viernes, 28 de octubre de 2016

Bruno, Barack y los plomeros indios

Bruno, Barack y los plomeros indios
JORGE DÁVILA MIGUEL

Las cosas sucedieron así: cierto día saltó a la publicidad desde La
Habana la foto de algunos obreros indios, no del oeste americano sino de
la India hindú, monísimos todos ellos en sus impecables monos
anaranjados, subiéndose a un autocar de turismo en los que serían
trasportados bajo la canícula capitalina aunque tiernamente envueltos en
aire acondicionado.

La gente se enteró y comentó el hecho, protestó y al mismo tiempo se
quedó con la boca abierta, algunos con pena, otros con placer. ¿Cómo era
posible que en Cuba Socialista ––paraíso de los trabajadores (a pesar
del bloqueo imperialista)–– se trajeran obreros del otro lado del mundo
en vez de emplear a mano de obra nacional? Pausa.

La victoria diplomática cubana en Naciones Unidas el pasado miércoles 26
es histórica, así como la sorprendente decisión del presidente Barack
Obama de no votar en contra sino de abstener a la delegación de Estados
Unidos en una resolución anual que condena la política de Washington
contra Cuba desde hace 25 años. Obama, con dicho gesto, indica que no
solo busca con honestidad una reparación legal del conflicto comercial
entre los dos países sino un reconocimiento moral de Estados Unidos
hacia Cuba en el espinoso tema del bloqueo. El canciller Bruno Rodríguez
––como obvio puntero en la persistente política cubana–– saludó varias
veces la abstención de Estados Unidos y a su delegada Samantha Power,
pero sobre todo continuó con un duro y documentado alegato en contra de
Washington, la persistencia del embargo entre otras cosas. La Habana
nunca ceja, martilla y machaca hasta que se doble el yunque, y hasta
ahora le ha salido bien. Quien revise el sólido discurso de Rodríguez
entiende las razones de Cuba y hasta lo que el canciller parece
transpirar, vibrante y victorioso: que el bloqueo/embargo es el culpable
de la pobreza económica y social en Cuba. Pero eso no es así.

Lo que nos lleva a los obreros indios atravesando La Habana en su nube
de aire acondicionado y a algunas preguntas que no pueden responder ni
Obama ni Power, ni 192 de los 193 países reunidos el miércoles en
Naciones Unidas, solo uno de ellos.

¿Quién defiende o defenderá los derechos de los trabajadores cubanos
ante las "nuevas coyunturas" en la "actualización del modelo"? Retórica
aparte, ¿el sindicato, el Ministerio del Trabajo, la Asamblea Nacional?
¿Tal vez la empresa constructora francesa Bouygues que trajo a los
compañeros proletarios indios para sustituir con eficiencia a los
compañeros proletarios cubanos será la encargada?… ¿Podemos creer de
verdad que en Cuba, faro de la educación y la biotecnología, no existan
electricistas y plomeros calificados? El día en que el embargo sea
levantado ––que lo será–– ¿qué pasará con las empresas americanas que
necesiten obreros cubanos? ¿Se convertirá el estado cubano en una
gigantesca y única agencia intermediaria de contratación o permitirá que
los yanquis contraten directamente a los cubanos?

Tal vez ese fue el dilema de Bouygues: no pueden contratar directamente
y les sale ¡más barato! traerlos de la India antes de contratar a través
del gobierno. ¿Lucharán los sindicatos obreros con los inversores
capitalistas en favor del trabajador o serán más estatales que obreros?
¿Cuál será la legislación justa, cuáles las reglas del juego, cuáles las
bondades de la "actualización del modelo" para beneficiar, sí, a los
trabajadores cubanos?

Un fantasma recorre Cuba y ojalá que solo sea un fantasma: que en las
nuevas relaciones de producción, propiedad y administración, así como en
las oportunidades comerciales y empresariales que se abren como
preámbulo de la "actualización del modelo", sostenible y socialista,
penetran el nepotismo, la influencia política y el privilegio. Como una
nueva piñata a lo nicaragüense o a la rusa. ¿Es realmente así? Una
legítima pregunta para cualquier cubano que sienta por Cuba y que el
levantamiento del embargo no puede responder.

Comentarista político y columnista de CNN en Español.

Source: Bruno, Barack y los plomeros indios | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/opinion-sobre-cuba/article110877327.html

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