miércoles, 4 de septiembre de 2013

Entierro con aplausos

Entierro con aplausos

MIÉRCOLES, 04 DE SEPTIEMBRE DE 2013 00:47

ESCRITO POR ROGELIO FABIO HURTADO



Cuba actualidad, Marianao, La Habana, (PD) Donde quiera que esté el

compañero Humberto Pérez, aquel ministro de Economía que intentó ponerle

el cascabel al caballo antes de ser echado del establo, tiene que

sentirse muy satisfecho: los actuales funcionarios a cargo de ejecutar

las órdenes superiores están enterrando al tosco totalitarismo artesanal

de antaño sin dejar de aplaudirlo.



Coincidí en días pasados con un amigo albañil y lo noté cambiado; la

cara de resignación a la miseria había desaparecido, ahora los ojos le

brillaban y sus palabras y gestos portaban un brío de estreno. Ahora era

socio de una cooperativa y el monto de sus ingresos ya abultaba en su

bolsillo. Podía hacer compras sin necesidad de ninguna autorización. Ya

no era un siervo del burócrata. Me alegré y se lo dije.



Muchos años atrás, yo mismo había experimentado una sensación semejante,

cuando fui echado de la categoría administrativa por negarme a

participar en un aberrante acto de repudio y empecé a ganarme la vida

vendiendo flores por la calle.



La diferencia es que yo lo hacía al margen, jugándole cabeza a

inspectores y policía, mientras ahora él cuenta con el visto bueno de

todos "los factores".



Entonces, se me presentaron dos preguntas: ¿Por qué las autoridades

tardaron tanto en abrir estos portones y hasta dónde permitirá la

microeconomía nacional, al parecer siempre misérrima, estos bolsones de

prosperidad?



La primera tentativa de respuesta, desde mi limitado horizonte de

francotirador, sería que las autoridades miran mucho más a la

estabilidad de sus intereses políticos que a propiciar la contentura

parcial de una parte de la población. Sabido es que el igualitarismo fue

su prioridad, medido siempre por lo mínimo, porque lo máximo solo ha

sido atributo de muy pocos. Así, mientras la gente ha soportado casi sin

chistar, la prensa sumisa ha vitoreado "la capacidad de resistencia",

sin iluminar la desmesurada miseria que han echado encima del "pueblo

trabajador".



Han brillado por su ausencia los intelectuales dispuestos a denunciar de

inmediato las graves consecuencias que esa doble política impondría

sobre la población.



Ahora, que se desbordan los pésimos resultados, procuran los voceros

telegénicos recibir con sonrisas de novedad algo que está muy lejos de

ser nuevo: el mercado.



¿Podrán sobrevivir, dentro de la asfixia habitual de la economía

estatal, estos pequeños globos de prosperidad?



Responder tajantemente esta cuestión demanda un conocimiento de

precisiones que no está a mi alcance. Sabemos que la fórmula del trabajo

esclavo, favorita de los colonizadores gallegos, fracasó, porque la

dinámica económica moderna exige que la población cuente con un ingreso

que le permita consumir voluntariamente. Es por esa bolsa que entran en

competencia los productores, quienes deben satisfacer patrones de

calidad al costo más bajo posible, para presentarse al mercado con una

oferta que reúna calidad y precio.



Estas complejidades hasta no hace mucho no existían para los señores de

la economía planificada: yo te oferto lo que me da la gana y tú tienes

que comprármelo porque "no hay más ná".



Ahora, habría que empezar por calcular la cifra de dinero real de la que

dispone la población. Imagino que la cuadrilla del coronel Murillo la

puede manejar mejor que yo, sobre todo a partir del control de las remesas.



El mercado tiene de bueno que es mucho más real: lo que fructifica,

permanece y lo que no, quiebra. Su introducción a pequeña escala, les

permite monitorear hasta donde pueden expoliarlos a favor del

mantenimiento de su burocracia hegemónica, aspecto del todo esencial

para ellos. Este pulso de los impuestos están aplicándolo. Me parece,

como neófito, que los problemas se presentarán a medida que el éxito

parcial de esas reformas demande cada vez más espacio vital dentro de la

economía, hasta llegar a colisionar con la hasta ahora sacrosanta esfera

estatal, sector para el cual no se vislumbran expectativas de progreso,

defendido artificialmente por su control político sobre el Estado



¿Qué le espera a mi amigo albañil asociado? Por supuesto, todo no será

color de rosa...



Para Cuba actualidad: rhur46@yahoo.com



Source: "Entierro con aplausos | Cuba noticias actualidad.Periodismo

independiente." -

http://www.primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/sociedad/8517-entierro-con-aplausos.html

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