martes, 6 de noviembre de 2012

Podrá la economía castrista ser competitiva y exportar?

¿Podrá la economía castrista ser competitiva y exportar?

[06-11-2012]

Elías Amor

Economista ULC



(www.miscelaneasdecuba.net).- Grandes expectativas tienen las

autoridades castristas con la celebración de la Feria Internacional de

La Habana en su trigésima edición. Uno de los escasos encuentros en los

que se intenta propiciar una apertura de la economía al exterior.



Quienes se han pasado más de medio siglo utilizando el argumento del

"embargo" y del "bloqueo" para justificar su inacción en materia

económica, ahora se descubren como entusiastas defensores del comercio

exterior, siguiendo así las enseñanzas de ese "catecismo" económico

llamado "Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la

Revolución". No deberían hacerse muchas ilusiones.



Históricamente, el régimen vivió ajeno a la competitividad internacional

gracias a las generosas subvenciones procedentes de la URSS que

permitían mantener estructuras de funcionamiento basadas en el modelo

estalinista de planificación central y ausencia de derechos de

propiedad, instaurado por la fuerza a comienzos de los años 60. Con el

derrumbe del muro de Berlín, aquel sueño de autarquía se perdió en la

memoria y la necesidad de obtener divisas a cualquier precio, propició

políticas que, en buena medida, iban dirigidas a superar el atraso de

medio siglo. La llegada de los petrodólares bolivarianos contribuyó a

dar un respiro a las autoridades del régimen castrista, que volvieron a

lo único que sabían hacer: denunciar el bloqueo y mantener el statu quo.

Desde la aprobación de los "Lineamientos", la búsqueda de la orientación

exportadora, se ha convertido en un asunto de prioridad nacional.



La nueva perspectiva de las autoridades del régimen castrista por

convertir a la economía en exportadora llega con retraso, pero al final,

llega.



Pero es bueno que recordemos que no se pasa, de la noche al día, de una

economía ineficiente, poco competitiva y dominada por monopolios

estatales, a otra de base exportadora y competitiva, capaz de generar

recursos en el exterior. No es fácil. Los países que han tenido éxito en

ello, como el antiguo socio ex comunista del régimen Vietnam, lo han

hecho después de profundas transformaciones estructurales, que han

supuesto quitarse el pesado lastre de la ideología marxista y abandonar

las esencias colectivistas e igualitaristas que dominan a la mayor parte

de las actividades de la economía castrista.



En Cuba, por desgracia, las autoridades no han movido ficha alguna en la

dirección adecuada para mejorar la competitividad de la economía. Cabe

preguntarse, qué sentido puede tener querer exportar cuando existen

graves carencias e insuficiencias en la atención de las demandas

internas. Mientras los cubanos se ven obligados a convivir con la

escasez, no tiene sentido pretender exportar lo que no se produce.

Además, quién puede exportar con estándares de calidad de mediados de

los años 70, ofreciendo bienes y servicios de demanda elástica, que en

cualquier caso vienen condicionados por el nivel y evolución de sus

precios a corto plazo.



Para exportar hay que dominar las técnicas de negociación competitivas,

el marketing, la logística comercial, disponer de infraestructuras de

transporte, adecuadas así como un expertise en la gestión portuaria y

aeroportuaria, conocimientos y competencias que escasean en la realidad

del régimen castrista. Por no tener, ni siquiera se han explorado

mercados alternativos de consumo. Obsesionados con el "embargo", han

descubierto, de pronto, que la globalización puede tener más ventajas

que inconvenientes, pero entonces, la duda es ¿qué puede exportar la

economía castrista al exterior?



Si, es posible que más de cien empresas cubanas se hayan dado cita en la

Feria. Incluso, más de 20 empresas vascas se han acreditado en el

certamen. Pero, los que conocen las reglas del comercio exterior, saben

que el objetivo no es la cantidad, sino la calidad. Mientras que en

Cuba, por ejemplo, no se reformen los mecanismos internos de pagos,

facilitando a las empresas extranjeras un ágil retorno de beneficios a

las casas matrices, por muchas que acudan a la Feria, el resultado no

mejorará.



Granma se hace eco de los principales resultados de la Feria.

Básicamente, el interés por el ron cubano. Nada nuevo. Los mercados

mundiales de este producto presentan un indudable atractivo, pero no

sólo de ron se construye un sector externo competitivo y potente. De

igual modo, se ha prestado por el diario oficial del régimen a los

acuerdos comerciales con México y Panamá. Una vez más el régimen regresa

a los "acuerdos de pajarera", más propios de instituciones ya

desaparecidas, como el CAME durante la guerra fría, ejemplo del

sometimiento de unos países al dominio soviético. La historia ha pasado,

pero no existe la menor duda que el "Acuerdo de Complementación

económica 51" con México, es un ejemplo de lo que estamos haciendo

referencia. Su recorrido, en tales condiciones, es limitado. Con Panamá,

otro tanto.



Cabe preguntarse qué queda de toda esta fanfarria. Me gustaría referirme

a unas palabras de la viceministra cubana de Comercio Exterior y la

Inversión Extranjera, Ileana Núñez, pronunciadas durante alguno de los

actos celebrados. Esta responsable del régimen dijo, y cito

textualmente, "que la Isla posee una economía abierta, regida bajo las

normas y principios internacionales y exteriorizando, además, que

mostramos amplias potencialidades para la inversión en sectores como el

turismo, la minería, la metalmecánica y el petróleo". ¿Ustedes qué

quieren que les diga? Saquen sus propias conclusiones.



http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=37594

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