Ante la ineficiencia estatal, el gobierno apela al sector privado
agrícola; recuerdan a China
06 de abril de 2008
GÜIRA DE MELENA, Cuba (AP) — En un país donde casi toda la población es
empleada del estado, el campesino Jesús Díaz trabaja por su cuenta.
Ahora el gobierno de la isla espera poder aprovechar su experiencia.
Consciente del fracaso de la explotación estatal de la tierra, ahora el
gobierno presidido por Raúl Castro ha dado un voto de confianza a los
productores privados, por primera vez en medio siglo.
"Claro que da resultado el usufructo, porque es una forma de que la
tierra quede en manos de personas que la quieran trabajar",dijo Díaz, un
campesino de los alrededores de Güira de Melena, cerca de la capital,
que es una de las mejores tierras del país.
Díaz recordó que en los años 90, caracterizados por una profunda crisis
económica al desintegrarse la Unión Soviética, que subsidiaba la
economía cubana con miles de millones de dólares al año, pasó lo mismo
que ahora, repartieron la tierra ociosa, pero después dieron marcha
atrás. "Ahora están hablando de lo mismo", manifestó el hombre.
El sector cooperativo y campesino en Cuba tiene actualmente el 35% de la
tierra cultivable, pero produce casi tres cuartas partes de todos los
alimentos y productos agropecuarios de la isla. En tanto, las tierras
estatales constituyen el 65% del total, pero están ociosas en un 51% y
generan apenas el 25% de la producción agrícola nacional, algo que los
expertos consideran escandaloso.
En el país hay 225 mil campesinos propietarios de sus parcelas y otros
350 mil son usufructuarios.
"A todo el que quiera producir tabaco o café se le entrega tierra", dijo
el presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP),
Orlando Lugo, miembro del Consejo de Estado —el máximo órgano de
gobierno— a la televisión cubana. Mientras, se "estudia" una ampliación
paulatina para todos los productos.
Analistas comentaron que la entrega de tierras fue el primer paso que
dio el líder chino Deng Xiao Ping cuando inició las reformas económicas
de corte capitalista.
La crisis crónica agrícola obliga a La Habana a importar 1,600 millones
de dólares anuales en alimentos que antes el país producía en
abundancia, al punto de que era exportador agropecuario neto.
http://www.laopinion.com/latinoamerica/?rkey=00000000000003604120
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