Las pifias de CADECA
Solo pensar en utilizar los servicios de estos lugares le amarga el día
a cualquiera
domingo, octubre 25, 2015 | Reinaldo Emilio Cosano Alén
LA HABANA, Cuba – "Muchas CADECAS de la capital tienen el equipo de aire
acondicionado roto hace meses. Hay un orden de prioridad para
arreglarlos y no se sabe cuántos meses más faltarán para que queden en
funcionamiento. No tenemos reserva de equipos para sustituir siquiera
poco a poco".
Así contaba hace poco a este reportero una funcionaria de la Oficina
Central de CADECA (Casas de cambio de moneda), quien prefirió no dar su
nombre.
"Los técnicos recogen el equipo roto y los trasladan al taller central,
y una vez reparado lo reintegran y colocan en su lugar de origen. El
proceso es lento, cierto; trae muchas incomodidades, sobre todo para los
empleados que tienen que trabajar en locales preparados para el uso de
equipos de aire acondicionado, sin ventanas, locales casi herméticos,
sudando la gota gorda. Optamos por reducir en dos horas el trabajo, algo
que también perjudica las operaciones con dinero de la ciudadanía, que
muestran su justa inconformidad. Esto llevará tiempo, ¿pero qué otra
cosa podemos hacer?", se justificaba la funcionaria.
Una de los establecimientos que confronta esa situación es el de la
playa Guanabo, a 30 kilómetros al este de la capital, con la
particularidad de dar servicio –irregular– a pueblos situados en un
radio de 15 kilómetros.
Sin embargo, las dificultades no terminan ahí. Se dan situaciones que
enervan los nervios de los potenciales clientes necesitados de cambiar
en una u otra moneda. A veces quien viene a comprar divisas llega a la
ventanilla le dicen, con toda la frescura del mundo, que se acabó el
efectivo. Su asombro, que no deja de serlo pese a la continuidad del
fenómeno, se ve coronado por la falta de billetes de una denominación
mayor que cinco o diez pesos –a veces sólo tienen de a peso– y la
obligación entonces de cargar con todo un mazo de papel.
¿De qué sirve protestar? Está quien se asusta de solo ver una
CADECA y la extensión de la cola que debe hacer. Con resignación, pedirá
el último malgastar una hora o más de su tiempo de vida hasta llegar a
la ventanilla.
Guanabo tenía seis CADECAS, pero por la ocurrencia de robos hubo que
concentrarlas en un local estrecho y sin ventanas, para que fuesen más
seguras con todo y sistema de alarma, en la Quinta Avenida. De todas
formas el pasado año intentaron robar esa única sucursal, perforando la
pared desde un establecimiento al lado, por donde penetraron los astutos
cacos al interior de la oficina comercial, de donde no pudieron
finalmente llevarse la caja fuerte. La alarma no se activó jamás.
Da pena, por vergüenza ajena, ver las sofocaciones que pasan turistas y
otros visitantes extranjeros –de esos que tienen prioridad en el sistema
cubano– cuando tienen que enfrentarse a una larga cola para cambiar
dinero que únicamente circula en Cuba. Incomodidad y disgusto, por
cierto, nunca señalados en las guías que les proponen a Cuba como un
paraíso vacacional.
"El gobierno nunca pierde, perdemos nosotros, el pueblo", dicen muchos.
Y si bien en los últimos meses se ha ido extendiendo la facilidad de
comprar mercancías en una u otra monedas en algunos establecimientos
comerciales, no en todos los lugares se puede. Desorganización y
descontrol internos, y sus consiguientes enredos, traen un rosario de
problemas al desenvolvimiento normal de la circulación monetaria y a la
gente.
cosanoalen@yahoo.com
Source: Las pifias de CADECA | Cubanet -
https://www.cubanet.org/mas-noticias/las-pifias-de-cadeca/
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