El monetarismo Marino Murillo
El titular de economía cubano emplea poco el marxismo-leninismo
jueves, febrero 25, 2016 | Osmar Laffita Rojas
LA HABANA, Cuba.- El monetarismo se ocupa de los efectos del dinero
sobre la economía. No es una escuela, sino más bien una tendencia que
influye notablemente sobre numerosos economistas.
A los economistas dedicados al estudio del monetarismo y lo necesario de
este para el buen desempeño de la economía, se les considera influidos
por la Escuela de Chicago, que tiene como paradigma al economista y
Premio Nobel Milton Friedman. El monetarismo enfatiza el papel del
gobierno en controlar la cantidad del circulante.
La actual política de equilibrio financiero que preconiza el Ministro de
Economía y Planificación Marino Murillo Jorge está recogida en una de
las ideas de Friedman: "La inflación es siempre y en todo lugar un
fenómeno monetario. El camino más seguro para una recuperación económica
es aumentar la tasa de crecimiento monetario, eso haría que las tan
necesarias reformas económicas y financieras fueran mucho más fácil de
conseguir".
Un análisis del informe presentado por el titular de Economía y
Planificación a los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular
el 30 de diciembre de 2015, permite percatarse de lo vigente de ese
monetarismo, que nada tiene que ver con los decimonónicos fundamentos
económicos marxistas.
La política monetaria y financiera que aplica el gobierno cubano tiene
como guía el control de la cantidad de dinero que circula, para de esta
manera mantener la estabilidad económica.
En el caso de Cuba, esta estabilidad es restrictiva, dado a que está
dirigida a reducir lo más posible la cantidad de circulante en poder de
la población con el fin de evitar la inflación, o sea, el descontrolado
aumento de dinero circulante.
Durante el gobierno del general Raúl Castro, su política ha estado
dirigida a reducir a la máxima expresión los subsidios y gratuidades,
que fueron empleadas por Fidel Castro para contar con el apoyo político
de una parte importante de la población y de esta manera mantener su
régimen dictatorial, por espacio de 47 años, hasta que en julio de
2006 por razones de enfermedad se vio obligado a renunciar.
El monetarismo que aplica el gobierno en la esfera de la circulación
está dirigido a mantener el equilibrio fiscal con un déficit de entre el
4 y el 6%. Esto lo logran a costa de la precariedad de las condiciones
de vida de la gran mayoría de la población.
Recordemos que el salario promedio que devenga más del 80% de los
trabajadores cubanos no sobrepasa los 23 dólares mensuales.
La primera muestra de ese despiadado y cruel monetarismo fue el
adelgazamiento a su mínima expresión de la libreta de racionamiento. De
las 32 páginas que tenía a finales del año 2007, ahora sólo tiene 20.
Los artículos de aseo, el pescado, la carne de res y cerdo, los
productos del agro, la leche evaporada, el vinagre, el vino seco, las
frazadas de piso, los cigarros y el tabaco, entre otros productos,
fueron eliminados de la libreta. Ahora, para adquirirlos, hay que
comprarlos a precios liberados, ya sea en pesos o CUC.
La cuota normada de azúcar se redujo de 6 a 3 libras; y los huevos, de
10 a 5 unidades al mes.
Marino Murillo le dijo a los diputados que "el consumo de azúcar normado
no se ha aumentado, se consumen 650 000 toneladas anualmente, esto
representa un consumo per cápita de tres libras por habitantes", lo que
para Murillo es altísimo y se debería bajar.
De la libreta de abastecimiento se retiraron 14 productos. Anteriormente
se destinaba una ínfima cantidad del salario para adquirirlos y quedaba
ese dinero para otros gastos. En estos momentos, con los miserables
salarios que ganan, algunos no pueden pagar sus altos precios.
Esto ha provocado que la existencia de la mayoría de los cubanos se haya
llenado más aún de privaciones y necesidades, lo que los obliga a buscar
dinero a como dé lugar para poder terminar el mes. Por eso delinquen.
Los códigos morales que de niños les inculcaron en los hogares y las
escuelas han sido sustituidos por la simulación, el engaño y la doble moral.
Por otra parte, al finalizar 2015, según el titular de Economía y
Planificación, se edificaron 11 000 viviendas, fundamentalmente en
Santiago de Cuba, destinadas a los damnificados del ciclón Sandy, y en
La Habana para paliar el grave problema de los miles de albergados. Pero
la mayoría de las nuevas viviendas fue construida por esfuerzo propio.
Esto fue posible porque en la red de tiendas que ofertan a precio de
mercado materiales de la construcción, dirigidas por el Ministerio de
Comercio Interior, se vendieron 400 000 toneladas de cemento, 33 000
toneladas de cabillas y 6 000 toneladas de madera.
Las ventas de estos materiales de la construcción a particulares es una
confirmación de esa política monetarista. El Estado se desmarcó de la
construcción de casas y edificios multifamiliares. Aquellos que tienen
dinero pueden construir su casa o repararla. El Estado les vende los
materiales… y que ellos se ocupen de resolver su problema.
origenesmadiba@gmail.com
Source: El monetarismo Marino Murillo | Cubanet -
https://www.cubanet.org/opiniones/el-monetarismo-marino-murillo/
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