La prioridad de los emprendedores cubanos es sobrevivir
julio 30, 2016
Lizandra Díaz Blanco
"No tienen recursos para pensar en grande. El sueño se reduce al
beneficio familiar" apunta el experto en economía Jorge Pérez - López
Impacto medioambiental y responsabilidad social son dos palabras con las
que el emprendedor cubano no está familiarizado. Otras son sus
prioridades, pero esto no lo libra de ellas.
"No tienen recursos para pensar en grande. El sueño se reduce al
beneficio familiar" apunta el experto en economía Jorge Pérez - López,
uno de los participantes en los debates de la Asociación para el Estudio
de la Economía Cubana 2016, sobre las reformas raulistas y el incipiente
sector privado en Cuba.
El experto, co-autor del libro "Cuba bajo Raúl Castro: Evaluando las
reformas", opina que la cultura de escasez que vive el cubano le impide
preocuparse por estos asuntos. Antes le interesa garantizar la materia
prima que necesita su negocio o lograr que el gobierno otorgue
personalidad jurídica a sus pequeñas empresas, dos elementos
imprescindibles para alcanzar progreso real.
Para Pérez – López, la causa de esta especie de inocencia empresarial se
debe a las restricciones impuestas por el Gobierno, empezando por las
escasas 201 categorías establecidas para el sector privado. "No son
industrias transformadores; son servicios", apunta, por tanto su impacto
ecológico es a penas visible.
No obstante, casi sin saberlo los emprendedores cubanos podrían ser más
ecológica y socialmente responsables de lo que ellos mismos pudieran pensar.
"La necesidad y el deseo de resolver nos vuelve ecologistas", advierte
Enrique Pumar, profesor de la Universidad Católica de América, y lo
explica con una anécdota.
Los trabajadores de una empresa de Delaware, contratados para poner el
césped en el Estadio Latinoamericano de La Habana para el juego con los
Tampa Bay Rays, vieron cómo varias personas recogían los nylons que
cubrían algunos de los productos que llevaron. Al preguntarles el
porqué, les respondieron que a esos envoltorios ellos les daban
infinidad de usos.
Las carencias han obligado al cubano a reciclar, a acumular todo lo que
más tarde pueda serles útil, y el emprendedor actual es heredero de esa
cultura del ahorro.
En otros casos el cubano simplemente rechaza el término responsabilidad
social, porque le sabe al adoctrinamiento bajo el que creció, indica
Pumar. No se percata que una empresa sólida también debe tener en cuenta
su impacto positivo en la sociedad.
Algunas muestras de compromiso social de estos emprendedores llevan
segundas intenciones: servir como protección al empresario contra los
envidiosos o los informantes que la Policía mantiene en los barrios.
"Hay quien pinta su edificio para mantener buenas relaciones con los
chivatos del barrio... o los envidiosos", comenta Pumar.
El profesor Ted A. Henken, de Baruch College en Nueva York, y presidente
de Asociación para el Estudio de la Economía Cubana, ha estudiado de
cerca a los emprendedores cubanos en su libro "Entrepreneurial Cuba: The
Changing Policy Landscape" ("La Cuba emprendedora: El cambiante panorama
de las políticas").
"El cubano por cultura, por familia, es muy solidario, pero el sistema
de escasez hace al individuo mirar en el bien propio y no en el de la
comunidad", explica. Pero, llama la atencion sobre iniciativas recientes
en que el compromiso con la comunidad "no es un lujo, sino es algo
esencial de su visión".
Los expertos asistentes al debate coinciden en que está en las manos del
Gobierno de la isla potenciar una conducta social y ecológicamente
responsable en los nacientes empresarios: basta con abrir espacios para
su desarrollo y educarles. Los grandes sueños, entonces, vendrán solos.
Source: La prioridad de los emprendedores cubanos es sobrevivir -
http://www.martinoticias.com/a/emprendedores-cubanos-responsabilidad-social/127047.html
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