Jueves 3 de agosto, 2:58 PM
Cambio en Cuba no aumentaría ventas de alimentos estadounidenses
Por Charles Abbott y Chris Baltimore
WASHINGTON (Reuters) - La decisión de Fidel Castro de delegar
temporalmente la presidencia de Cuba en su hermano no modificará las
restricciones impuestas por Estados Unidos a la venta de alimentos a la
isla comunista, dijeron legisladores y analistas.
Las ventas fueron autorizadas hace seis años, en una excepción al
embargo económico de cuatro décadas dispuesto por Estados Unidos,
siempre y cuando Cuba pagara en efectivo.
Grupos agrícolas y productores de alimentos tenían esperanzas de que
fueran adoptadas nuevas medidas para expandir un mercado que se
encuentra a 145 kilómetros de Florida.
Sin embargo, el gobierno del presidente George W. Bush insiste en que
Cuba pague antes de que los buques salgan de los puertos de Estados
Unidos, en lugar de hacerlo previo a descargar en La Habana.
Aún así, las ventas acordadas para este año suman 350 millones de dólares.
John Kavulich, jefe del grupo que vincula el comercio entre ambos
países, dijo el miércoles que no esperaba "un cambio en la política de
Estados Unidos hacia Cuba en el corto ni en el mediano plazo, ni tampoco
en la política de Cuba hacia Estados Unidos."
La política de Washington pide cambios fundamentales en Cuba, un eterno
antagonista de Estados Unidos.
Un grupo de agricultores estadounidenses dijo que parecía improbable que
Cuba cambie su rumbo socialista en este momento. Castro transfirió
provisionalmente el poder a su hermano Raúl debido a una enfermedad.
"Nos gustaría ver una verdadera transición (a la democracia) en Cuba"
antes de que se distiendan las normas, dijo Camila Gallardo, de la
Fundación Nacional Cubana Estadounidense en Miami, crítica del gobierno
de Castro.
Grupos agrícolas estadounidenses consideran a Cuba y a sus 11 millones
de ciudadanos como un mercado natural.
"Es uno (de los lugares) que Estados Unidos debería estar abasteciendo,"
dijo Bob Stallman, presidente de una federación agrícolas de Estados
Unidos, que tiene 6,1 millones de afilados.
FOMENTAR REFORMAS
Tras el final de la Guerra Fría, grupos agrícolas y de negocios
convencieron al Congreso en el 2000 -pese a la oposición de poderosas
organizaciones cubano-estadounidenses- de que las ventas de alimentos
beneficiarían a Estados Unidos y fomentarían las reformas democráticas
en Cuba.
Unos 1.400 millones de dólares en alimentos, principalmente pollo, maíz,
trigo, arroz y soja, han sido vendidos desde que comenzó el intercambio
a finales del 2001. Las ventas deben ser manejadas por bancos extranjeros.
El gobierno de Bush ha exigido desde febrero del 2005 que Cuba pague
antes de que los buques zarpen de Estados Unidos. Las ventas no se
vieron afectadas por esa exigencia, aunque bajaron un 11 por ciento en
el 2005, respecto a los 392 millones de dólares del 2004, dijo Kavulich.
La Casa Blanca utilizó la amenaza del veto el año pasado para desalentar
una propuesta destinada a permitir que Cuba diera un abono por los
alimentos antes de que los bienes cambiaran de manos, un sistema de
venta en efectivo ampliamente utilizado.
La Cámara de Representantes y el Senado plantearon el tema nuevamente en
votaciones separadas en junio y julio.
"El problema es el presidente George W. Bush," dijo el senador Byron
Dorgan, un demócrata de Dakota del Norte.
"Sin importar si el presidente Castro se recupera o no de su actual
crisis de salud, Estados Unidos necesita una relación efectiva y moderna
con Cuba que favorezca nuestros propios intereses económicos, así como
la causa de la libertad en Cuba, mediante una relación directa," opinó.
Legisladores discreparon sobre cómo manejar los depósitos de petróleo
fuera de las costas de Cuba. El Geological Survey de Estados Unidos dice
que la cuenca norte de Cuba podría contener 4.600 millones de barriles
de petróleo y posiblemente hasta 9.300 millones de barriles.
La petrolera española Repsol YPF, la noruega Norsk Hydro y la india ONGC
Videsh se han unido para buscar petróleo en aguas cubanas del Golfo de
México.
El embargo de Washington prohibe que las compañías estadounidenses
realicen tales inversiones.
Un proyecto de ley patrocinado por el senador Larry Craig, un
republicano de Idaho, permitiría que las compañías petroleras de Estados
Unidos eviten tales sanciones.
http://ar.news.yahoo.com/060803/21/svrn.html
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