sábado, 5 de septiembre de 2009

El floreciente negocio de las "mulas''

Posted on Saturday, 09.05.09
El embargo por dentro
El floreciente negocio de las "mulas''
By ALFONSO CHARDY y RUI FERREIRA
achardy@MiamiHerald.com

En las calles de La Habana hay vendedores que ofrecen gafas Lacoste,
zapatillas deportivas Adidas y muchos otros artículos de fabricación
extranjera, muchos adquiridos por visitantes de Miami, que los llevan en
su equipaje alegando que son regalos para sus familiares.

Las restricciones a los viajes y el envío de dinero y paquetes impuestas
por el presidente Bush en el 2004 han generado una ola de mulas,
personas que a cambio de dinero llevan efectivo y artículos a la isla
por encima del límite permitido.

Algunos de esos artículos terminan en el mercado negro en la capital y
otras ciudades de la isla.

Pero las mulas pudieran estar en camino de la desaparición.

Se espera que la decisión del gobierno del presidente Barack Obama de
aliviar las restricciones a los viajes y al envío de dinero y artículos
le reste fuerza a este fenómeno. Desde la semana pasada los exiliados
pueden enviar dinero y artículos a la isla cuando lo deseen, una
cantidad ilimitada de dinero a sus familiares y una amplia gama de
mercancías, como cámaras digitales y computadoras.

Pero por el momento el sector de las mulas está vivito y coleando.
Aunque los viajeros a Cuba con frecuencia alegan que su equipaje está
repleto de ropa, medicinas y alimentos para sus familiares, algunos
artículos terminan en un tolerado mercado negro de mercancías importadas.

Pedro, de 28 años y chofer de un mototaxi en el centro de La Habana,
dijo que en el mercado negro se puede comprar casi cualquier cosa.

Vestido con unas bermudas, zapatillas Adidas y gafas de sol Lacoste,
Pedro declinó dar su apellido, pero aceptó hablar de cómo adquirió esas
pertenencias.

Sobre las gafas, dijo que un amigo que regresó de Miami llevó 40 pares y
le vendió uno por $12, unos $50 menos del precio promedio en Estados Unidos.

"Finalmente logré que me dijera cuánto pagó por las gafas'', dijo Pedro.
"Dos dólares cada una. Eso es un negocio''.

Otro hombre, con gafas oscuras y un bastón blanco bajo el brazo, estaba
sentado en la acera de una calle del centro de La Habana frente a una
caja llena de hebillas de cinturón con diamantes de imitación y docenas
de gafas de marca.

Oldemar Fortuna, de 32 años, dijo que vende mercadería ilegal desde hace
14 años, lo que lo ha llevado periódicamente a prisión. Pero dijo que
vale la pena arriesgarse porque vende las gafas en $12, más del salario
mínimo mensual en la isla.

Fortuna no es ciego, pero dice que las gafas oscuras y el bastón blanco
lo ayudan a ganarse la buena voluntad de la policía cuando vienen a
llevárselo, le confiscan los artículos o le ordenan marcharse del lugar.

Fortuna y otros vendedores callejeros que venden artículos importados
ilegalmente dicen que se los compran a mulas como los dos hombres
entrevistados recientemente mientras esperaban abordar un vuelo con
destino a La Habana. Los dos dijeron que viajan a la isla una vez al mes
y llevan dinero y artículos personales para familiares y otros.

Acordaron que los entrevistaran si no los identificaban.

"Yo llevo cartas y mercancía'', dijo uno de los hombres, agregando que
los inspectores de la Aduana de Cuba se limitan a pesar los paquetes
grandes y los dejan pasar rápidamente al pagar los impuestos y otros cargos.

Los hombres dijeron que las mulas cobran a sus clientes en el sur de la
Florida comisiones o un porcentaje, en dependencia de la cantidad de
dinero o artículos que lleven.

Las mulas con frecuencia llevan dinero a nombre de empresas ilegales de
envío de dinero en el sur de la Florida que están dispuestas a mandar
más del recientemente eliminado límite de $300.

Varios estudios recientes sugieran que el envío de remesas a Cuba oscila
entre $389 millones y $1,000 millones, y eso fue antes de eliminarse las
restricciones.

Pero algunos expertos dicen que es posible que la cantidad de remesas
esté bajando debido a la crisis económica.

"La profunda recesión económica en Estados Unidos y todo el mundo, y el
alza del desempleo, pueden haber afectado significativamente la
capacidad de la comunidad de enviar dinero'', dijo José Azel,
investigador del Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la
Universidad de Miami.

Azel realizó recientemente para la Western Union un estudio de las
remesas a Cuba y concluyó que los refugiados cubanos que llegaron a
Estados Unidos después de 1990 envían más dinero que los que llegaron
antes de esa fecha.

Los inmigrantes que llegaron después de 1990 envían aproximadamente
$307.6 millones al año, la mayor parte de la cifra total de $389.9
millones anuales citada en el estudio.

Un reportero de The Miami Herald contribuyó a esta información desde La
Habana. No se identifica al reportero porque no tiene la visa que el
gobierno cubano le exige para escribir desde la isla. El gobierno cubano
niega rutinariamente las solicitudes de visa de The Miami Herald para
reportar desde allí.

El floreciente negocio de las "mulas'' - Cuba en español -
MiamiHerald.com (5 September 2009)
http://www.miamiherald.com/1321/v-fullstory/story/1219912.html

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