jueves, 10 de septiembre de 2015

La banca intenta atrapar a los cuenta propistas

La banca intenta atrapar a los cuenta propistas
[09-09-2015 21:47:14]
Elías Amor
Economista

(www.miscelaneasdecuba.net).- Los bancos son, en cualquier país del
mundo, excepto Cuba, instituciones privadas que desempeñan un papel
fundamental en la economía al intermediar entre los que tienen ahorros y
los que piden préstamos. Por realizar esta relevante función, los bancos
ayudan al crecimiento de la economía, de la renta, la riqueza y el
empleo, y como consecuencia, ganan dinero y retribuyen a sus accionistas
que suelen ser millones de personas.
En Cuba, como los bancos son entidades estatales, se pierde este
objetivo fundamental que debe guiar la operatoria bancaria (ganar
dinero, rentabilidad) por lo que el contraste con el resto del mundo no
resulta posible.

Hay que detenerse a observar la operatoria del sistema para trazar sus
principales características. Se descubre, por ejemplo, que los criterios
que sirven para otorgar préstamos son políticos, discrecionales y lo que
es peor, las reformas "revolucionarias" eliminaron la historia de la
operativa bancaria. Recuerdo que en Cuba existió desde los años de la
colonia y luego la República, un dinámico y competitivo sector bancario,
en ocasiones participado por el capital extranjero, pero también por
cubanos nacionales, que fue completamente barrido por el régimen desde
el inicio. Conviene recordar, igualmente, que la banca ha sido
reactivada en los últimos años tras las reformas raulistas y que desde
las nacionalizaciones y confiscaciones de los años 60, la banca en Cuba
tuvo una existencia, digamos, errática, incluso criminalizada y
penalizada socialmente. A pesar de ello, los cubanos tienen miedo y
desconfían de los bancos. Lo cuál es lógico, a la vista de lo que ha
sido la trayectoria histórica del régimen.

Vayamos por partes. La banca en Cuba no puede funcionar porque los
cubanos no tienen ahorros que depositar en los bancos. Más de 5 millones
de cubanos tienen sueldos medios que rara vez superan los 24 dólares
mensuales, lo que deja poco margen para abrir cuentas en los bancos y
ahorrar. La gente vive al día. La economía castrista presenta uno de los
porcentajes de masa monetaria sobre el PIB más elevados del mundo,
alrededor del 50%, lo que confirma que prácticamente toda transacción se
realiza en líquido.

Incluso los cuenta propistas no utilizan la fórmula de los depósitos en
bancos y prefieren mantener posiciones de liquidez, porque, primero no
reciben gran retribución por hacerlo (los tipos de interés que
retribuyen el ahorro son erráticos, discrecionales y apenas cubren las
alzas de precios) y no conviene olvidar que en Cuba subsiste un amplio
temor, y justificado por lo ocurrido en la historia, a la confiscación
de ahorros y depósitos bancarios. En ese sentido, no existe confianza en
la sociedad hacia la banca. No se abren cuentas corrientes, no se
trabaja con cheques, los sueldos se pagan en sobre y rara vez en cuenta
corriente, ni tampoco se realizan cargos o anotaciones en cuentas por
los servicios, ni mucho menos, se contratan planes de pensiones o de
seguros, que existen en otros países.

Como consecuencia de ello, desde la perspectiva de la obtención de
recursos financieros, el sistema bancario en Cuba es muy rudimentario, y
trabaja principalmente con los fondos estatales que, por las
limitaciones presupuestarias, no podrán ser nunca muy importantes. Esa
ausencia o escasez de ahorro interno en Cuba es uno de los factores que
limitan, por ejemplo, la entrada de capital extranjero.

Por otro lado, los préstamos que se han empezado a autorizar,
principalmente para los cuenta propistas, presentan problemas similares.
Las condiciones de los préstamos (plazos, intereses, comisiones, son
prohibitivas para pequeños negocios). Además, la pregunta es ¿qué aval
puede presentar un cuenta propista para solicitar un préstamo cuando su
negocio (el paladar, la tienda, etc) no es de su propiedad, sino que se
realiza, en general, en un local propiedad del estado, al que paga un
alquiler? Si el estado castrista no se convierte en avalista solidario,
lo que evidentemente no va a suceder, el banco no podrá conceder el
préstamo en condiciones normales, salvo que el cuenta propista pueda
aportar como garantía su casa o su automóvil, que son las únicas
"propiedades" que admite la constitución del régimen. De hecho, aunque
no lo dicen, ya se han producido algunos quebrantos de cuenta propistas
que han perdido sus activos afianzados, lo que supone otra forma de
extraer activos por parte del estado.

Como consecuencia de esa limitación jurídica al crecimiento y desarrollo
de la propiedad privada, los préstamos que se conceden son de escasa
cuantía, en promedio rara vez superan los 400 dólares, y se dirigen a
financiar circulante, nunca activos fijos, con lo que ello supone de
riesgo de insolvencia para el deudor, es decir, que no se devuelva.

Por un lado, los bancos no tienen suficiente ahorro de la población para
prestar a los cuenta propistas, por otro, estos tampoco se fían de la
abundante información que se les pide ni tienen respaldo financiero
(excepto aquellos que reciben remesas del exterior, por ejemplo). Y lo
mismo está ocurriendo en la agricultura, donde la limitación a la
extensión de la tierra, impide que los préstamos vayan dirigidos a
aumentar el tamaño de las parcelas y la mejora de los rendimientos.
Esto es otro elemento del embargo interno de la economía castrista, que
frena sus posibilidades de crecimiento. Los cuenta propistas por
ejemplo, podrían aumentar la escala de sus operaciones, convertirse en
propietarios de sus establecimientos, y para acometer esas operaciones,
contratar como en cualquier país, operaciones de crédito continuas,
líneas de crédito, que les permitirían prosperar. En Cuba los préstamos
son individuales, para objetos concretos que se tienen que justificar y
detrás los "notarios" certifican unas propiedades (vivienda, autos) que
en muchos casos, ni siquiera son de los cuenta propistas, sino de
antiguos dueños que fueron confiscados en el inicio de la revolución. Un
auténtico caos.

A resultas de ello, la banca en la economía castrista no cumple con
ninguna de sus funciones. Ni actúa como intermediario, ni ayuda al
crecimiento de la renta y la riqueza, ni sirve para dar seguridad
jurídica a las transacciones entre particulares. Hace falta una reforma
en profundidad del sistema, que lo lleve hacia bancos privados, que
puede convivir con cajas de ahorros (por ejemplo vinculadas a
cooperativas) así como bancos extranjeros con sucursales que aporten
know how y tecnología. La situación es muy complicada actualmente.

Respecto a lo que me preguntas sobre los cuenta propistas, en efecto,
tal y como están regulados, son privados, pero solo en lo relativo a la
gestión de su actividad. En algunos casos, también son propietarios de
los medios de producción, pero los barberos, por ejemplo, o los
paladares, alquilan al estado no solo las instalaciones sino los medios
de producción, lo que los convierte en una especie de siervos medievales
de unos señores que se apropian de sus rentas. Eso limita el carácter
privado del emprendedor en Cuba, los cuenta propistas no son
emprendedores ni mucho menos empresarios, pero pueden llegar a serlo si
el régimen les deja crecer y aumentar la escala de sus operaciones.
Tengo mis dudas que esto sea posible actualmente.

En todo caso, el problema principal es que en la economía castrista, los
cuenta propistas están funcionando actualmente al margen de la
Constitución que rige el país de 1992. No existe mención alguna al
cuenta propismo, y de hecho, el texto constitucional sigue primando la
propiedad estatal sobre cualquier privado, y mantiene el derecho a la
confiscación de bienes. Este es un aspecto muy importante porque de la
misma forma que se han autorizado, en cualquier momento, puede darse
marcha atrás. No lo creo posible, por interés del propio "neocastrismo",
pero esa opción sigue abierta.

Source: La banca intenta atrapar a los cuenta propistas - Misceláneas de
Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/55f08cc23a682e0ba848c0b5#.VfF66vmqqko

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