sábado, 15 de diciembre de 2012

Vidrieras en estado de coma

Sociedad



Vidrieras en estado de coma

Fernando Dámaso

La Habana 11-12-2012 - 5:44 pm.



Vacías, acortinadas y ahora enrejadas: medio siglo de vidrieras de

comercios en La Habana.



En la Cuba republicana, ir de tiendas o de compras a las principales

calles comerciales, además de una necesidad, constituía un placer.

Igualmente era un placer ir a ver las vidrieras, limpias y adornadas

según los diferentes eventos y épocas, comenzando, al menos en La

Habana, por el Día de los Enamorados, el Carnaval, el Día de las Madres,

la primavera, el verano, el otoño y el invierno, cuando descollaban los

motivos navideños, que incluían hasta las calles con guirnaldas,

múltiples colores y villancicos.



Estas costumbres se mantuvieron durante algún tiempo después de 1959

—"el año del accidente"—, y desaparecieron con la absurda "Ofensiva

Revolucionaria" que liquidó, de la noche a la mañana, todos los

establecimientos particulares, desde una tienda por departamentos hasta

un sillón de limpiabotas.



Las vidrieras, faltas de artículos que mostrar, fueron quedando vacías y

llenándose de polvo y desechos, hasta que a alguien se le ocurrió

convertirlas en "escaparates culturales". El experimento comenzó por la

calle San Rafael, cubriendo por detrás con pintura de colores,

preferentemente roja y negra, los cristales, dejando pequeñas aberturas

de formas geométricas para observar, a través de ellas, algunos objetos

de arte (por lo general jarrones de barro decorados) colocados en

pedestales en sus interiores.



La "genial" idea se fundamentó hasta con artículos en la prensa, donde

se planteaba que "las vidrieras eran rezagos capitalistas, donde se

incentivaba el consumo, lo cual no era necesario en el socialismo, donde

las personas consumirían solo lo necesario, sin necesidad de propaganda".



[Tienda 'La Gran Feria', La Habana, 2012. (WALFRIDO LÓPEZ)] Tienda 'La

Gran Feria', La Habana, 2012. (WALFRIDO LÓPEZ)



Por suerte el "engendro cultural" duró poco: solo hasta que comenzó a

entrar la cuantiosa ayuda de la hoy extinta Unión Soviética y de sus

satélites, y surgió el denominado "mercado paralelo", el cual, a precios

elevados, ofertaba artículos que no se incluían en ninguno de los

sistemas de racionamiento establecidos, tanto el industrial como el

alimentario. Entonces, algunas vidrieras comenzaron a tener vida nueva,

aunque con pésimo gusto estético.



Con la aparición de los "gusanos" convertidos en "mariposas de alas

verdes", apresuradamente se remozaron algunos comercios, con el objetivo

de captar divisas pero, como en ellos no podían comprar los residentes

nacionales si no iban acompañados por algún pariente o amigo "de afuera"

(estaba prohibido poseer divisas), las vidrieras y puertas fueron

cubiertas con cortinas, para evitar las miradas indiscretas de los

transeúntes. Autorizada la tenencia de divisas años después, algunas

cortinas se eliminaron y otras se mantuvieron.



Con el agravamiento de la situación económica de los ciudadanos de a

pie, y ante el aumento de las actividades delictivas y actos de

violencia, las vidrieras y puertas de los comercios se enrejaron (hasta

con cabillas corrugadas) y algunas con cortinas metálicas exteriores de

corredera, convirtiéndolos en verdaderos búnkeres. El ejemplo más

deprimente lo constituyen los comercios situados en Centro Habana.



Hoy, desafortunadamente, en casi todos los municipios, esta es la imagen

más generalizada en nuestras calles comerciales, atentando contra el

ornato público, además de lo desagradable que resulta tener que comprar

—con el dinero con el que no te pagan— en un comercio que, más que tal,

parece un área restringida de algún establecimiento penitenciario, con

custodios incluidos. De esta locura solo han escapado, en parte, algunos

centros comerciales ubicados en Miramar o El Vedado. Menos mal que,

hasta ahora, a nadie se le ha ocurrido fundamentar política e

ideológicamente esta original aberración comercial del "modelo" cubano.



http://www.diariodecuba.com/cuba/14397-vidrieras-en-estado-de-coma

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