Acuíferos contaminados, motivo de alarma sanitaria
Se han detectado altísimos niveles de plomo y otros metales dañinos para
la salud en embalses destinados al uso humano
jueves, julio 23, 2015 | Ernesto Pérez Chang
LA HABANA, Cuba. -Aunque no han sido debidamente divulgados, a pesar de
su elevada importancia, numerosos estudios realizados por equipos de
científicos cubanos en reiteradas ocasiones han hecho llamados de alerta
ante la crítica situación de los principales acuíferos de Cuba.
La detección de altísimos niveles de plomo y otros metales pesados
dañinos para la salud humana en embalses y reservorios destinados al uso
humano y a labores relacionadas con la agricultura y la pesca, conducen
a pensar que esta pudiera ser una de las principales causas del aumento
en la población cubana de los casos de cáncer y otras enfermedades
relacionadas con una prolongada exposición a sustancias tóxicas.
Si bien el fenómeno aqueja a todas las provincias del país, es La Habana
la región más afectada debido a que, primero, está rodeada por varios
vertederos de basura capaces de filtrar elementos altamente tóxicos a
las aguas subterráneas que alimentan las fuentes destinadas a abastecer
a la capital; y, segundo, porque la mayoría de las industrias no cumplen
con las normas internacionales para el tratamiento de los desechos y el
filtraje de las emisiones de gases nocivos e incluso vierten los
residuos directamente a la cuenca de ríos como el Almendares, que
atraviesa la capital y cuyas aguas son empleadas en fincas de cultivo.
Un estudio publicado en 2013 [véase las Referencias al final de este
artículo], realizado por un equipo de especialistas del Laboratorio de
Análisis Ambiental, perteneciente al Instituto Superior de Tecnologías y
Ciencias Aplicadas de Cuba, reportaba los niveles de sustancias
altamente tóxicas en suelos y hortalizas cultivadas en 17 fincas
dedicadas a la agricultura urbana, todas ubicadas en un área de dos
kilómetros alrededor del vertedero de Calle 100, al Oeste de la capital.
Según la investigación, los suelos de la mitad de las fincas superaron
los rangos en que usualmente los metales pesados, como el plomo, se
encuentran en los suelos agrícolas cubanos, mientras que un alto
porcentaje sobrepasó los niveles considerados como tóxicos de acuerdo
con algunas normas internacionales. De igual modo, el 12.5 por ciento de
las muestras de hortalizas recolectadas superaron los límites máximos
permisibles de este contaminante en los alimentos destinados al consumo
humano establecidos por la norma cubana NC 493 del 2006.
Una de las zonas que más preocupa a quienes conocen de este fenómeno del
que nada se dice en los medios de prensa oficiales, es la presa Ejército
Rebelde, construida en 1976 al sur de la capital y considerada una de
las mayores reservas de "agua potable" de la región occidental.
Rodeada de industrias altamente contaminantes como la siderúrgica
Antillana de Acero y de gigantescos vertederos como los del Cotorro, el
embalse ha sido señalado por varios grupos de científicos como un
peligro para la salud humana, ya que el análisis tanto de sus sedimentos
como de su flora y fauna, han revelado concentraciones letales de
metales pesados y otras sustancias nocivas.
A pesar de las advertencias lanzadas ―casi siempre desde publicaciones
académicas digitales de restringida circulación―, en el lugar continúan
operando cooperativas pesqueras estatales que venden sus productos en
los mercados de la capital, mientras que las autoridades de la región
hacen muy poco por evitar que los pobladores de las cercanías acudan a
pescar, bañarse o a lavar los autos a orillas del embalse.
Las manchas de hidrocarburos y las innumerables acumulaciones de
desperdicios que rodean la presa, hablan por sí solas del descontrol por
parte del gobierno y de la ignorancia de las personas sobre el peligro
al que se exponen.
Un estudio científico del año 2005 ya había detectado altos niveles de
plomo, zinc, cadmio y cobre tanto en la llamada "cuenca
Almendares-Vento", como en la presa Ejército Rebelde.
En su informe, el equipo de analistas del Instituto Superior de
Tecnologías y Ciencias Aplicadas de Cuba, explicaba que tales niveles de
contaminación se debían, en gran medida, "a la inadecuada cobertura
higiénico-sanitaria y a la industrialización sin tener en cuenta medidas
de protección del entorno".
Para que se tenga una idea de lo terrible que pudiera ser tanto el
presente como el futuro tan solo para La Habana, la cuenca hidrográfica
de Almendares-Vento (donde se incluye además la presa Ejército Rebelde),
provee casi la mitad de toda el agua potable que consume la población de
la ciudad y buena parte del alimento. Los metales pesados son
extremadamente tóxicos aún en concentraciones relativamente bajas, no
son biodegradables y, por el contrario, se acumulan a lo largo de la
cadena alimentaria.
Para comprender la gravedad de la situación ―tanto por los contaminantes
vertidos en nuestras aguas como por la voluntad de ocultamiento o
desinterés en el asunto por parte de las autoridades―, basta con
remitirnos al cúmulo de investigaciones que, aunque llevadas a cabo por
instituciones y especialistas cubanos, casi exclusivamente circulan
fuera de la isla en medios científicos digitales foráneos, mientras que
las publicaciones del patio se mantienen ajenas a lo que ya constituye
una verdadera tragedia silenciosa.
Niveles de acumulación de metales pesados, comparables a los de zonas
altamente industrializadas de Europa, muestran las tablas e infografías
de varios estudios en los acuíferos de La Habana o los ríos San Juan y
el Cobre en Santiago de Cuba, entre otros. También han sido hallados
contaminantes químicos en especies capturadas en el Golfo de Guacanayabo
y en la presa Hanabanilla, en Villa Clara. Investigaciones del Instituto
Minero Metalúrgico de Holguín también han detectado concentraciones
elevadas de sulfatos, níquel, cromo, manganeso y hierro en las aguas
subterráneas de Moa.
Referencias: -Revista Internacional Contaminación Ambiental; 29 (4)
285-294 (2013),
http://www.veterinaria.org/revistas/redvet/n050512B/011ATM07.pdf (2012);
http://www.veterinaria.org/revistas/redvet/n020214/021407.pdf (2014);
Revista Internacional Contaminación Ambiental, 21 (3) 115124 (2005);
Revista AquaTIC, revista científica de la Sociedad Española de
Acuicultura, no. 29 (2008);
http://www.revistaaquatic.com/aquatic/art.asp?t=p&c=231 (2008); Revista
Cubana de Investigaciones Pesqueras, no. 37, enero-diciembre (2009);
Revista Internacional Contaminación Ambiental, 26 (4) 313-325 (2010)
Source: Acuíferos contaminados, motivo de alarma sanitaria | Cubanet -
https://www.cubanet.org/destacados/acuiferos-contaminados-causantes-de-cancer/
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