Régimen comunista quiere administrar un tractor de 1948
Martes, Septiembre 3, 2013 | Por Alberto Méndez Castelló
PUERTO PADRE, Cuba, agosto 30._ "Ustedes lo que dan es vergüenza", dijo
mi padre al inspector Wilfredo Aguilera del Toro, alías El Indio, cuando
el pasado 4 de abril, enviado por la delegación municipal de la
agricultura, vino a cumplir con la cuota de acoso; la correspondiente a
ese mes, ejercida por el régimen como represalia por lo que escribo.
Como decía, esa vez utilizaban a mi viejo para acosarme. La amenaza
todavía pende sobre nosotros. Mediante Acta de Advertencia, hacían
conocer a mi anciano padre, de 87 años, "que tiene tres meses para poner
el tractor en perfecto estado".
¿¡En Cuba poner un tractor Ford de 1948 en "perfecto estado técnico" sin
incurrir en delito de receptación…!?
Sólo un ejemplo: ¿Dónde comprar neumáticos traseros 12,4/11-28 y
delanteros 6.50/16?
A precios prohibitivos, en divisas, a unos 120 CUC cada uno, quizás los
delanteros pudieran adquirirse en los comercios estatales o de manos de
un particular honrado.
Pero… ¿y los traseros? Sólo muy escasos equipos estatales usan
neumáticos con esas dimensiones. Raros son hoy en Cuba los tractores
Ford o Fergusson con sus ruedas originales; como muchos de los vehículos
de antes de 1959, la mayoría de esos tractores van con neumáticos
sustraídos, desde a carretas para el transporte de cañas hasta a las
máquinas de regadío.
En Cuba, como admitiera el mismísimo general Raúl Castro, el robo al
Estado es práctica diaria y nadie, ni fiscales ni policías, prestan
atención. Por otra parte, si en Cuba fueran a ejercer acción penal
contra los receptadores de neumáticos robados, sencillamente paralizaban
todo: labores agrícolas y el transporte de pasajeros en la Isla. Pero
otra cosa sucede cuando el receptador es considerado un opositor
político, a quienes con el menor pretexto, el régimen procura enviarlos
a la cárcel o segregarlos hasta de las actividades menos imaginables de
la sociedad. Pensando en esto, pregunté al viejo:
-¿Por qué dices que esta gente lo que dan es vergüenza?
Me miró durante unos segundos, con esa mirada que él sólo tiene, en la
que observé reflejada toda mi vida, antes de decir:
-¡Cómo no van a dar vergüenza, chico! Esta gente primero destruyó todo
lo que los cubanos y los americanos construimos en este país y como si
les pareciera poco, también acabaron con todo lo que los rusos les
regalaron, y ahora, dándoselas de buenos administradores, vienen a
exigirnos por lo que ellos mismos destruyeron. ¿Dónde, dónde se pueden
comprar piezas de repuesto y cómo conseguir crédito para recomponer todo
lo que esta gente desbarató?
Desde que tuve uso de razón, veía a mi padre de un lado a otro en su
Jeep Willys, entre campos y potreros, vacadas y tractores,
conduciéndolos él mismo cuando era preciso.
Mi padre poseía tierras propias, pero viendo en él cualidades de
organizador y una capacidad de trabajo inagotable para hacer las más
dispares cosas al mismo tiempo, alguien que, poseyendo dos vastas y muy
prósperas colonias cañeras no contaba con un hombre como él, lo "robó" a
mi abuelo.
De tal suerte, muy joven, mi padre se convirtió en el brazo derecho del
viejo Manuel Vázquez-Aldana de la Torriente, alguien que a partir de un
simple negocio de jardinería, había levantado un emporio cañero.
Revolviendo entre sus cosas, Papá sacó un manojo de papeles amarillentos
y, dándome una de aquellas hojas preguntó:
-¿Tú crees que esto es posible hacerlo hoy? ¿Por qué una persona no
puede comprar lo que quiera y dónde le venga en ganas si tiene con qué
pagarlo?
El papel estaba fechado en noviembre 1 de 1949. Bajo el emblema
representado por un arado podía leerse: J. Z. Horter Co. Implementos
agrícolas. Y abajo la dirección: Obispo y Oficios, Habana, Cuba.
La carta estaba dirigida al Sr. Manuel V. Aldana, apartado No. 78,
Puerto Padre, y decía: "Muy señor nuestro: tenemos mucho gusto en
comunicar a usted que ya hemos recibido noticias de la fábrica de que se
están embarcando partidas de tractores CATERPILLAR modelo D2 de los que
le hemos ofrecido recientemente.".
Y añadía el tesorero de Horter Co., el señor J. C. Harvard: "Hemos dado
orden a la fábrica para que el tractor sea embarcado directamente a
Puerto Padre desde los Estados Unidos, a los efectos de ahorrarle los
gastos de flete, conducciones, despacho y seguro, sin alterar el precio
que dicho tractor tiene en nuestros almacenes aquí en la capital.".
Cuando terminé de leer, mi padre se quedó mirándome, antes de exclamar:
-¡Tú te imaginas!… ¡Ya desde los años cuarenta aquí en Puerto Padre
recibíamos los tractores directamente desde los Estados Unidos!
Pero no se trataba de que mi padre respirara por la herida: según datos
de 1959 de la Fábrica Nacional de Implementos Agrícolas, sólo de la
marca Fergusson, entre 1950 y 1958 esa empresa había distribuido más de
cinco mil tractores en Cuba.
Quizá como todo un símbolo para la posteridad, el 30 de marzo de 1959,
Juan Pazos, delegado de los vendedores de la Fábrica Crusellas,
industria jabonera que honraba a Cuba, a nombre de aquellos, entregaba
al entonces comandante Raúl Castro las llaves de un tractor "para la
Reforma Agraria".
Me preguntó ¿dónde estará el tractor que los vendedores de Crusellas
entregaron al General?
El 26 de julio de 2007, decía el General en Camaguey: "Estamos ante el
imperativo de hacer producir más la tierra que está ahí, con tractores o
con bueyes, como se hizo antes de existir el tractor.".
Después de existir el tractor, son tantos los que entraron a Cuba, y
tantos los tractores que el gobierno del Dr. Castro Ruz y de su hermano,
el General, tuvieron en sus manos, que, sin ánimo de ofender a nadie,
creo una vergüenza sugerir en pleno siglo XXI cambiar los tractores por
bueyes. Todavía resulta más vergonzoso para un gobierno pretender
administrar un tractor de 1948 en manos de un anciano de 87 años, cuando
ese mismo gobierno dilapidó toda la maquinaria de la nación.
Source: "Régimen comunista quiere administrar un tractor de 1948 |
Cubanet" -
http://www.cubanet.org/articulos/regimen-comunista-quiere-administrar-un-tractor-de-1948/
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