lunes, 27 de julio de 2009

El lento hundimiento del "Cubanic"

El lento hundimiento del "Cubanic"
José Alberto Álvarez Bravo.

LA HABANA, Cuba, julio (www.cubanet.org) - Disponiendo sólo de la madera
con que se podría construir una chalupa, Fidel Castro pretendió erigirse
en el Gran Timonel del trasatlántico del Caribe. Con una extensión
territorial apenas suficiente para edificar una pequeña república, se
empeñó en alcanzar los más pomposos títulos que a megalómanos y
aduladores se les hayan ocurrido.

Creyéndose predestinado para suplantar, en los anales de la Historia
Universal, a Carlomagno, Aníbal, Napoleón y Hitler, e imposibilitado de
ensanchar los límites naturales de su feudo, dedicó los recursos de la
nación a fomentar la subversión en medio mundo. El cálculo parece
obvio: todo gobierno surgido del movimiento guerrillero, habría de ser,
inexorablemente, títere suyo.

Cuántas veces se habrá visto a si mismo cubierto de entorchados y
oropeles, asido al timón del "Cubanic", y vitoreado por la muchedumbre
que tanto desprecia.
Pero una cosa son los sueños…

Uno de los rasgos distintivos del castrismo ha siempre la subestimación
de la calidad. La construcción de esta colosal nave no habría de ser la
excepción.

Desde el inicio, sus excesivas y desmañadas junturas requirieron
demasiado calafate, y las vías de agua no han dado un minuto de reposo a
las bombas de achique. Cíclicamente, ha afrontado –y logrado capear-
pavorosas tormentas, que han terminado por desvencijar el chapucero
armatoste.

El propio Gran Almirante en Jefe lo admitió hace veinte años, cuando
apostrofó al General Rafael del Pino por haberlo abandonado: "las ratas
abandonan el barco cuando se está hundiendo".

A todas luces, una pifia del gran Señor.

Afanado en establecer la peyorativa comparación, no se dio cuenta de su
desliz, que ya no podía borrar de la memoria colectiva; por decirle rata
a del Pino, admitió, sin darse cuenta, que el barco se está hundiendo.

Aunque su televisión se cuidó de hurtarnos las imágenes, las
televisoras extranjeras nos mostraron su trastabillante y aparatoso
despetronque. Lo que no pudo escamotearnos fueron sus grandes
descalabros políticos, como el hundimiento del remolcador 13 de marzo,
el fusilamiento de los tres jóvenes de la lancha Baraguá, y el
encarcelamiento de los 75 opositores y periodistas independientes.

Estos sucesos ampliaron las vías de agua hasta el punto de hacerlas
irreparables, legado que no podría asumir, ni aunque lo quisiera, el
eterno Don Segundo a la Sombra.
Hoy parece evidente que nuestros "heroicos" mandamases sólo muestran
interés en dilatar, aunque sea un día más, el lento hundimiento del Cubanic.

josealberto.alvarez@yahoo.com

Cuba: El lento hundimiento del "Cubanic" (27 July 2009)
http://www.cubanet.org/CNews/y09/julio09/27_C_4.html

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