La debacle de Caracas golpea a las gasolineras cubanas
Las estaciones de servicio estatales solo despacharán en abril gasolina
'premium' a los turistas
Miami 1 ABR 2017 - 01:21 CEST
Cola en una gasolinera este viernes en La Habana. EFE
La debacle de Venezuela, el gran suministrador de Cuba de refinados de
petróleo, agudiza las carencias de la isla. Una circular interna citada
por EFE indica que a partir de este sábado, y durante el mes de abril,
las gasolineras solo venderán gasolina premium, la más elaborada y que
más escasea, a los turistas.
Este viernes, antes de la entrada en vigor de la norma, en La Habana se
empezó a notar la inquietud por la falta de combustible con largas
colas, ha reportado EFE, e incluso el cierre de alguna estación de
servicio, según periodistas locales. Por el momento no ha habido ningún
anuncio oficial que aclare a la población las nuevas medidas. La
circular apunta que los centros estatales y los usuarios particulares, a
excepción de los turistas, solo tendrán permitido el uso de gasolina
regular, y en ningún caso de combustible especial de alto octanaje.
Desde la llegada al poder de Hugo Chávez en Venezuela en 1999 y su
alianza con Fidel Castro, Caracas ha sido el mecenas energético de la
isla y su principal fuente de ingresos por pagos por servicios
profesionales, sobre todo médicos cubanos. En tiempos boyantes, Caracas
inyectaba más de 100.000 barriles de crudo diarios a La Habana a precio
subsidiado, y La Habana ha enviado en todo este tiempo a más de 200.000
profesionales a Venezuela. Según los estudiosos de las relaciones
económicas entre ambos países el volumen de envío de crudo a Cuba ha
bajado entre un 40 y un 60%, y la isla ingresó en 2016 1.200 millones de
dólares menos por exportación de servicios, lo que ha hecho tambalearse
su balanza comercial y metido al país en una recesión de -0,9%, la
primera en dos décadas desde los tiempos de la caída de la URSS, su
anterior sostén.
La dependencia energética de Cuba del petróleo es acentuada. Tan solo un
4% de la energía que consume proviene de fuentes renovables. El gobierno
se ha marcado el reto de que ese porcentaje llegue en 2030 al 24%, pero
ello requiere una cantidad de capital que Cuba solo puede lograr
atrayendo inversión extranjera, posibilidad que se mantiene ralentizada
por el moroso ritmo de apertura económica marcado por la cúpula,
centrada en el control político.
Las alarmas energéticas saltaron ya en el verano de 2016. Venezuela
había entrado en picado y el presidente Raúl Castro reconoció el
problema refiriéndose a la "contracción en los suministros de
combustible pactados con Venezuela, a pesar de la firme voluntad del
presidente Nicolás Maduro y su gobierno por cumplirlos". Por entonces
empezaron en el sector público recortes en la provisión de gasolina, en
el uso de aire acondicionado y reducciones de las jornadas de trabajo.
El ministro de Economía Marino Murillo cifró en un 28% el ahorro
energético necesario en el segundo semestre. Una semana más tarde
Murillo dejó su puesto y pasó a ocupar un cargo de planificador
económico general. El cerebro de las reformas no ha vuelto a hacer
declaraciones.
El Gobierno cubano, mientras tanto, mantiene su respaldo a Caracas. Su
cancillería emitió esta semana un comunicado contra la OEA (de la que
Cuba fue expulsada en 1962) tachando de "histérica y execrable" la
postura de su secretario general Luis Almagro, que demanda el respeto al
estado de derecho en Venezuela, calificando de "chantajista" a Estados
Unidos y afirmando que "no podrán con la Revolución Bolivariana y
chavista que dirige el indoblegable presidente Nicolás Maduro". A
principios de marzo en una visita a Caracas, Raúl Castro pronunció una
frase con resonancias de final de época: "En Venezuela", afirmó el
dirigente cubano, "se libra hoy la batalla decisiva".
Source: La debacle de Caracas golpea a las gasolineras cubanas |
Internacional | EL PAÍS -
http://internacional.elpais.com/internacional/2017/03/31/america/1490996968_442718.html
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