jueves, 20 de junio de 2013

Por qué Cuba no cambia?

¿Por qué Cuba no cambia?

Con la doble moneda, por ejemplo, distorsionan la contabilidad fiscal,

los costos de producción y sobre todo, como afirma Carmelo Mesa-Lago,

"expanden las desigualdades en el ingreso".

Jorge Riopedre/ Especial para martinoticias.com

junio 19, 2013



¿Por qué Cuba no cambia? Se trata de una pregunta andariega empeñada en

visitar a cualquier interesado en los acontecimientos de la isla.

Despierta el interés general por el evidente misterio que suscita ante

la imposibilidad de persuadirla a revelar el código o la contraseña de

acceso a su respuesta. Yo por supuesto no he descifrado su secreto pero

quisiera proponer una vieja estrategia recomendada por el antropólogo

Robert Redfield: el estudio de una comunidad tanto desde el punto de

vista estructural como global debe dirigirse hacia la comprensión de

aquélla "en su conjunto, como un todo".



Sin embargo, la visión de los más influyentes sectores dentro y fuera de

Cuba parece ser monotemática (reforma económica) cuando se tiene por

axiomático que los regímenes absolutistas o totalitarios no suelen caer

o disolverse por la escasez de bienes de consumo.



Menos aún por un arrebato reformista que pueda conducir al suicidio

político de la cúpula gobernante, la represalia de sus familiares y la

pérdida de una fortuna amasada a expensas del erario público. La

economía de un país, cualquier país, es la resultante de sus

instituciones y éstas, a su vez, de los valores, costumbres y

comportamiento de los ciudadanos que las conforman. Ciudadanos que en el

caso de Cuba se ven obligados a delinquir porque siendo el Estado dueño

indiscutible de vidas y haciendas hay que sustraer de su emporio todo

género de cosas para sobrevivir. No hay duda de que la economía es

importante, pero constituye sólo un componente del tejido socio-cultural

de la nación, necesitado de cambios estructurales, no simulacros de

reformas superficiales e incompletas.



¿Por qué Cuba no cambia? Porque cualquier intento de transformación real

tropieza con el insalvable obstáculo del artículo 5º de la Constitución

cubana, el cual establece que "El Partido Comunista de Cuba es la fuerza

dirigente superior de la sociedad y del Estado". Las afiladas garras de

esta norma suprema se encuentran en figuras como la Ley de Peligrosidad

Predelictiva dispuesto en el artículo 72 del Código Penal cubano, medida

aplicable a cualquier persona que la policía considere "proclive" a

cometer un delito contra las normas de la moral socialista". Sin

embargo, cuando el castigo policial es insuficiente porque se hace

indispensable una sanción mayor a un opositor, por ejemplo, Oswaldo

Payá; o bien un aliado del régimen como el general Arnaldo Ochoa o un

socio comercial como el chileno Max Marambio, entonces entra en

funciones el gobernante de turno, que ejerce simultáneamente los poderes

ejecutivo, legislativo y judicial. Su fallo está garantizado por las

fuerzas armadas y los cuerpos represivos de la seguridad del Estado cubano.



En este entramado jurídico-militar reside la clave dialéctica de un país

presuntamente al borde del abismo pero con una jerarquía boyante que

parece estar muy distante del precipicio. Algún malpensado podría

insinuar que la voz de alarma era en realidad un argumento necesario y

suficiente para eliminar miles de empleos estatales, no con el fin de

liberar las fuerzas productivas, sino evitar que éstas se desborden. Las

mismas quedan limitadas a barberos, payasos, paladares y algún que otro

dueño de camión, taxi y otras actividades a las que sólo tiene acceso

gente de confianza, no disidentes y opositores.



No hay liberación posible cuando el Estado es dueño absoluto de las

fuentes de producción y control social que en algunos sectores

académicos se conoce ahora como "democracia controlada", la cual en el

caso de Cuba parece descansar en una economía paralela como la utilizada

por Fidel Castro con sus notorias "reservas del comandante". Nadie debe

llamarse a engaño: la cúpula gobernante cubana debe tener reservas

significativas de petróleo y de divisas. Por consiguiente, las reformas

económicas solamente van a llegar hasta donde ellos quieran; los

especialistas no acaban de entender que para un régimen como el de Cuba

la economía es un componente marginal.



Con la doble moneda, por ejemplo, distorsionan la contabilidad fiscal,

los costos de producción y sobre todo, como afirma Carmelo Mesa-Lago,

"expanden las desigualdades en el ingreso". En realidad no parece

importarles. Enmascaran el fraude y la estafa: hay acusaciones formales

en un tribunal de Miami sobre tráfico de drogas; otros dan testimonio

del tráfico de diamantes y marfil africano; y que decir de las sospechas

de que el oro venezolano fue trasladado a Cuba ante de la muerte de Hugo

Chávez, algo de lo cual hay precedente en la Guerra Civil Española.



¿Por qué Cuba no cambia? Si no le parece suficiente todo lo anterior

convendría agregar que la constitución del Estado cubano le hace dueño

absoluto de los medios de producción, es decir, ningún ciudadano

independiente al Partido Comunista de Cuba puede hacer fortuna con las

industrias del azúcar, tabaco, ron, pesca, níquel, transporte aéreo,

terrestre y marítimo, turismo, construcción, energía, etc. ¿Y qué decir

del crucial sector agropecuario? Una isla llena de marabú por la

desidia estatal, ahora propone tierras en usufructo de las que el

beneficiado no puede llegar a ser el dueño ni fabricar una vivienda en

ellas.



¿Por qué Cuba no cambia? Como en otros regímenes absolutistas el jefe de

gobierno tiene que hacerse de la vista gorda ante la corrupción de sus

más allegados porque su poder descansa en la lealtad de funcionarios

claves. A través de los siglos siempre ha sido así. Hace años que en la

isla se hizo la denominada "piñata", la repartición de centro de

producción estratégicos. Los que recogieron estos caramelos serán los

magnates del mañana. Los millones de cubanos que se reunieron en Cuba

para discutir los lineamientos de las reformas del Partido Comunista

perdieron el tiempo.



Source: "¿Por qué Cuba no cambia?" -

http://www.martinoticias.com/content/cuba-riopedre-cambio-moneda-cuc/23610.html

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