Publicado el 03-22-2013
CUBA: Dueños de negocios aprenden capitalismo
Iván García
Especial para Diario Las Américas
LA HABANA.- En la misma cuadra donde Erasmo ha montado una cafetería con
estructuras metálicas pintadas de verde, hay tres cafeterías y dos
pizzerías que le hacen competencia. Justo frente a su negocio de comidas
y sándwiches, se acondiciona un amplio portal donde en breve abrirá una
cuarta cafetería, mejor preparada, con un televisor de plasma de
pantalla ancha, música y servicio a domicilio.
"Me robará clientes. Debo elevar la parada. Tengo planes de remodelación
y mejoras. Abrir 24 horas, menú más variado y abaratar los precios",
apuntó Erasmo. Después que en 2010, el gobierno del general Raúl Castro
flexibilizara y aumentara el espacio al trabajo por cuenta propia, miles
de tenderetes, cafés, paladares y vendedores de discos piratas de
música, filmes y videojuegos, pululan por toda la isla.
El régimen necesitaba reestructurar su aparato burocrático y productivo.
Se proyectó en tres fases, y de manera gradual, enviar al paro a un
millón y medio de trabajadores. El plan del gobierno se basaba en que
muchos desempleados se inscribieran como trabajadores particulares.
Según cifras oficiales, existen 387.275 trabajadores privados en Cuba.
Pero solo el 30 por ciento de ellos son personas que laboraban para el
Estado. Por lo general se trata de pequeñas empresas familiares,
apuntaladas por los dólares procedentes de la Florida y en su mayoría
dedicados a la gastronomía, hospedaje y estudios fotográficos para
fiestas de quince, bodas y cumpleaños.
Danilo, es dueño de una pizzería que labora las 24 horas. "Tengo seis
trabajadores, solo contrato amigos y parientes", afirmó Los dueños de
negocios florecientes han tenido que aprender estrategias de capitalismo
sobre la marcha. También han debido acostumbrarse a las complicadas
normas impositivas del Estado y a pagar un ramillete de gravámenes en
caso de tener empleados a su cargo.
"Tenemos que pagar impuestos por cada trabajador que empleamos. Y éstos
deben pagar cuotas al sindicato. Cuando hay actos políticos o desfiles
como el 1ro. de mayo, vienen inspectores estatales para persuadirnos de
que participemos", acotó Luis, quien alquila habitaciones por 25 CUC
(moneda convertible) diarios a turistas extranjeros.
Es difícil prosperar y acumular dinero con las regulaciones tributarias
cubanas. En la isla, el gobierno no ve con buenos ojos a las personas
acaudaladas. Es casi un delito generar riquezas. Han creado una serie de
políticas de contrapesos para que los dueños de negocios no acumulen
grandes sumas de dinero.
Eso obliga a algunos particulares a mentir sobre datos y esconder
ganancias. Además, al no existir un mercado mayorista, a los dueños de
negocios gastronómicos que adquieren alimentos a costos elevados, les
resulta muy complicado rebajar el precio de sus productos. De cualquier
manera, tipos emprendedores como Julio, elaborador de dulces, se las
arreglan y ganan dinero.
"En el socialismo uno se acostumbra a trabajar poco y mal, pues el
salario es ridículo. Con lo que ganas nunca tendrás una mejor calidad de
vida. Cuando te decides a montar un pequeño negocio particular, debes
aprender algunas lecciones primarias de capitalismo. Yo, por ejemplo,
hice un estudio rudimentario de mercado antes de abrir mi dulcería.
Aprendí que el buen acondicionamiento del local atrae clientes. Y que
tener un cartel bien diseñado puede ser un gancho. Pago diez pesos
convertibles al mes para que mi dulcería se anuncie en la guía
telefónica", señaló el dulcero habanero.
La incipiente propaganda 'capitalista' ha provocado una ola de
rotulistas y diseñadores en el mercado informal dedicados a ofrecer sus
servicios a trabajadores privados. Carlos es uno de ellos. "Lo mío son
diseños originales de menús gastronómicos, carteles lumínicos y
publicidad en internet. Me va tan bien, que dejé mi trabajo en una
oficina estatal".
La escasez suele propiciar la creatividad. Ingenieros en
telecomunicaciones se han especializado en reparar y programar teléfonos
inteligentes para que puedan ser usados en Cuba. O ingenieros mecánicos
que mantienen rodando viejos autos estadounidenses. Si alguna empresa de
Detroit llegara a conocer a Roberto, es muy posible que lo contrate.
Lleva 25 años diseñando cambios en las estructuras de automóviles que
parecían listos para el desguace.
Muchos de los 'almendrones' que circulan por las avenidas y carreteras
cubanas son auténticos "Frankenstein" mecánicos. "Ahora mismo trabajo en
un Chevrolet del 54 al que voy adaptarle el motor de un Hyundai
sudcoreano de diésel, una caja de velocidad alemana y una barra de
transmisión china. Además, debo reformar su estructura y recortar la
carrocería", contó Roberto.
Precisamente el negocio de transporte es uno de los más boyantes.
Eduardo es dueño de 3 autos y 2 jeeps que dedica al alquiler. Diez
choferes trabajan para él en dos turnos de 10 horas. Cada conductor le
paga 600 pesos diarios si manejan un auto de 5 plazas. La cifra sube a
1.000 pesos si conduce un reformado jeep Willy de los años 50.
"Las cosas funcionan bien. Diariamente me entran casi 9.000 pesos. De
ahí compro petróleo, piezas de repuesto y le pago a un par de mecánicos
para que tengan mi flota en óptimas condiciones técnicas. Incluso,
pienso tener listo un taller móvil para roturas imprevistas", expresó
Eduardo mientras bebe cerveza Cristal.
La incertidumbre de casi todos los dueños de negocios privados es que el
gobierno pueda cambiar de estrategias en el futuro. Pedro ha sufrido en
carne propia las oscilaciones políticas de los hermanos Castro.
"Estuve preso tres años en la década del 80 cuando me dedicaba a
confeccionar artesanías. En 1996 me aplicaron la ley contra 'los
macetas' (ricos) por enriquecimiento ilícito, cuando trabajaba en el
almacén de un mercado agropecuario particular. Estuve año y medio en el
'tanque' (cárcel). Ahora veo con recelo 'el cordel' (facilidades) que le
están dando a los trabajadores privados", apuntó Pedro.
Otros, como Erasmo creen que estos cambios llegaron para quedarse. El
propio general Castro así lo ha expresado en sus discursos. Pero en un
país como Cuba, donde acumular dinero es fiscalizado con lupa, siempre
deja interrogantes abiertas. Mientras, los dueños de negocios familiares
aprenden lecciones de capitalismo a la carrera.
"A la vuelta de unos años, cuando oficialmente se instauren leyes de
mercado, nosotros ya tendremos suficiente experiencia. Si en el
comunismo cuesta décadas aprender a convivir con el colectivismo, las
reglas de juego del capitalismo se aprenden en 10 minutos", señaló Erasmo.
Por ahora, el gobierno les está dando espacio de maniobra.
http://www.diariolasamericas.com/noticia/154367/cuba-duenos-de-negocios-aprenden-capitalismo
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