martes, 2 de julio de 2013

En Cuba no hay cambios democráticos ni apertura

"En Cuba no hay cambios democráticos ni apertura"

Hilda Molina, que rompió con el gobierno cubano y vive en Argentina,

afirma que el castrismo busca perpetuarse y conducir a la isla por el

camino chino.

30/06/2013 00:01 , por Pedro Luque



Hace cuatro años, el domingo 14 de junio de 2009, la médica cubana Hilda

Molina pisaba finalmente suelo argentino, 15 años después de romper con

el régimen castrista y luego de protagonizar una interminable cruzada

para conseguir el permiso de salida de la isla.

"¿Hace cuatro años ya?", se muestra sorprendida esta científica que, con

70 años, mantiene una vitalidad que le permite dar una larga charla en

la Bolsa de Comercio de Córdoba, autografiar al público su libro Mi

verdad , ser distinguida como ciudadana ilustre y atender con amabilidad

a la prensa antes de regresar a Buenos Aires. "Anoche casi no dormí

preparando la charla", admite.

Durante su fugaz paso por Córdoba hace unos días, Hilda Molina dialogó

con La Voz del Interior y confesó que su naturaleza, que no le permite

mantenerse callada, la llevó primero a unirse a Castro y después la

convirtió en enemiga de Fidel. Aclaró además que sólo está "de tránsito

por Argentina" y que le costaba mucho sonreír durante los primeros meses

que pasó en nuestro país.

–¿Cómo fueron estos cuatro años en Argentina?

–En familia, cuidando a mi madre, que está muy enferma, y haciendo lo

que puedo para difundir mi mensaje. Si me preguntan qué es lo que más me

gusta de Argentina les digo que no conozco nada, sólo al pueblo, que es

un encanto...

–Pero también ha pasado momentos difíciles o incómodos…

–Al principio, cuando los eventos eran muy públicos, hubo mítines de

repudio, ustedes le dicen escraches, organizados por la embajada cubana.

A mí no me preocupan, pero me moví hacia un lugar distinto para poder

trasmitir mi mensaje: acordamos eventos privados porque algunos no van a

discutir, van a gritar, a vociferar para que yo no pueda hablar.

–Mucho se especuló sobre las razones de su salida de Cuba. ¿Cuál fue la

verdadera razón?

–Fidel Castro no estuvo de acuerdo con que yo no aceptara lo que ellos

habían dispuesto, es decir, que el Centro Internacional de Restauración

Neurológica fuera para extranjeros. Yo no tenía ningún secreto de Estado

ni nada, soy una científica. Fue una rabieta de dictador psicópata, nada

más.

–¿Todo eso lo cuenta en su libro?

–Sí, todo eso y mucho más.

–¿Habla de la intermediación del Gobierno argentino para su salida de la

isla?

–Sí, el gobierno argentino intercedió mucho, como así también España,

Canadá, Italia, muchos científicos y políticos del mundo, la Iglesia. En

Argentina, como gobierno, primero intercedió (Néstor) Kirchner y después

Cristina (Fernández). Por eso yo les agradezco. Cuando me reuní con

ella, que me invitó, recién llegada, le agradecí y le dije: no sé nada

de su política, pero le agradezco como madre, como mujer y como

estadista lo que usted hizo por mi familia.

–¿Y después de eso?

–Nada. No tengo ningún nexo con la política argentina. En mi caso no

hubo enfoque partidista, porque la familia va más allá de ideologías y

partidos.

Informantes infiltrados

–No sigue la política local, ¿pero la cubana?

–De la realidad cubana estoy más que al tanto, porque dentro del

gobierno cubano hay una resistencia de personas buenas que nunca

hicieron daño y que no están de acuerdo con lo que está pasando y con

los que yo tengo contacto. Nadie sabe que tienen ese pensamiento porque

ya estarían fusilados. ¡Que averigüen quiénes son, que no van a poder!

¡Ellos son misteriosos, pero yo también estuve 50 años dentro de ellos!

Estoy actualizada y puedo asegurar que este gobierno no está haciendo

cambios democráticos ni aperturas económicas. Son reajustes de sus

estrategias para lograr perpetuarse en el poder en la persona de sus

sucesores y fortalecer las inmensas fortunas que ya tienen en sus

negocios con los capitalistas. Pero en Cuba no hay cambios realmente.

–¿Cuál sería entonces el objetivo del gobierno?

–Raúl Castro tiene la idea de llevar a Cuba por el camino chino:

capitalismo salvaje de Estado y violación de derechos humanos y

libertades. El pueblo tiene una economía un poco mejor porque hay mucha

inversión extranjera, por los capitalistas del mundo que piensan con el

bolsillo y no les importa asociarse a represores. Pero eso no es lo que

los cubanos queremos. Temo que en mi país pase lo mismo que en China.

–¿Y por qué cree que estas medidas del gobierno se dan ahora?

–Fidel Castro sigue gobernando en Cuba y no está muy de acuerdo con que

se cambie nada. Pero Raúl (Castro) sabe que sin apoyo económico del

capitalismo no va a sostenerse. Él tiene más los pies en la tierra. Pero

el líder sigue siendo Fidel, así con 87 años y convaleciente de una

enfermedad, es él. No te lo digo porque me parece, te lo digo porque me

consta.

–¿Qué debería cambiar en Cuba para su regreso?

–No hace falta que cambie nada para que vuelva. Lo que pasa es que estoy

atendiendo a mi madre, no la puedo abandonar. Quiero volver a mi patria,

quisiera ayudar a que cambie.

–¿Por qué Cuba lucharía?

–Lucharía por una Cuba democrática, normal, donde se respeten libertades

y derechos, que no sea una Cuba para extranjeros. Una Cuba con un

gobierno decente, medianamente normal y con vocación de servicio. Nada más.

¿Qué opina de...

El Socialismo del Siglo 21. "Castrismo, absolutamente. A veces oigo que

la gente culpa a (Hugo) Chávez, pero no, todo esto es castrismo, el

Estado mayor está en Cuba y Fidel lo dirige todo. Tú oyes a Fidel, leías

sus discursos, te leías todos los clásicos y decías 'qué maravilla',

pero cuando vas a la práctica no ha pasado nada. La teoría sin práctica

es una mentira. Cuando pregonas algo y no lo cumples estás mintiendo.

Socialismo del Sigo 21 es castrismo y el patriarca indiscutible de la

subversión latinoamericana es Fidel Castro".

Yoani Sánchez. "La información que brinda por un medio tan visible para

el mundo abrió una ventana para Cuba. Pero en la isla hay muchos

disidentes que no son conocidos, pero que es gente heroica, que estuvo

presa. Gustavo Arcos Bergnes, por ejemplo, murió sin asistencia médica y

sin recibir el reconocimiento que merecía. Es admirable la labor de

Yoani, pero se debe reconocer la labor de otra gente más anónima, como

Gustavo, con quien la humanidad tiene una deuda".



Source: ""En Cuba no hay cambios democráticos ni apertura" | La Voz del

Interior" -

http://www.lavoz.com.ar/noticias/mundo/cuba-no-hay-cambios-democraticos-ni-apertura

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