Cuba parasitaria
BEATRIZ DE MAJO, Caracas | Enero 07, 2016
Con el falaz argumento del desarrollo de una cooperación de "mutuamente
ventajosa" a la que aún hace alusión Raúl Castro mientras su país se
descoyunta a gran velocidad, la Cuba comunista consiguió que nuestros
gobernantes revolucionarios se prestaran al proyecto que consistió en el
otorgamiento al régimen caribeño de un entramado de subsidios de toda
índole que no sirvieron a otro fin que a proveerle oxígeno a los líderes
de la represión y totalitarismo continental. Nunca tuvo Cuba la
intención, a lo largo de los años del chavismo, de usar las facilidades
otorgadas por su generoso aliado para fortalecer su economía ni mucho
menos proveer a los suyos de una base sólida de desarrollo para los años
a venir.
Por el contrario, este régimen de beneficios para lo que ha servido es
para hambrear a su población, volver dependiente a la economía insular
de las prebendas venezolanas y, en los recientes años, para coquetear
con el gobierno de Barack Obama de manera de impedir, a través del
acercamiento, el desastre que ya se manifiesta flagrantemente.
Raúl Castro acaba de anunciar el dramático desempeño que está teniendo
su economía en el momento actual y con compungida e hipócrita voz le
atribuye la descolgada del PIB en 2015 a la crisis internacional, a la
desaceleración del consumo internacional- culpable a su vez de sus
menores exportaciones de azúcar- y, por último, a las dificultades que
atraviesa su gran benefactor, el régimen revolucionario venezolano quien
es víctima de una guerra económica imperial encabezada por el mismo
nuevo aliado de Cuba, el gobierno americano.
La realidad es que sin Venezuela Cuba no habría sobrevivido y los
cubanos habrían conocido horas de penurias inimaginables, como las que
les tocará enfrentar en los meses que siguen. Los hermanos caribeños se
encuentran en el momento actual en una situación similar a la que ya
tuvieron que atravesar cuando fueron obligados a prescindir de la
relación preferida que también les ofreció la Unión Soviética.
No ha habido revisión del modelo hambreador que han abrazado por medio
siglo y que consiguieron replicar metastásicamente en suelo
revolucionario. Mientras lubricaron la perversa y desigual relación con
Venezuela, nunca usaron los fondos cuantiosísimos para poner en marcha
un modelo que pudiera venir en salvamento de las nuevas generaciones. El
panorama va a ser aterrador. Los estudiosos del tema aseguran que en los
próximos años la caída de su crecimiento llegará al orden de 4% a 7%
interanual.
La situación cubana es dramática ahora que no cuentan ni podrán contar
con Venezuela y no tienen otro salvavidas para asirse. Las exportaciones
de Cuba se orientaron en un 45% a destinos venezolanos a través de
formas exóticas y arreglos corruptos. La mayor parte de sus ingresos de
divisas y de energía venían de suelo venezolano.
Una recapitulación es posible pero para Cuba es tarde. Venezuela, quien
se encuentra en la similar situación de haber dilapidado los años de
bonanza petrolera para organizar una economía cuerda y sana, enfrenta
una situación inmensamente compleja. Pero mientras ésta aún tiene
cartuchos para reinventarse, a Cuba no le queda ninguno.
Los cubanos de las calles así lo han entendido y las migraciones al
norte se han acentuado por falta de confianza en el futuro y por hastío,
al igual que los venezolanos de hoy. Ya no hay tabla de salvación. China
mira abiertamente para otro lado y, mientras la relación con Estados
Unidos no fragüe, los capitales externos no se arriesgarán a arrimarse a
las playas caribeñas.
No hay retroceso posible que no sea ordenarse internamente, lo que pasa
por aceptar que su estruendoso fracaso le ha costado sangre y lágrimas a
los suyos.
* Nota de la Redacción: Beatriz de Majo es columnista del periódico
venezolano El Nacional.
Source: Cuba parasitaria -
http://www.14ymedio.com/opinion/Cuba-parasitaria_0_1920407948.html
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