Ayudar a los perdedores sin penalizar a los ganadores
Omar Everleny Pérez analiza los problemas económicos a los que se
enfrenta Cuba
MARIO J. PENTÓN, Miami | Agosto 01, 2016
Hasta el pasado abril el economista Omar Everleny Pérez trabajaba en el
Centro de Estudios de la Economía Cubana de la Universidad de La Habana.
A raíz de las medidas de "reducción de daños" que realizó el Gobierno
cubano tras la visita, en marzo, del presidente norteamericano Barack
Obama, fue despedido por sus contactos con Estados Unidos.
Everleny, como sencillamente se le conoce, también tuvo
responsabilidades en el Consejo de Ciencia y Tecnología adscrito a la
Comisión de Implementación de los lineamientos económicos y sociales
del Partido Comunista.
Esta semana visitó la ciudad de Miami para participar en elXXVI del foro
de la Asociación de Estudios de la Economía Cubana (ASCE). Allí conversó
con 14ymedio sobre la economía cubana, la Ley de Inversión Extranjera y
los peligros de un recrudecimiento de la crisis en la Isla.
El académico, de 56 años, tiene más de 30 años de experiencia en el
sector y posee un doctorado en Economía por la Universidad de La Habana.
Es autor de más de 15 libros sobre economía cubana y está considerado
uno de los consultores más prestigiosos dentro de la Isla sobre el
proceso de reformas implementado por Raúl Castro, con las cuales se ha
mostrado crítico.
Pregunta. La población cubana teme un regreso a los años más difíciles
del Período Especial. ¿Cree usted que existen motivos para tener ese temor?
Respuesta. No "volveremos" a otro Período Especial, porque hoy la
economía es otra. Parte del combustible se produce internamente y existe
un sector privado que emerge con gran fuerza. Hoy más de 1 millón de
personas se han ido separando del Estado, porque nadie con un salario
puede pagarse una habitación de hotel.
P. ¿De los motivos que llevaron a la actual falta de liquidez, cuál
usted señalaría entre los más importantes?
R. Por un lado las exportaciones de bienes decrecieron en 2015, los
ingresos por servicios se redujeron también, pero también el Estado
cubano no está facilitando que se queden los dólares en el país, pues
tiene una política errónea de cambio, lo que facilita que el sector
informal intercepta la divisa extranjera, y esta vuelve a salir al
exterior. Si estableciera el cambio uno a uno entre el peso convertible
y el dólar, sería diferente. Se emitió muchos más pesos convertibles
(CUC) que los dólares que el país tenía disponibles, y eso lleva a que
las empresas cubanas o extranjeras, aunque tengan liquidez en CUC, no
tienen el llamado "certificado de liquidez" (CL) que es el que le
permite comprar realmente, es decir tienen que esperar esa asignación.
P. ¿Esa falta de liquidez afecta especialmente a la empresa estatal?
R. Ya comentaba que a la empresa no le importa tener 14 millones de
pesos convertibles en el banco, sino cuánto de ese dinero le van a
autorizar a usar para comprar. La capacidad de compra se la asignan
desde arriba y se ve reducida. La empresa puede estar generando más
dólares, pero le toca, por ejemplo, la cuarta parte de lo que ha
aportado, porque la repartición es centralizada desde el nivel superior.
El dilema de la economía cubana está entre mercado e incentivo. Las
empresas no exportan más porque les han cerrado el ciclo.
P. ¿Una solución sería autorizar las pequeñas y medianas empresas privadas?
R. Es necesario reconocer las pequeñas y medianas empresas ya. De manera
que los precios que se les cobre por los servicios como la electricidad
y el agua puedan ser otros. Hay paladares que tienen mucho éxito y están
por encima del millón de pesos convertibles en ganancias brutas y eso
debería tener consecuencias directas. O sea, si pagan impuestos el
Estado debería dejarles traer las cajas de vino e importar directamente.
P. Entonces, ¿podríamos estar a las puertas de una Ley de Importación
para el sector privado?
R. No veo que esté tan cerca el reconocimiento de la capacidad de
importación del cuentapropista cubano. Recientemente inauguraron un
mercado minorista en gran formato en La Habana. ¿No se podría tener ese
mismo mercado mayorista con menores precios? Si le dieran una tarjeta al
cuentapropista para que acceda a esos mercados pueden dinamizar la
economía. En vez de ser productiva, la economía cubana siempre ha sido
rentista, con la aplicación de un recargo de 240-300% al precio de los
productos importados o con la reexportación de fuel oil desde la época
soviética y después con Venezuela.
P. ¿Topar los precios de los mercados agrícolas y ahora de los taxis
colectivos ayuda realmente a evitar que las tarifas se sigan disparando?
R. Son medidas que funcionan en un corto plazo. Se han utilizado en
otros momentos y han fracasado. Si se decide por la oferta y demanda,
tiene que ser eso. En la práctica topan un mercado en un municipio y
tienen 90 mercados sin topar. Las personas van al que más cerca les
queda. Aunque los precios estén más baratos, la gente va al que le queda
más cerca. No lo pueden hacer masivo porque el Estado no puede controlar
tanta producción o comercialización .
P. ¿Por qué tras más de dos años de aprobada la Ley de Inversión
Extranjera no hay una avalancha de inversionistas llegando a la Isla?
¿Es la agencia empleadora en manos estatales el principal freno?
R. La agencia empleadora en un inicio jugó su rol, pero la contratación
directa, en que el inversionista pueda pactar el salario de los
trabajadores, es vital; de lo contrario está pagando doble. Le paga a la
agencia empleadora, pero para que el obrero haga las obras con calidad
hay un dinero que se debe desviar por fuera. Si el Estado quisiera
clarificar esta situación podría eliminar la agencia empleadora y luego
recaudar a través de impuestos sobre la ganancia. Pero esa no es la
causa fundamental para que los inversionistas lleguen a Cuba, sino la
aún discrecionalidad y la demora en las nuevas aprobaciones.
Por ejemplo, en Mariel la Agencia Empleadora se queda con el 20% del
salario que la compañía inversora paga. El resto se lo paga el Gobierno
cubano al trabajador a 10 pesos cubanos por dólar. Aún así estas
personas ganan 12 veces más que la media cubana. Es decir los obreros
que trabajan en Mariel están más incentivados.
P. ¿Los inversionistas necesitan más garantías?
R. La garantía está. Los extranjeros arguyen que para invertir 500
millones cuando no está muy claro que no van a ser propietarios, les
resulta complejo, y además está el hecho de que los negocios son por un
periodo determinado. Los que están invirtiendo lo hacen en el sector de
los servicios. Por ejemplo Starwood en el hotel de Quinta Avenida lo que
tiene es un contrato de administración hotelera. Si el negocio le va mal
no importa, se van y no tienen problemas porque el hotel no es de ellos.
Pero poner desde la primera piedra y que después, cuando ni siquiera has
recuperado la inversión, le digan que cambiaron las leyes... es
tremendo. La gente tiene ese temor por la historia. Te puedo garantizar
que los inversionistas, a pesar de los tropiezos, tienen interés en
Cuba, pero son las autoridades cubanas que se demoran en la aprobación.
P. Ahora hay un grupo de trabajadores indios que han sido contratados
para apurar las obras del Hotel Manzana a pocos metros del Parque
Central. ¿Es una novedad?
R. No son los indios los primeros trabajadores extranjeros en llegar a
Cuba. En los cayos, muchos franceses trabajan diariamente. Lo que pasa
es que no llaman tanto la atención como los indios. Esos trabajadores
franceses se hospedan en los hoteles y cobran su sueldo como si
estuvieran en su país, al igual que los indios. No creo que esa noticia
sea tan sorprendente como se quiere presentar en la actualidad.
P. ¿Cuáles son las principales fuentes de ingreso de divisas para la
economía cubana?
R. Los servicios en primer lugar. Pero se supone que los pagos por
servicios de Venezuela han disminuido por la propia situación interna de
ese país, se puede estimar que podría estar alrededor de 1.000 millones
de dólares de lo que debería ingresar a Cuba [en 2012, se estimaba que
la Isla ingresaba unos 8.200 millones por servicios médicos en el país
caribeño de los cuales actualmente puede haber dejado de recibir en
torno a 1.300].
La segunda fuente de ingresos, más que el turismo, son las remesas. El
turismo da una ganancia bruta, pero en la práctica solo se está ganando
entre 0,24 centavos y 0,30 centavos por dólar recaudado.
Por otro lado es muy difícil tener un dato concreto de las remesas
porque la gente prefiere enviarlas cash, aunque ahora también se tiene
las de la Western Union, porque ha mejorado mucho el servicio en cada
provincia.
De 2002 al 2015 se estima que se han ido de Cuba más de 700.000
personas. La mayoría sigue teniendo vínculos porque tienen a sus
familiares en Cuba y les envían aunque sea 100 dólares. A eso se suma el
capital de trabajo que está llegando para invertir en pequeñas empresas.
Está llegando mucho dinero.
P. Si está entrando todo ese dinero, ¿dónde radica entonces el problema
que ha llevado al país a la actual situación?
R. Ellos dicen que el problema es coyuntural; pero el problema de la
economía cubana es estructural. Creo que debe dársele a la empresa
estatal más prerrogativas, que se conviertan en empresas públicas, que
se le fijen metas productivas pero más incentivos si las sobrecumplen.
Además, en Cuba hay muchas reservas de eficiencia productiva. Deben
potenciarse más las fuerzas productivas, autorizarse a las pequeñas y
medianas empresas privadas. No preocuparse tanto en los que ascienden
más en la obtención de ingresos, sino como hicieron Vietnam y China,
poner el foco en aquellos que no ascienden, y trabajar para que
incrementen su escala en la sociedad. Es decir, no penalizar a los
"ganadores", sino ayudar a los "perdedores". Entre más riqueza personal
se tenga, habrá más riqueza colectiva y una mejora de la economía en
general.
P. ¿En la enseñanza de la economía se siguen utilizando los viejos
manuales de la época soviética?
R. No. Creo que los estudiantes de economía reciben muy buena educación,
con manuales modernos. Lo desestimulante es que muchos profesores de
alta calificación han salido de la Universidad de La Habana, entre ellos
de la Facultad de Economía, por no estar estimulados o recibir pocos
ingresos. Ya los alumnos no estudian por los libros de la época
soviética, pero cuando se gradúan y se les pone a trabajar no siempre
pueden aplicar los conocimientos adquiridos, por la elevada
centralización en la toma de las decisiones en el país.
Source: Ayudar a los perdedores sin penalizar a los ganadores -
http://www.14ymedio.com/entrevista/Ayudar-perdedores-penalizar-ganadores_0_2045795405.html
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