas con extranjeros.
• Los empleadores extranjeros tienen que pagar directamente al gobierno
cubano en moneda dura, los salarios que pagan a sus empleados y entonces
el gobierno cubano paga a esos trabajadores en pesos cubanos, que valen
una fracción de la moneda dura.
• Todo arbitraje tiene que efectuarse en el ambiente corrupto y
arbitrario de las oficinas del gobierno o en los tribunales de justicia
que controla el gobierno y donde el inversionista recibe escasa protección.
• Además, los inversionistas extranjeros tienen que soportar
incertidumbres políticas que no existen en muchos otros países. Deben
encarar la posibilidad de que el gobierno cambie sus políticas, las
interrogantes relativas a propiedades confiscadas previamente, y la
posible imposición de sanciones a inversionistas extranjeros que
cooperaron con el gobierno de Castro, en el caso de que asuma
eventualmente el poder un gobierno anticastrista.
• La oposición del régimen a reformas del mercado limita el surgimiento
y extensión del sector privado, y por lo tanto en todo caso el
surgimiento será lento (por no decir impedido) en producir una medida
reconocible de recuperación económica. Los hermanos Castro temen la
probable erosión de su poder político que siempre acompaña a una
reestructuración de la economía que siga las regulaciones del mercado
libre. La adopción de reformas mercantiles muy bien pudiera ser la
solución de la crónica crisis económica, pero un proceso vigoroso de ese
tipo de reforma conlleva el riesgo de pérdida de control social y de la
economía y es una amenaza para algunos de los principales grupos
favorables al gobierno.
Suchlicki enfatizó al comité senatorial las siguientes cinco conclusiones:
1)- El embargo no es la causa de la miseria económica de Cuba. Lo que
asfixia a la economía cubana es un fracasado sistema económico similar
al que existió en Europa Oriental y la Unión Soviética, y la falta de
productividad e incentivos.
2)- El turismo americano no llevará democracia a Cuba. Durante la
pasada década cientos de miles de turistas latinoamericanos, canadienses
y europeos han visitado la isla, pero Cuba hoy no es democrática, sino
más totalitaria en todo caso porque el Estado y su maquinaria de control
se han fortalecido con el influjo de dólares turísticos.
3)- Reformas económicas limitadas entraron en vigor en Cuba a
principios de la década de 1990. Castro cesó las reformas en cuanto la
economía comenzó a estabilizarse en 1996, como resultado del turismo,
las inversiones extranjeras y los envíos de dinero de los exiliados cubanos.
4)- El embargo y la prohibición de viajes deben mantenerse como
instrumentos de negociación con un futuro gobierno en la isla. Si se
eliminan sin recibirse a cambio ninguna concesión significativa, Estados
Unidos se quedará sin ninguna influencia sobre los acontecimientos en Cuba.
5)- Deben mantenerse el embargo y la prohibición de los viajes hasta
que en Cuba haya un régimen dispuesto a otorgar concesiones
irreversibles en materia de derechos humanos, democratización y economía
de mercado. Dar a los hermanos Castro concesiones unilateralmente sin
que haya cambios reales en la isla es un obsequio que ellos no merecen
ni se han ganado.
Traducción de Ramón G. Cotta.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=13101
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