'recetas' del CSG para acelerar la transición en Cuba
El Grupo de Estudios Cubanos avala el diálogo de España con Castro pero
exige "más firmeza" en temas como los DDHH o presos políticos
MADRID, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Grupo de Estudios Cubanos (CSG, por sus siglas en inglés), una
influyente organización cubano-americana de Washington, realiza estos
días una gira por Europa para presentar en sociedad sus 'recetas' para
acelerar la transición en Cuba, centradas en la concesión de
microcréditos a los cubanos de a pie y en la creación de un fondo
financiado por Estados Unidos y la Unión Europea para promover el
desarrollo empresarial.
En un encuentro con periodistas en Madrid, primera etapa de la gira
que les llevará a Roma, Ginebra, Luxemburgo, Oslo, Estocolmo, Helsinki y
Vilna, su vicepresidente, Carlos Saladrigas, desgranó los principales
puntos de la propuesta. Cifró en 50 millones de dólares los recursos
para la concesión de esos microcréditos, un dinero que sería financiado
por empresas e instituciones privadas.
"El microempleo permitirá de forma rápida solucionar el problema de
desempleo en la isla", explica Saladrigas, quien precisa que su
propuesta contempla crear una sociedad con el banco 'Compartamos', el
mayor microprestamista de Estados Unidos, para que sean los socios
operativos dentro de Cuba. "Creemos que debería ser uno de los primeros
pasos de un gobierno reformista en Cuba", añade.
Para su otra gran propuesta, la creación de un Fondo Empresarial
Cubano inspirado en el modelo lanzado por la Casa Blanca en 1989 para
apoyar los procesos de transición en los países de Europa del Este
--como Polonia y República Checa-- Saladrigas propone que Washington y
Bruselas aporten cada uno 100 millones de dólares, dinero que serviría
para fomentar la actividad empresarial en la isla.
Así, aboga por reformas que sean "paulatinas" y que empiecen por lo
económico porque, según dice, la apertura económica generará espacios
que tomarán la sociedad civil y la oposición, y éstos a su vez
presionarán para que haya mayores reformas y más profundas. "Poco a poco
se van ganando espacios y se acaba convirtiendo en un un ciclo que
debería terminar en un estado libre y democrático", subraya.
AVAL A LA POLITICA DE ESPAÑA
Durante su gira europea los representantes del Grupo de Estudios
Cubanos quieren exponer su propuesta a los distintos gobiernos e
instituciones financieras. En el caso concreto de España, se la han
trasladado a funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores y de
Cooperación y al Partido Popular, y a todos, según Saladrigas, les ha
parecido "muy interesante".
Preguntado por el papel de España en el futuro de Cuba, Saladrigas
cree en la política de diálogo y cooperación del Gobierno de José Luis
Rodríguez Zapatero porque, según sus palabras, no es el momento de la
confrontación. Pero también es claro al criticar la falta de apoyos
"claros y públicos" a la oposición. "En la diplomacia se usan los gestos
y símbolos", añade, en referencia a la polémica por la no invitación a
disidentes a la Embajada española en La Habana.
"Es una ofensa a la soberanía española que otro gobierno les diga a
quién pueden o no invitar. España está en su derecho de decidir cómo
quiere tratar el tema de los disidentes, pero nos parece insólito que el
Gobierno cubano dicte cómo deber hacerse", añade el vicepresidente del CSG.
Por eso insiste en que es el momento de facilitar el cambio. "No
cabe duda que el diálogo y la colaboración son importantes ya que pueden
ayudar a acelerar la transición, pero hay que hacerlo de forma crítica.
Y España no deber sentirse avergonzada de promover valores fundamentales
como el respeto a los derechos y libertades civiles, y pedir la
excarcelación de los presos políticos", asegura tajante.
En otro momento, cuando le preguntan si es necesario un cambio en la
Casa Blanca, responde con contundencia que sí, y está convencido de que
en las próximas elecciones de noviembre de 2008 habrá un giro. "La
coyuntura actual requiere cambiar de visión sobre el tema cubano. El
actual aislamiento es totalmente contraproducente", considera.
"AISLAR DA OXIGENO AL REGIMEN"
Por eso, defiende el final del embargo y las restricciones a los
viajes y envío de dinero a Cuba. "Aislar a un régimen totalitario es
darle oxígeno (...) El mejor agente de cambio es el propio cubano, el de
dentro y los que estamos fuera, paso esencial en el proceso de
reconciliación, imprescindibles para la Cuba del futuro", añade.
Cuando Saladrigas habla de la "coyuntura actual" se refiere al
momento que vive en Cuba tras el traspaso de poderes de Fidel a Raúl
Castro hace un año. Entonces se abrió una "gran ventana" que "o se
aprovecha o se cierra", según este empresario, para quien de no hacer
nada se corre el riesgo de caer "en el abismo del tercermundismo".
En Cuba se ha abierto un debate interno, impulsado por el propio
Raúl, sobre la necesidad de cambios. Aunque es difícil saber si el
hermano de Fidel será un agente de cambio, para Saladrigas es más
pragmático que Fidel. "Y es en ese pragmatismo donde nosotros vemos
oportunidades y esperanzas de algún tipo de cambio", confía.
Sobre la legitimidad lograda por el régimen para mantenerse tantos
años en el poder, cita la conocida personalidad carismática de Fidel,
"quizá la más importante", la tradicional política de confrontación que
tiene La Habana hacia Washington, y los logros de la revolución en
materia de salud y educación.
Sin embargo, el vicepresidente del CSG advierte que ahora Raúl debe
buscar su propia legitimidad ya que no tiene el carisma de Fidel,
tampoco le interesa "o no se siente cómodo" en un conflicto permanente
con Washington y sabe que los logros de la revolución están en
decadencia. "Necesita resultados, que sólo vendrán si la economía cubana
cambiar de forma estructural", subraya.
"EL FUTURO ESTA EN CUBA, NO EN MIAMI"
La supervivencia del régimen se basa, según Saladrigas, en la
instalación del "miedo" y el "inmovilismo" de todos el país. Temor de la
sociedad civil a un cambio "abrupto y violento", miedo del régimen a un
levantamiento popular y a enfrentarse a la justicia, y miedo de los
disidentes a la represión, la interferencia de Estados Unidos o la falta
de reconomiento por parte de la comunidad internacional.
En varias ocasiones reconoce que los cambios tienen que venir de
dentro porque los verdaderos protagonistas "están en Cuba y no en
Miami", ya que la capacidad de cambio del exilio, de Estados Unidos o la
comunidad internacional es "extremadamente limitada". De todas formas
resalta el rol que está adoptando el exilio en la actualidad. "Debemos
facilitar la transición y no ser un obstáculo", añade.
Saladrigas explica la transición que están viviendo los cubanos en
Estados Unidos. Por un lado los "históricos", que cada vez son menos,
las "nuevas generaciones", que llegaron a Miami en los ochenta, que
están cambiando la dinámica política del exilio, y otro grupo más
pequeño, nacidos o educados en Estados Unidos, que apuestan por la razón
y el pragmatismo, y que busca "lo práctico, útil y efectivo".
En otro momento, se refirió a los dos sectores dentro del régimen, a
los "históricos" que controlan el aparato represivo, que son los que más
temen los cambios porque "no tienen donde irse", y las nuevas
generaciones, más preparadas, ambiciosos y que piensan a largo plazo
porque están "cansados" del sosiego de un proceso revolucionario que
nunca llega a su fin, y "ansiosos" por buscar otros caminos.
Por último, destaca la gran oportunidad que tiene la comunidad
internacional para explicar que el coste de una transición será "mucho
más alto" cuanto más tarde se produzca. "La probabilidad de un cambio
gradual hoy es alta, pero con el tiempo será más baja. Y la posibilidad
de un cambio explosivo hoy es baja, pero con el tiempo subirá. Son
cambios paulatinos, pero tiene que ser ya", sentencia.
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