domingo, 24 de enero de 2016

Los emigrados que regresan a Cuba

Los emigrados que regresan a Cuba
Mientras la migración cubana hacia los EEUU alcanza cifras récord,
también crece el número de emigrados que regresan a Cuba. Mauricio
Estrada es uno de los miles de cubanos que han decidido volver a residir
en la isla, tras pasar 14 años en España. Junto con su hermano abrió un
restaurante español, 'Toros y Tapas', en La Habana.
FERNANDO RAVSBERG

LA HABANA.- Mauricio es técnico medio en economía y graduado de la
escuela de hostelería del Hotel Sevilla de La Habana pero en Cuba no
había podido ejercer su profesión. En el 2003 su hermano, que ya vivía
en España le propone salir. "Yo trabajaba como taxista de forma ilegal,
arriesgándome a meterme en problemas, así que decidí que lo mejor era
irme". Y en España "encontré lo que buscaba, oportunidades de trabajo y
de desarrollarme profesionalmente. En aquellos tiempos no había crisis y
había mucho trabajo de hostelería. Dejabas uno y a la semana estaba
trabajando en otra parte".

"En España yo trabajé siempre para otro, una de las razones que me hizo
regresar a Cuba fue la de tener un negocio propio con mi hermano, tener
algo mío".

Recuerda que le "fue engorroso acostumbrarme al sistema de buscar
trabajo. En Cuba nunca había existido eso de salir puerta por puerta
entregando tu currículo. Me daba un poco de corte hasta que me di cuenta
de que era normal y que si no lo hacía me moriría de hambre. Así que
recorrí bares, restaurantes, dejando mis datos y esperaba que me
llamaran. Es lo que está haciendo la gente ahora aquí con el trabajo por
cuenta propia, por mi puerta pasan todos los días jóvenes buscando
trabajo. Eso antes era impensable".

El primer choque en España fue con el ritmo de la hostelería. "El
trabajo que en Cuba lo hacen 2 ó 3 en España lo hace 1. Los salarios no
son iguales pero el trabajo allá es muy movido, muy movido. Yo aquí
hablo sobre eso con los chavales que trabajan conmigo pero les cuesta
coger el ritmo. Yo me he adaptado al punto de que no hay cosa que me
moleste más que tener un cocinero que me arrastre lo pies, eso lo
aprendí allí".

Mauricio agradece a España por el bagaje que le dio. "De allí traigo
todo el conocimiento, todo lo aprendido. Ideas innovadoras tanto a nivel
empresarial como profesional. Y todo lo aprendí por las buenas, cuando
me preguntaban siempre decía que sabía hacerlo todo y después me metía
en Internet por las noches para ver cómo se hacia ese plato. Encontraba
una receta para 4 personas y al día siguiente la preparaba para 60
comensales".
El regreso
Recuerda que "estaba trabajando de segundo en la cocina de un hotel en
Ibiza cuando me llama mi hermano para decirme que había pasado por Cuba
y visto una casa muy buena para montar un restaurante. Y me pregunta si
estoy dispuesto a volver para llevar el negocio, le dije que me diera
una semana para pensarlo, llevaba 14 años allí y el paso era difícil
pero finalmente le respondí que sí".

"Yo he trabajado por toda España y me nutrí de las recetas regionales.
En mi restaurante servimos callos a la madrileña que solo se venden en
Cuba en dos sitios".

Eligieron Cuba "porque la cocina que yo había aprendido es la que hace
todo el mundo en España, en cambio en Cuba la hacen muy poca gente. Yo
he trabajado por toda España y me nutrí de las recetas regionales. En mi
restaurante servimos callos a la madrileña que solo se venden en Cuba en
dos sitios, cabeza de jabalí somos los únicos que la ofrecemos, igual
que la carrillada". Aunque trata de adaptarse a los productos que más
abundan en la isla, "la carta incluye mariscos, pescado, cochinillo,
conejo pero todo preparado de manera diferente a como está acostumbrado
el cubano".

El negocio marcha mejor de lo que esperaban, "teníamos pronosticado unos
meses de pérdida, como en todo negocio que se inicia, pero hasta ahora
nunca hemos tenido pérdidas. Vamos creciendo poco a poco, no hay tanta
gente con dinero y cada vez hay más restaurantes". Sin embargo, a pesar
de todo reconoce que en Cuba "con menos dinero haces más que afuera. En
Madrid no hubiera podido tener un restaurante como este en una zona así,
Miramar es como Velázquez o el barrio Salamanca".

"Te acostumbras a vivir otra vez aquí aunque te molesta que te falten
algunas cosas", dice y lo primero que menciona es Internet, "eso de
tenerlo en el móvil y poder consultarlo todo. También extraño a los
colegas, como extrañé a los colegas de aquí cuando me fui a España y
ahora cuando regreso encuentro que unos están casados otros se han ido.
Vuelves a partir de cero otra vez".

Dice Mauricio a Público que "repatriarse no es un trámite complejo, vas
al consulado, llenas unos formularios y tienes que venir aquí. Eso sí
debes tener alguien que te acepte en su vivienda mientras compras otra,
en mi caso fue mi madre. Te dan además la posibilidad de traer un
contenedor con los bienes que has adquirido durante tu vida fuera de Cuba".

Pero los sentimientos son más complejos que los trámites legales.
"Regresar se siente extraño, por más que uno lleve muchos años fuera de
su país, apenas unos meses después de regresar parece que no te hubieras
ido nunca de aquí. Es un sentimiento raro, es volver a estar en tu país
y, aunque te molesten algunas cosas, no dejas de sentirte que estás otra
vez en casa".

Source: Los emigrados que regresan a Cuba | Diario Público -
http://www.publico.es/internacional/emigrados-regresan-cuba.html

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