De oportunidades y trabas en relación económica de EEUU y Cuba
Estados Unidos es el cuarto exportador a La Habana, por detrás de China,
España y Brasil, por valor de más de $450 millones en 2012.
Agencias
julio 01, 2015
Detrás de la histórica normalización de las relaciones entre Estados
Unidos y Cuba se encuentra una jugosa oportunidad económica para ambas
partes en sectores como el turismo, aunque persisten importantes
obstáculos, como el embargo comercial y las reclamaciones de propiedades
confiscadas durante la revolución.
Para Cuba supone acceder al mercado de la primera economía global,
mientras que para las empresas estadounidenses significa 11 millones de
consumidores potenciales con enorme apetito por sus productos. La
diferencia económica entre los anteriormente acérrimos enemigos es
apabullante: El producto interior bruto (PIB) per cápita de Estados
Unidos fue de $53.000 al año, frente a los poco más de $6.800 de los
cubanos, de acuerdo con los datos del Banco Mundial (BM)
correspondientes a 2013.
Hay que precisar, no obstante, que las comparaciones son complicadas, ya
que Cuba cuenta con un doble sistema cambiario que desdibuja los
indicadores económicos de la isla.
Estados Unidos es el cuarto exportador a La Habana, por detrás de China,
España y Brasil, por valor de más de $450 millones en 2012, pero la gran
mayoría de ellas comprenden productos agrícolas como la soja o el maíz y
cárnicos como el pollo. Sin embargo, estos intercambios estaban
fuertemente regulados y tenían notables restricciones financieras por
parte estadounidense, lo que dificultaba las ventas.
En los últimos meses, el Tesoro de Estados Unidos ha anunciado medidas
de flexibilización económica con Cuba, como la relajación de las
restricciones de los viajes de los estadounidenses a Cuba y la
ampliación del límite máximo de $500 a $2.000 por trimestre para el
envío de remesas.
En 2013, las remesas desde Estados Unidos a Cuba alcanzaron los $3.500
millones en 2013 y, según datos oficiales, se calcula que cerca del 60%
de los hogares de Cuba recibieron remesas.
Además, Estados Unidos permitió la exportación de materiales de
construcción y herramientas o de equipos para la actividad agrícola
privada, y se dio luz verde a las primeras empresas de ferry para
iniciar el servicio de pasajeros entre Florida y Cuba. Precisamente, el
turismo es un aspecto fundamental de las relaciones bilaterales, dado
que constituye uno los principales cimientos de la economía cubana y
generadora de divisas. Hasta ahora, los estadounidenses no pueden viajar
a Cuba si no se enmarcan en una serie de categorías específicas
relacionadas con la educación y el intercambio cultural, entre otras.
Pero la inminencia del cambio ha quedado patente con el anuncio por
parte de la compañía de tarjetas de crédito Mastercard de suspender a
partir de marzo el bloqueo de las transacciones en Cuba con tarjetas
emitidas por bancos estadounidenses y, en paralelo, American Express
anunció que planea operar en el país una vez que se hayan levantado
algunas de las restricciones económicas.
Otra gran área de oportunidad, dados los enormes desafíos en
infraestructura de la isla caribeña, es la inversión. Según un informe
de Barbara Kotschwar y Gary Hufbauer, investigadores del centro de
estudios Peterson Institute, los flujos de inversión directa extranjera
en Cuba como resultado del proceso de normalización comercial y
económica pasarían de los actuales $1.000 millones anuales a $17.000
millones.
Por su parte, el sistema sanitario cubano puede hacer de la isla un
atractivo destino de retiro para los estadounidenses de la tercera edad.
Pese a los indudables efectos positivos del acercamiento bilateral, lo
cierto es que permanecen obstáculos importantes que pueden hacer
ralentizar las relaciones. En primer lugar, la cuestión del
levantamiento del embargo comercial, algo que solo puede hacer el
Congreso de Estados Unidos y que significaría la definitiva apertura
comercial. También es una traba el espinoso caso de las reclamaciones de
estadounidenses sobre propiedades confiscadas por parte del Gobierno
revolucionario de Fidel Castro.
"El gran siguiente paso en las conversaciones es el de las reclamaciones
de propiedades. Pero aún no hemos visto detalles", reconoció a Efe Ted
Piccone, investigador sobre Latinoamérica del centro de estudios
Brookings de Washington. De acuerdo con Piccone, casi 6.000
estadounidenses ya han presentado reclamaciones oficiales, que se elevan
a una cifra "muy significativa" de entre $6.000 y $7.000 millones.
"Los cubanos no van a devolver las propiedades, habrá alguna
compensación financiera, quizá apoyo preferencial de inversiones, pero
no mucho más allá", pronosticó el experto.
Source: De oportunidades y trabas en relación económica de EEUU y Cuba -
http://www.martinoticias.com/content/oportunidades-trabas-economica-eeuu-cuba/97931.html
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