ETECSA, internet y el abandono de 'los principios de la revolución'
ELÍAS AMOR | Valencia | 22 de Diciembre de 2016 - 06:20 CET.
Ya no saben que inventar. O tal vez sí. Ahora nos acabamos de enterar
que la empresa estatal y monopolio estatal de las telecomunicaciones
ETECSA anunció que en los próximos días va a empezar la prueba de acceso
a internet desde los hogares, con un total de 2.000 usuarios de los
consejos populares Catedral y Plaza Vieja, en La Habana Vieja.
La decisión de la empresa coincide, igualmente, con un anuncio de rebaja
de las tarifas de conexión a internet, que a partir de este lunes
costará 1,50 CUC por hora, una rebaja de 50 centavos con respecto al
precio anterior, pero que sigue siendo un precio muy elevado para el
salario medio en la Isla, del equivalente a unos 27 dólares al mes. Y,
en principio, solo para acceder a los contenidos de las páginas web del
régimen comunista.
Lo más sorprendente del anuncio de ETECSA es que, aunque no se ofrece
información de cuál va a ser el coste de navegar desde casa, si que se
ha anunciado que "el servicio podrá ser pagado desde el exterior".
Sí. Lo hemos leído correctamente. Los cubanos podrán conectarse a
internet en Cuba, navegar por la red de redes, y pagar desde el exterior
el servicio. La eventual contratación por los cubanos de compañías de
servicios en el extranjero parece una cuestión controvertida, y sin
embargo, ETECSA, a la primera de cambio, ya ha conseguido autorización
del régimen para romper el embargo. Las perspectivas de negocio empiezan
a dominar a la ideología. Y eso, a pesar de que Fidel Castro lleva
muerto menos de 15 días. La transición del poder económico empezó antes
de lo que muchos pensaban que iba a ocurrir.
Si los planes de ETECSA se llevan a cabo —y ya nada parece que pueda
aparcar esta medida—, los cubanos de la diáspora pagarán el coste de la
conexión de sus familiares en la Isla. Además, lo harán de buen grado.
No me extraña. Cualquiera que tenga a su madre o hermanos en Cuba y se
encuentre en Berlín, Praga o Miami, descubrirá que no existe nada más
placentero que ese contacto y relación continuos con los suyos que,
durante más de cinco décadas, el régimen de Fidel Castro impidió a los
que eligieron la vía de la libertad y el exilio.
Hay que tener en cuenta que estamos ante un acontecimiento novedoso en
la Isla, en la que este tipo de prácticas eran impensables hace pocos
años. Además, está fuera de toda racionalidad económica. Lo normal es
que ocurra lo contrario. Por ejemplo, lo normal es que los padres de los
jóvenes españoles en estancias del programa Erasmus en universidades
europeas paguen desde España los servicios de telefonía e internet de
sus hijos en el exterior.
En Cuba, para estar conectado por internet se exige un pago, un peaje al
monopolio estatal comunista, para comunicarse con padres, hermanos y
demás familia en la isla. ETECSA se lucra así a partir de una situación
desgraciada para todos los cubanos, que es la separación y la distancia.
Lo preocupante es que esta decisión de ETECSA puede estar abriendo
camino para otras empresas estatales del régimen que pueden encontrar
así una vía para expandir sus ventas de bienes y servicios a partir de
los ingresos que las familias residentes en Cuba perciben de las remesas
enviadas desde EEUU o cualquier país europeo. Ya se vio el resultado de
esta medida al autorizar a los cubanos el acceso libre a los hoteles y
restaurantes que se habían reservado para el turismo extranjero.
Deslindar las necesidades del poder de compra, es una aventura que el
mercado terminará por castigar, a largo plazo. Para empezar, ¿dónde hará
las campañas de marketing ETECSA?¿En Cuba, tal vez en Miami o Madrid,
por ejemplo?
Esto quiere decir que el régimen vuelve a poner en marcha, aunque ello
suponga alguna cesión a los "principios revolucionarios de Fidel
Castro", un mecanismo para tener acceso al gran botín de los ingresos de
los cubanos en el exterior. Con ello, la llamada revolución se distancia
de su paradigma histórico de la equidad y la justicia, y va a sentar
notables diferencias y desigualdades sociales que ya existen y que se
van a agrandar.
Los cubanos que tengan la posibilidad de pagar el coste de acceso a
internet podrán tener acceso a la búsqueda de sitios webs de interés
cultural, informativo y de investigación de contenidos nacionales y
paquetes de datos para el uso del correo electrónico en equipos móviles,
y como es difícil poner puertas al campo, a la información de la aldea
global. Los cubanos que no puedan pagar ese peaje, no tendrán
garantizado el acceso a esa información. La dualidad está servida, una
más de las muchas que existen en el régimen castrista, y no tardará en
ser un foco más de malestar social. Tiempo al tiempo.
Al final la cuestión a dilucidar es que Cuba tiene poco menos de cuatro
millones de usuarios de internet en 2015, al sumar más de 864.000 en ese
periodo, según datos de la Oficina Nacional de Estadística e
Información (ONEI). No hay datos de lo sucedido en 2016, pero la
realidad es que los datos sectoriales de la economía castrista muestran
un notable dinamismo del sector de las telecomunicaciones. Con tan solo
348 usuarios conectados por cada 1.000 habitantes. Cuba es uno de los
países con las tasas de penetración de internet más bajas del mundo,
pero precisamente por ello, ofrece grandes perspectivas de desarrollo.
Este artículo apareció en el blog Cubaeconomía. Se reproduce con
autorización del autor.
Source: ETECSA, internet y el abandono de 'los principios de la
revolución' | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1482342010_27594.html
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