Publicado el jueves, 05.10.12
Policía política de Cuba y Alemania Oriental labraron acuerdo que
incluyó el de IKEA
Juan O. Tamayo
jtamayo@elnuevoherald.com
El polémico contrato para usar mano de obra penitenciaria cubana para
hacer muebles para IKEA fue parte de un acuerdo más amplio entre firmas
controladas por los servicios de seguridad de Cuba y Alemania Oriental,
que incluía además antigüedades, tabacos y armas cubanas, según un
investigador en Berlín.
Documentos sobre el acuerdo, encontrados en los archivos de la STASI, la
tristemente famosa agencia de seguridad de Alemania Oriental, hacen
referencia también a mano de obra penitenciaria cubana e indican que
Fidel Castro había aprobado en persona el acuerdo general, afirmó el
investigador Jorge Luis García.
García indicó el miércoles a El Nuevo Herald que publicó un artículo
sobre el acuerdo en el 2006 que mencionaba la manufactura de muebles
"para Suecia" y publicó una nota sobre el asunto en su blog,
STASI-MININT Connection, a principios del año pasado.
Pero el acuerdo estalló la semana pasada en escándalo luego de que un
periódico alemán reportó que una sucursal de IKEA en Berlín y una
compañía de Alemania Oriental habían hecho un contrato para usar mano de
obra penitenciaria cubana para hacer 45,000 mesas y 4,000 juegos de sofá
en 1987.
El Muro de Berlín fue derribado dos años después, y Alemania Oriental
—oficialmente la República Democrática Alemana— desapareció en 1990 al
fundirse con la República Federal de Alemania, llamada también Alemania
Occidental.
No está claro todavía hasta dónde se cumplió el acuerdo de 1987, afirmó
García, nacido en Cuba, quien fuera interrogado en las celdas
subterráneas de la STASI en Berlín Oriental en 1987. En la actualidad
sirve de guía en visitas dirigidas a las celdas e investiga los archivos
de la agencia.
Tampoco se sabe si reclusos cubanos fueron usados en la elaboración de
los otros productos mencionados en el acuerdo.
Un documento encontrado por él en los archivos muestra que las firmas de
Alemania Oriental involucradas en el acuerdo fueron Delta GmbH y
Comercio de Arte y Antigüedades, conocida como KuA, ambas controladas
por el Ministerio del Interior, encargado de la seguridad nacional. La
STASI, que vigilaba y reprimía a la disidencia interna, era una muy
temida sección del ministerio.
Pero las compañías eran oficialmente ramas de la agencia de comercio
exterior del gobierno, Kommerzielle Koordinierung. La agencia era
dirigida por el notorio negociante Alexander Schalck-Golodkowski,
funcionario de STASI que desertó en 1989.
El documento muestra que la agencia de La Habana en el acuerdo era
EMIAT, y la describió como propiedad del Ministerio del Interior de Cuba
(MININT). Lo mismo que su contraparte de Alemania Oriental, el MININT
está a cargo de la seguridad nacional y administra las cárceles de Cuba
así como la Dirección General de la Seguridad del Estado, la cual vigila
y reprime a la disidencia.
García amplió que el documento, escrito en alemán, muestra que tres
directivos de KuA y Delta visitaron Cuba y se encontraron con
funcionarios del MININT y EMIAT entre el 17 y el 26 de septiembre de
1987 para discutir una serie de acuerdos.
"Se realizaron visitas a los centros de producción. Parcialmente, estos
centros se encuentran en establecimientos penitenciarios del MININT",
indica el documento, según la traduccion de García. "EMIAT desea
aumentar el uso de estas instalaciones para la fabricación de productos
para la exportación".
El mismo documento reportó que el ministro de Comercio Exterior de Cuba,
Ricardo Cabrisas, se había reunido con los visitantes alemanes y les
dijo: "Esta cooperación ha sido autorizada por el compañero Fidel Castro".
García agregó que el documento reportó también que EMIAT "abastece las
casas de visita del gobierno y del Comité Central" del Partido Comunista
de Cuba. "Es además una rama comercial del MININT".
Un documento separado, en español, con fecha del 26 de septiembre de
1987, es un memorándum de entendimiento que enumera los acuerdos a que
llegaron los visitantes de Alemania Oriental y sus huéspedes cubanos,
pero no brinda todos los detalles de todos los acuerdos.
Otro documento señala que los acuerdos incluyen la producción de muebles
para IKEA con un valor total de 12 millones de marcos. Pero no menciona
específicamente la mano de obra penitenciaria.
Los documentos parecen indicar que Delta estaba representando a la
cadena sueca de muebles y artículos para el hogar en los negocios con Cuba.
También se mencionan en el memo acuerdos sobre productos textiles así
como 10,000 toneladas de jugo de toronja, valorado en 4.5 millones de
marcos, 200,000 botellas de ron y 200,000 tabacos, tres productos
altamente codiciados en Alemania Oriental por su imagen "tropical".
KuA ordenó además tres contenedores de "muebles antiguos", añadió el
memo. El gobierno de Castro confiscó decenas de miles de antigüedades,
pinturas y esculturas cuando familias adineradas huyeron al extranjero
en los primeros años de la revolución y tuvieron que dejar atrás sus
propiedades.
Los cubanos pidieron además ayuda a KuA para exportar al mundo no
comunista lo que el documento llamó Oldtimers: los autos y camiones
estadounidenses antiguos que se ven en las calles cubanas hasta el día
de hoy. "Hay 400 Oldtimers listos para exportar", precisó el documento.
También se mencionan en el memo ventas a Alemania Oriental de
crustáceos, café, metales preciosos y hasta ataúdes cubanos, explicó
García por teléfono desde Berlín. Facilitó además copias digitales de
algunos de los documentos.
Pero no había indicación alguna de cuales acuerdos fueron convertidos en
contratos legales, o cuáles fueron llevados a cabo finalmente. La
economía cubana se desplomó a finales de la década de 1980 cuando el
presidente soviético Mijail Gorbachov empezó a recortar los subsidios a
la isla.
Otros documentos publicados en Alemania la semana pasada mostraron que
el lote inicial de sofás de IKEA hechos en Cuba tuvieron problemas de
calidad, y que un grupo de funcionarios de Alemania Oriental tuvieron
que viajar a la isla para resolver el problema. No hubo indicación
alguna de qué sucedió.
El memorándum de entendimiento está firmado por tres representantes de
Delta y KuA así como el jefe de EMIAT, el teniente coronel Enrique
Sánchez, el primer secretario de la embajada cubana en Alemania Oriental
y el general Santiago Borges. García afirmó que otros documentos de la
STASI muestran que Borges dirigía la logística en el MININT.
García amplió que otro documento de los archivos de la STASI, que
informa sobre el viaje de los alemanes a Cuba, mostró que las
autoridades de La Habana estaban tan contentas que habían hecho al
presidente de KuA Axel Hilpert coronel honorario del MININT y mejoraron
a primera clase su viaje de vuelta.
A su regreso a Berlín Oriental, Hilpert también sirvió de mediador en la
venta de 2,200 pistolas Colt de fabricación estadounidense en los
almacenes cubanos —al parecer un remanente de la época previa a Castro—
a un negociante de armas de Los Angeles, según documentos citado por García.
Hilpert, veterano agente de STASI cuyo nombre de código era "Monika", se
hizo rico tras el colapso de Alemania Oriental, argumentando que había
hecho lucrativos contactos con empresarios occidentales durante sus años
en Kommerzielle Koordinierung.
Fue investigado en los años 90 en un caso relacionado con sellos de
correo cubanos falsificados, así como el mal manejo de ciertos fondos
durante los días finales de Alemania Oriental, y en estos momentos está
en la cárcel bajo investigación por otras acusaciones.
Pero sigue siendo el copropietario oficial del centro turístico de
cuatro estrellas Resort Schwielowsee, en la antigua Alemania Oriental,
que sirvió de sede a un encuentro de ministros de Finanzas del Grupo de
Ocho en el 2007.
Una habitación de una sola cama en la instalación turística, situada
junto a un lago cerca de Berlín, cuesta alrededor de $160 por noche.
Vea en elnuevoherald.com copias de los acuerdos.
http://www.elnuevoherald.com/2012/05/10/v-fullstory/1199120/policia-politica-de-cuba-y-alemania.html
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