lunes, 8 de junio de 2009

Los signos de la crisis que se avecina

Diario Las Americas
Publicado el 06-06-2009

Los signos de la crisis que se avecina

Por Pablo Alfonso

Acaba de caer el último de los gestores designados por Fidel Castro como
herederos de sus programas preferidos de gobierno: Francisco Soberón
Valdés renunció a su cargo de Ministro Presidente del Banco Central de Cuba.

Hace casi tres años, al dar cuenta pública de su enfermedad
inhabilitante, Castro repartió así su poder al frente de los programas
que lo mantenían ocupado por aquellos días:

"Los fondos correspondientes para estos tres programas, Salud, Educación
y Energético, deberán seguir siendo gestionados y priorizados, como he
venido haciéndolo personalmente, por los compañeros Carlos Lage Dávila,
Secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, Francisco
Soberón Valdés, Ministro Presidente del Banco Central de Cuba, y Felipe
Pérez Roque, Ministro de Relaciones Exteriores, quienes me acompañaron
en estas gestiones y deberán constituir una comisión para ese objetivo",
subrayó la llamada "Proclama", firmada por el Comandante en Jefe el 31
de julio de 2006.

Soberón renunció "por decisión propia", según la nota oficial divulgada
el jueves en la prensa oficial cubana. La renuncia incluyó, además, sus
responsabilidades como miembro del Consejo de Estado, del Comité Central
del Partido y Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular.

De todas esas responsabilidades fue "liberado" por el Consejo de Estado,
a petición de su Presidente Raúl Castro, previa consulta al Buró
Político del Partido Comunista de Cuba, precisó la información oficial.

Luego de 15 años de ejercer la jefatura del Banco Central y 48 años de
trabajo en el gobierno, Soberón decidió renunciar; con "la intención de
cumplir el viejo anhelo de dedicarse a escribir e investigar sobre
finanzas internacionales, poniendo sus resultados a disposición del
Partido y el Gobierno, al tiempo que ratificó su voluntad de continuar
colaborando en cualquier tarea que le encomienden Fidel y Raúl", explicó
el comunicado oficial.

Otro que se dedicará a "reflexionar". A mi me parece casi un obituario
ese tono sobrio y ceremonioso del comunicado.

Por lo pronto sabemos con certeza que el hombre que administraba las
finanzas y la política monetaria del país, se acoge a los beneficios
tempranos de la jubilación. Se retira en un mal momento para la economía
cubana, con los recursos financieros y crediticios exhaustos; casi a las
puertas de un renovado Período Especial.

Curioso que alguien que ha trabajado con tanta dedicación, lealtad y
honestidad como destaca el comunicado oficial, abandone tranquilamente
su importante posición y prive al país de su sabia experiencia en medio
de una profunda crisis económica. En fin, así son de insondables los
vericuetos del poder castrista.

Otro vericueto curioso y quizás también insondable es el incidente
ocurrido el jueves frente a la Sección de Intereses de Estados Unidos en
La Habana. Siete frustrados balseros, que habían quedado a la deriva,
recalaron en la costa del Malecón, justo ante la sede diplomática.
Movilización policíaca y calles bloqueadas mientras se realizaba "el
operativo" de búsqueda y captura.

Parece casi un símbolo. El fantasma del éxodo masivo incontrolable,
justo en momentos en que Cuba y Estados Unidos se aprestan a reiniciar
este mismo mes las conversaciones migratorias. Pero así son las
coincidencias.

Hablando de símbolos se suponía que el tema de Cuba en la XXXIX Asamblea
General de la OEA que concluyó esta semana fuera hoy un asunto de
comentario obligado. Preferí, como ven, centrar mi atención en asuntos
menos visibles. Algo menos tratado y maltratado por analistas, políticos
y la prensa en general.

A fin de cuentas la flamante resolución de la OEA sobre Cuba, con lo que
tiene de histórica en todas sus consecuencias, se puede resumir como un
acuerdo que sirvió de satisfacción a todas las partes sin contentar a nadie.

Es ese tipo de milagro que alcanza a veces la diplomacia y el
pragmatismo; dos estilos que casi nunca caminan de la mano con la
coherencia de los principios, pero que sirven para lo que sirven.

http://www.diariolasamericas.com/news.php?nid=79242

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