viernes, 5 de agosto de 2016

El hospital para niños que nunca fue

El hospital para niños que nunca fue
Hace 33 años comenzó su construcción en Bayamo, y todavía no lo terminan
Jueves, agosto 4, 2016 | Marelis Fonseca Viltres y Roberto Rodríguez
Cardona

GRANMA, Cuba.- Con solo ocho plantas, el Hospital Pediátrico de Bayamo
se quiso alzar como el segundo edificio más alto de esa urbe oriental.
Su construcción, aún detenida, a medias, se remonta a comienzos de la
década de los 80 del pasado siglo. La infraestructura está seriamente
afectada por el tiempo y el abandono.

Quienes surcan la Carretera Central, Vía Santiago, donde está enclavada
la obra solo alcanzan a ver tras la cerca perimetral una cortina de
densa vegetación que oculta los pisos inferiores. Una mirada más atenta
permite ver que entre sus cimientos también han crecido maleza,
arbustos, e incluso árboles.

En una ventana del piso superior son visibles, desde la carretera, las
ramas frondosas de un árbol que allí crece. Otras aperturas dejan
entrever también la estructura llena de hierbas, como para recalcar el
abandono reinante.

El inicio de la construcción de esta obra fue anunciada por Fidel Castro
en el acto del 26 de Julio de 1982, en Bayamo, según consta en el la
edición del 30 de julio de ese año en el periódico La Demajagua. La obra
fue acometida por la Empresa Constructora de Obras de Ingeniería en
Granma, ECOI 20, y comenzó en el año 1983 como parte de cuatro proyectos
similares a realizar en el país, y uno de siete proyectos a realizar en
Bayamo que por diferentes motivos se iniciaron y no se concluyeron o
jamás se comenzaron. Tampoco se especificó en aquel momento una fecha de
culminación.

En la visita que realizó a la ciudad en 1988, Fidel Castro inquirió por
el estado constructivo de aquel proyecto: "¿Cuánto les lleva terminar y
que atraso tienen?" Le respondieron: "El pediátrico está muy atrasado,
Comandante", refiere Ludín B. Fonseca García, historiador de Bayamo.

"Por allí pasaron miles de trabajadores y se gastaron cualquier cantidad
de recursos, que fueron puestos en función de ese hospital, pero unos
años después detuvo su construcción; se presumían fallos estructurales
en los cimientos y errores de cálculo en la documentación", refirió
Miguel Rosabal, un albañil ex trabajador de la obra. "Luego, con la
llegada del Periodo Especial, se paralizó la obra, los obreros fuimos
reubicados y el proyecto se fue a bolina por falta de recursos".

En 2003, aprovechando el emplazamiento, el Grupo Empresarial de la
construcción acometió un proyecto anexo, valorado en 30 millones de
pesos, que resultó en el Centro Médico Ambulatorio del Hospital
Provincial Carlos Manuel de Céspedes y que brinda servicios a las
provincias orientales.

Según informó recientemente el semanario local La Demajagua, "en este
centro han tenido que reubicar algunas consultas y tecnología de apoyo,
como la de Patología de cuello y el local de Neurofisiología, porque
desde hace más de un quinquenio, sus falso techos, son guarida de
colonias de murciélagos y actualmente está invadido además por colmenas
de abejas, procedentes de la construcción aledaña".

Estas afectaciones colaterales no previstas por los proyectistas ponen
en peligro la calidad de los servicios, y a pesar de ser de conocimiento
público, dirigentes y organismos involucrados no han podido eliminar la
crítica situación. La solución se ha limitado a poner bolsas de formol y
sellar los agujeros de entrada, según el citado semanario.

Con la aspiración de obtener un financiamiento especial del Gobierno
Central del país y lograr la materialización de la obra, para el año
2013 Ludín Fonseca lo incluyó entre las obras a acometer en la segunda
etapa del Proyecto 500 Aniversario de la Fundación de la villa bayamesa.
Una estrategia certera, pero sin resultados palpables.

"Los niños que esperaban ser tratados en ese hospital muy pronto serán
atendidos, pero en el hogar de ancianos que está a 150 metros de aquí",
comentó en tono jocoso un transeúnte —que luego se identificó como
Ricardo Sosa Martínez— al verme tomar las fotografías que acompañan este
artículo y agregó: "Ese hospital solo ha sido un cementerio de recursos
malgastados y una falta de respeto a los bayameses".

Señalando la estructura, continuó con que "al principio esto parecía un
hormiguero; entraban y salían camiones con materiales, una pila de grúas
alzando piezas prefabricadas, todo el personal en función del trabajo,
poco a poco la cosa se fue relajando y cuando pararon la obra comenzó el
relajo. Lo único que garantizó ese hospital fue el desvío de recursos.
De ahí salió material para unas cuantas casas y no se sabe la cantidad
que fue a parar del mercado negro al bolsillo de los jefes (…) Yo no sé
cómo después lograron justificar tanta pérdida".

Este año, la estructura prefabricada de ocho plantas del "futuro"
Hospital Pediátrico de Bayamo arribó a sus 33 años, alzándose como un
perfecto monumento a la chapucería y el despilfarro, a la espera de una
culminación que nunca llega.

Source: El hospital para niños que nunca fue | Cubanet -
https://www.cubanet.org/destacados/el-hospital-para-ninos-que-nunca-fue/

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