El Gobierno de Raúl Castro ha dicho que no puede gastar ni un dólar más
de lo que tenía programado en comprar combustible para generar electricidad
MAURICIO VICENT | La Habana 08/06/2009
Panaderías que no hacen pan en horarios pico para no encender los hornos
y ahorrar. Oficinas en las que los empresarios extranjeros sudan como
pollos de ocho a una porque no se puede encender el aire acondicionado.
Empresas que no producen mercancías por haber derrochado demasiado la
víspera. Restaurantes que no dan de comer por la misma causa... En Cuba,
lo del ahorro y los apagones va en serio.
Solo en La Habana, la semana pasada las autoridades cortaron el servicio
eléctrico a un centenar de empresas y entidades productivas. Hasta el
hotel Parque Central, administrado por la cadena hotelera NH y cargado
de turistas, está entre los "incumplidores" aunque fuentes de la
dirección aseguran que no se ha visto afectado el servicio a los huéspedes.
El restaurante Centro Vasco, en el barrio del Vedado, se vio abocado al
apagón programado. Y en el caso de la fábrica de yogurt Moralitos, la
medida no deja de ser chocante: el incumplimiento que se le achaca es no
apagar las neveras de siete a nueve de la noche, como marcan las nuevas
ordenanzas. La crisis en Cuba es tan severa que el plan de ahorro
energético es drástico.
El Gobierno ya ha dicho que no puede gastar ni un dólar más de lo que
tenía programado en comprar combustible para generar electricidad. En
los cuatro primero meses del año se gastaron 40.000 toneladas más de lo
previsto, y el "derroche" provocó una situación de emergencia. Tanto que
la advertencia fue: si el sector estatal no reduce en un 12% su consumo
eléctrico regresarán los apagones programados al sector residencial.
Según del director general de la Unión Eléctrica, Vicente de la O
Fernández, todavía no ha habido necesidad de "aplicar" el apagón a la
población "para buscar el ahorro". Pero las medidas en vigor contemplan
paralizar desde las seis de la tarde las entidades que no prestan
servicio público, limitan el uso de aires acondicionados a cinco horas
diarias (desde la una a las seis de la tarde) y ordenan apagar las
cámaras de refrigeración dos horas diarias (de siete a nueve de la noche).
También se reducen los servicios públicos de transporte, con disminución
de horarios, rutas y frecuencias, y se establecen cortes del servicio
electrico por 72 horas a aquellas entidades que no cumplan su plan de
ahorro o que no lo hayan elaborado todavía. En Holguín, donde el
sobreconsumo fue del 18,3 % en mayo, las autoridades cortaron la luz a
70 entidades "derrochadoras", mientras que en Camagüey (5% de gasto
extra) se adoptaron sanciones contra 50 centros.
Apagones y medidas drásticas en Cuba contra los derrochadores ·
ELPAÍS.com (8 June 2009)
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