Pequeña empresa privada en Cuba no escapa del acoso de los sindicatos
La Central de Trabajadores de Cuba va tras los vendedores ambulantes
Afirman que 400,000 de los 500,000 cuentapropistas registrados están
afiliados a un sindicato
Muchos pequeños empresarios se afilian por temor a represalias
MARIO J. PENTÓN
mpenton@elnuevoherald.com
Como cada mañana, María Elena y Enrique salen a vender hortalizas,
viandas y frutas por las calles de Cienfuegos. A temperaturas de más de
30 grados y con un sol que "raja las piedras", recorren la ciudad
llevando sus productos casa por casa y ganándose el sustento,
literalmente, con el sudor de la frente. Son parte de los más 12,600
cuentapropistas inscritos legalmente en la Oficina Nacional de la
Administración Tributaria (ONAT) en la provincia, un número nada
despreciable para la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) que ha visto
en estos "obreros" una oportunidad de acrecentar filas.
Cuba tiene un índice de sindicalización de casi un 96%. Según
estadísticas oficiales, más de tres millones de trabajadores integran
los 18 sindicatos que se agrupan bajo el paraguas de la CTC, que
funciona como una correa de transmisión de las "orientaciones" del
Partido Comunista.
"Nuestro día de trabajo comienza a las 5 de la mañana. A esa hora
debemos ir a esperar al camión que trae de los municipios la mercancía.
Los que transportan los productos son quienes negocian el precio con el
campesino y nosotros negociamos con ellos. A veces las personas no
entienden el porqué de los altos precios, pero es que todo el mundo
necesita comer", dice María Elena.
La mujer tiene 53 años y su hijo 19. Han escogido esta forma de ganarse
la vida porque, según dicen, "el trabajo con el Estado no da".
"A veces los inspectores llegan y nos multan porque estamos detenidos en
un lugar. Claro, eso siempre se puede resolver con algún 'regalito':
unos pepinos, una libra de tomate… todo el mundo tiene necesidades",
comenta.
Los líderes de la CTC han encontrado en estos incidentes el caldo de
cultivo para fomentar la afiliación.
"Los carretilleros tienen problemas fundamentalmente con los
inspectores. La ventaja de pertenecer al sindicato es que si les ponen
una multa injustamente, los trabajadores pueden venir a nuestras
oficinas y se analiza la situación. En caso de que demuestren que la
sanción ha sido injusta, se puede interceder por su eliminación. Al
afiliarte a la CTC, estás protegido", dice un sindicalista que prefiere
no dar su nombre.
De acuerdo con los vendedores, desde hace unos meses han estado
invitándolos a integrarse al Sindicato de Trabajadores Agropecuarios.
"No entendemos por qué, pero parece que quieren que todo el mundo esté
sindicalizado", dice Enrique, quien afirma, además, que "eso no le
resuelve nada a la gente".
En una misma semana, los cubanos vieron a Obama y los Rolling Stones, un
símbolo de la apertura en la isla. Pero aunque muchos hablan de los
cambios en Cuba, todavía el sector privado es pequeño y el gobierno
podría reaccionar con lentitud al ofrecimiento
José A. Iglesias jiglesias@elnuevoherald.com
Varios líderes de la CTC consultados por este diario, dijeron que más
del 80% de los cuentapropistas de la localidad están inscritos en algún
sindicato.
Las cuotas sindicales varían entre dos y ocho pesos según los ingresos
del trabajador, aunque la mayoría de los cuentapropistas paga el mínimo.
Los afiliados también tienen que abonar "Mi aporte a la patria", una
actualización del día de haber, con el que las Milicias de Tropas
Territoriales adquirían armas para la "defensa de la patria" con la
donación "voluntaria" del pago de un día de trabajo.
"A la gente no le interesa mucho la sindicalización, lo hacen
simplemente para que no la cojan con ellos", explica Roberto, un
cuentapropista que se dedica a afilar tijeras y cortauñas.
"En ocasiones nos han puesto multas solo por el hecho de permanecer
mucho tiempo en el mismo lugar vendiendo. Lo que pasa es que en este
tiempo hay tanto sol que tenemos que refugiarnos bajo una mata durante
un rato para vender y ahí te caen los inspectores. Como nuestra licencia
está expedida para vendedores ambulantes, no podemos estar mucho rato en
el mismo sitio", comenta Enrique, que cree que los trabajadores por
cuenta propia son de los más desprotegidos.
"Una multa por quedarte vendiendo más de la cuenta en una esquina ronda
los 700 pesos. Pero qué tiempo prudencial puedes estar en ese lugar no
te lo marca ningún documento oficial, es al libre arbitrio de los
inspectores, que aprovechan cualquier motivo para aplicar la sanción", dice.
Aunque el gobierno promueve sus organizaciones por todos los medios,
apenas un 48% de los afiliados asiste a las reuniones del sindicato en
Cienfuegos, según ha reconocido la prensa oficial. Existen en el país
organizaciones sindicales independientes, como la Coalición Sindical
Independiente de Cuba, fuertemente acosadas por la Seguridad del Estado.
Sin embargo ninguno de los cuentapropistas consultados dijeron conocerlas.
Las estadísticas de la ciudad sureña revelan lo que es un hecho a nivel
nacional. Tras unos primeros meses en los que se "dejó de la mano" a los
cuentapropistas, la CTC conminó a realizar "una labor política" para
hacerlos entrar en las filas de la organización. Según sus cálculos, más
de 400,000 "obreros cuentapropistas", de los 500,000 registrados en el
país, pertenecen a la organización oficial. Por el momento, la creación
de un sindicato único de cuentapropistas sigue siendo un proyecto "en
estudio".
"No queda otra opción, al final tendremos que entrar como todo el mundo,
para que no nos califiquen como desafectos y nos caigan más palos. Hay
que seguir luchando, porque tenemos que resolver", dice Enrique mientras
se apresta a terminar su día sobre las ocho de la noche, haciendo el
recuento de sus escasas ganancias.
Siga a Mario J. Pentón en Twitter: @mariojose_cuba Tel: (305) 376-2143
Source: Pequeña empresa privada en Cuba no escapa del acoso de los
sindicatos | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article86175952.html
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