Cuba ante la peor crisis en casi dos décadas
Por JUAN O. TAMAYO
jtamayo@miamiherald.com
Fernando tenía un trabajo cómodo en La Habana. Era cajero en un banco
con aire acondicionado, una buena computadora y almuerzo gratis.
Pero eso se acabó.
En medio de la mayor crisis económica de la isla en casi dos décadas, el
banco desconectó el aire acondicionado y su computadora se descontrola
constantemente debido al calor, lo cual molesta extraordinariamente a
Fernando y sus clientes. El almuerzo, dice, "ahora es una merienda''.
La causa principal de la crisis es la recesión mundial, que ha reducido
la demanda y el precio de los pocos rubros de exportación de Cuba, como
el níquel, y cerrado fuentes de crédito a un gobierno ya abrumado por la
deuda. Si a eso se agregan los problemas internos del país, la reciente
afirmación del gobernante Raúl Castro de que los problemas son "un
asunto de seguridad nacional'' no parece ser una exageración.
Después que Raúl reemplazó a Fidel Castro, "la mayoría de los cubanos
esperaban algunas mejoras a mediano plazo. Pero ahora todos se preparan
para lo peor'', dijo una miamense que regresó recientemente de una
visita a la isla y pidió no ser identificada para proteger a su familia
allí.
Raúl ha adoptado medidas draconianas para que la economía pueda
sobrevivir la tormenta a corto plazo.
A fin de reducir el consumo de electricidad en 12 por ciento --Cuba
importa la mitad del petróleo que necesita-- el gobierno ha cerrado
numerosas fábricas y ha ordenado que los edificios estatales, cines y
otras instalaciones no usen aire acondicionado a pesar del calor del
verano. Los inspectores también han comenzado a multar con 23 CUC (peso
cubano convertible, equivalente a $1.24) a los ciudadanos que roban
electricidad mediante conexiones ilegales. Eso equivale a unas cinco
semanas de salario promedio en la isla.
"Los bancos se construyen para protegerlos de los ladrones, no para que
entre la brisa'', afirmó Fernando, quien pidió que no se publicara su
apellido por temor a represalias del gobierno. "Sin [aire acondicionado]
mi oficina se pasa dos paradas del infierno''.
Algunos hospitales también han comenzado a cerrar las salas de
emergencias dos horas diarias y ciertos tipos de cirugías se han
pospuesto hasta que el servicio eléctrico se normalice, dijo Elaine
Scheye, consultora de Chicago que ha estudiado el sistema de salud
pública cubano.
Un agrónomo en La Habana dijo a El Nuevo Herald que muchos proyectos
rurales han sido paralizados por falta de dinero para comprar gasolina.
Asimismo, otro cubano comentó que en el Ministerio de Agricultura no hay
aire acondicionado desde hace dos meses.
También se ha reducido la porción de muchos alimentos racionados --los
frijoles colorados y los chícharos, por ejemplo, de 30 a 20 onzas al mes
y la sal a la mitad, a unas cuatro onzas por mes-- mientras que el
abastecimiento de alimentos a las cafeterías de fábricas, oficinas y
escuelas también es menor, según anuncios oficiales.
Las operaciones policiales contra el mercado negro de alimentos
--aparentemente un intento de asegurar que más alimentos lleguen a las
instalaciones oficiales-- han hecho subir los precios, pero los estantes
de muchas tiendas están vacíos, afirman vecinos de La Habana.
Incluso las empresas extranjeras sufren de desabastecimiento porque el
gobierno está controlando estrictamente los retiros de sus cuentas. Raúl
reemplazó a todo su gabinete económico en marzo y hace una semana la
Asamblea Nacional creó la Contraloría General para combatir la
corrupción gubernamental.
Sin embargo, muchos analistas dentro y fuera de la isla afirman que las
medidas tomadas están muy lejos de lo que es necesario para solucionar
la crisis.
"[Son] mercurocromo y curitas para hacer frente a heridas profundas de
rápido desangramiento'', escribió el activista miamense Juan Antonio
Blanco en su blog, Cambio de Epoca. Incluso el diario oficial Granma
calificó la situación de "grave''.
Cuba ya enfrentaba grandes problemas durante el otoño del 2008, después
que cuatro ciclones dejaron daños por valor de $10,000 millones,
equivalente a un enorme 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB)
del 2007. Las importaciones en el 2008 aumentaron 41 por ciento, a
$14,200 millones, en comparación con el año anterior, mientras las
exportaciones se mantuvieron alreadedor de $3,700 millones, lo cual
significa que el ya sustancial déficit comercial se disparó 65 por ciento.
La importación de alimentos aumentó de $1,500 millones en el 2007 a
$2,200 millones el año pasado, mientras el gobierno trataba de
reemplazar las cosechas destruidas por los huracanes, según cifras
oficiales de La Habana.
Entonces la economía mundial se desplomó y secó los mercados de crédito.
Los préstamos comerciales extranjeros a Cuba bajaron en $1,000 millones
en el 2008, según el Banco de Pagos Internacionales, en Suiza, un golpe
demoledor a un gobierno que durante los últimos 10 años se ha endeudado
cada vez más para pagar importaciones y deudas anteriores, "financiación
por mora'', dijo un economista.
Auditores rusos reportaron el mes pasado que Cuba había incumplido tres
veces el pago de un préstamo de $355 millones firmado en el 2006. Y unas
80 empresas gubernamentales cubanas pospusieron pagos a acreedores
extranjeros este año, según Carmelo Mesa Lago, economista experto en
asuntos cubanos de la Universidad de Pittsburgh.
En momentos en que se espera que las remesas desde el extranjero y los
ingresos del turismo no aumenten este año, y el precio del níquel --el
principal rubro de exportación de la isla-- ha bajado al 25 por ciento
del nivel del 2008, las perspectivas para este año son pésimas. Durante
el último mes, el gobierno cubano redujo su pronóstico de crecimiento
del PIB de 6 a 2.5 por ciento, y posteriormente a 1.7 por ciento, aunque
algunos economistas cubanos pronostican en privado una baja a 0.5 por
ciento.
"El país nuevamente enfrenta una situación tan adversa'' como la de
principios de los años 90, reportó la Comisión Económica para América
Latina (CEPAL) este año. La economía cubana se contrajo 35 por ciento
después de la caída de la Unión Soviética y la consiguiente pérdida de
subsidios anuales por valor de entre $4,000 y $6,000 millones.
Desde que Raúl asumió oficialmente el poder a principios del 2008, ha
implementado numerosas reformas a largo plazo con la esperanza de
mejorar la productividad y reducir la centralización económica.
La iniciativa más ambiciosa de su gobierno ha entregado 1.7 millones de
acres de tierras ociosas a 82,000 cubanos con la esperanza de aumentar
la producción de alimentos y reducir las costosas importaciones. También
trasladó el control de la notoriamente ineficiente entidad que acopia y
distribuye los productos agrícolas del Ministerio de Agricultura al de
Comercio Interior.
El gobierno también ha aumentado algunos salarios como incentivo para
mejorar la producción, ha permitido a los cubanos tener más de un empleo
y a los retirados volver al mercado laboral. Castro pronosticó la semana
pasada reducciones en el gasto estatal en la salud pública y la
educación, al igual que en las importaciones.
La Habana también ha sugerido que está estudiando una mayor apertura a
los inversionistas extranjeros, así como abandonar completamente el
costoso sistema de racionamiento de alimentos. Ariel Terrero, destacado
economista cubano, incluso sugirió recientemente que el gobierno ponga
una mayor parte de la economía "en manos de los productores''; por
ejemplo, permitir que empleados de las tiendas oficiales de alimentos y
ropa manejen sus propios negocios.
Sin embargo, a pesar de las especulaciones iniciales de que Raúl, al que
algunos consideran un pragmático, implementaría un "sistema socialista
de mercado'' al estilo chino, sus reformas han sido relativamente moderadas.
Su hermano Fidel se mantiene fuertemente opuesto a cambios más profundos
tres años después de la última vez que se presentó en público, según los
analistas, y Raúl tiene que saber que abrir la economía cubana a las
fuerzas del mercado pudiera alimentar un aumento potencialmente
desestabilizador de las desigualdades sociales y económicas en la isla.
En un discurso ante la Asamblea Nacional el mes pasado, Raúl prescribió
una especie de "socialismo racional'' que preserve el sistema político a
la vez que reduce la burocracia, los subsidios y el derroche estatal, y
aumente la productividad y la eficiencia.
"Es un asunto de definir, con la mayor participación popular, la
sociedad socialista a la que aspiramos y podemos construir, dadas las
condiciones actuales y futuras de Cuba, el modelo económico que regirá
la vida de la nación en beneficio de nuestro pueblo'', afirmó.
Pero, para que nadie se llevara una impresión equivocada, añadió una
advertencia.
"A mí no me eligieron presidente para restaurar el capitalismo en Cuba
ni para entregar la revolución'', indicó. "Fui elegido para defender,
mantener y continuar perfeccionando el socialismo, no para destruirlo''.
Un reportero de The Miami Herald contribuyó desde La Habana. Tanto el
nombre del reportero como los de sus entrevistados se mantienen en el
anonimato debido a que el reportero no tiene la visa requerida por el
gobierno cubano para reportar desde la isla.
Cuba ante la peor crisis en casi dos décadas - Cuba - El Nuevo Herald (8
August 2009)
http://www.elnuevoherald.com/noticias/america_latina/cuba/v-fullstory/story/515344.html
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