martes, 11 de abril de 2017

La imprevisión y la sequía perjudican la zafra

La imprevisión y la sequía perjudican la zafra
ZUNILDA MATA, La Habana | Abril 10, 2017

El sol apenas ha salido y la carreta cargada de hombres está a la vera
del cañaveral. La brigada de cortadores apura el ritmo antes de que
llegue el mediodía y el calor se vuelva insoportable. La zafra entra en
su recta final y los pronósticos oficiales auguran un aumento en la
producción de azúcar del 12% en relación con el año pasado, según Azcuba.

La "zafra chica" (noviembre-diciembre) superó el millón de toneladas de
azúcar crudo, la cifra más alta de los últimos 15 años, pero la sequía,
los problemas con el transporte y las roturas en la maquinaria de los
centrales amenazan con anular este primer éxito.

La actual zafra tenía previsto arrancar con 54 ingenios a lo largo de
todo el país, el mayor número desde el desmantelamiento de parte de la
industria a inicios de este siglo. Sin embargo, a mediados de enero solo
habían podido sumarse a la molienda unos 43 ingenios debido a los
problemas técnicos y la obsolescencia de la infraestructura que
caracteriza al sector.

"Desarmamos centrales y hasta regalamos algunos a otros países, y ahora
resulta que ha habido que volver a armarlos", se queja Lázaro, ex
trabajador de 66 años del ingenio Paquito Rosales y nacido en el
municipio de San Luis, en Santiago de Cuba. La reducción de la industria
también tuvo un grave efecto social en los poblados volcados en la
producción azucarera.

En esos años, al menos 71 centrales dejaron de producir y el 10% de la
población cubana se vio afectada en distinto grado por el cierre de
estos ingenios.

"Muchos pueblitos se volvieron lugares fantasma", asegura Lázaro,
miembro de una familia de tradición azucarera y que creció mordisqueando
cañas. Desde hace un lustro decidió abandonar el corte de caña y mudarse
hacia La Habana. "Es un trabajo muy duro y pagan mal", se queja.

La Isla vive la peor sequía del último medio siglo y sus embalses se
encuentran a un 39% de capacidad, una situación que afecta al suministro
de agua a la población, la industria y la agricultura. La falta de agua
ha impactado especialmente en la molienda, en cuyo proceso es de vital
importancia, así como también lo es antes de la zafra.

El santiaguero se molesta cuando ve los sacos de azúcar que descargan en
la bodega más cercana a su vivienda para la distribución en el mercado
racionado. "Vienen de Brasil ¿Quién nos lo hubiera dicho?", se queja.
"De ser la azucarera del mundo hemos pasado a importar azúcar". Según
los datos del Anuario Estadístico de 2015, Cuba exportó azúcar por valor
de 417.180 millones de pesos e importó azúcares, preparado de azúcar y
miel por un total de 17.772 millones de pesos.

Tras los recortes masivos en la industria nacional los precios del
producto mostraron una tendencia a la recuperación que se hizo más
evidente durante el pasado año, cuando la libra superó los 15 centavos
de dólar y la Organización Internacional del Azúcar vaticinó que la
oferta mundial quedaría unos 3,5 millones de toneladas por debajo de la
demanda.

Para Cuba resulta complicado competir con otros países productores de la
zona, en parte porque la sequía ha afectado en los últimos meses el
rendimiento de la caña. "Los campos están algo raquíticos y durante la
molienda se ve que la caña tiene poco jugo porque casi no ha llovido,
aunque la falta de lluvia ha favorecido las tareas de corte", comenta a
este diario un ingeniero químico en un central en Camagüey del Grupo
Azucarero Azcuba que prefirió el anonimato. El empleado cree que "habrá
una afectación seria en el rendimiento".

La pasada campaña produjo 1,6 millones de toneladas de azúcar. La cifra
nunca se publicó oficialmente pero terminó por filtrarse a la prensa
extranjera. Los medios nacionales solo hablaron de una disminución con
respecto a la anterior cosecha, que fue de 1,9 millones de toneladas, y
subrayaron el repunte del sector al superar los 1,1 millones de 2009,
cuando la industria tocó fondo y obtuvo los peores resultados en 105 años.

Desde entonces Azcuba ha intentado reanimar la producción y este año se
ufana de contar con más caña en los campos, un mejor equipamiento
agrícola para la cosecha mecanizada y una mejor preparación de los
centrales.

Sin embargo, los previsibles imprevistos han vuelto a aparecer. Lentitud
y falta de eficiencia en las reparaciones demoraron la puesta en marcha
en algunos sectores y la mecanización del corte no ha traído los
resultados esperados, según declaraciones de funcionarios del sector a
la prensa oficial.

Los rostros más visibles de las instancias gubernamentales y
partidistas, como los vicepresidentes Miguel Díaz-Canel y José Ramón
Machado Ventura, han visitado las provincias con mayores problemas y
exhortado a los trabajadores a incrementar la eficiencia, especialmente
en estos días donde se deciden los resultados finales.

La pasada semana Díaz-Canel pidió una mejor organización y reconoció las
dificultades en las reparaciones que provocaron, entre otros problemas,
que centrales de Villa Clara como el José María Pérez iniciaran la zafra
con 36 días de atraso y que el complejo de Ifraín Alfonso, de Ranchuelo,
no haya tenido un buen desempeño industrial.

Lázaro, que nació entre cañas y conoce al dedillo cada momento de las
más importantes cosechas cubanas, cree que "no importa lo que se diga, a
estas alturas la suerte de la zafra ya está echada".

Source: La imprevisión y la sequía perjudican la zafra -
http://www.14ymedio.com/internacional/zafra-azcuba-exportaciones-ingenios-zafra_chica-sequia_0_2196980287.html

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