Continúa la crisis de pagos a las empresas extranjeras
Aunque los empresarios extranjeros creen que las finanzas de Cuba están
mejorando, no esperan que sus fondos sean descongelados en el corto plazo
Agencias, Madrid | 30/06/2010
Muchos socios extranjeros de empresas cubanas tienen todavía su dinero
bloqueado en bancos estatales y no saben cuándo podrán repatriarlo,
pasados ya 18 meses desde que sus cuentas fueran congeladas por el
Gobierno en medio de una crisis de liquidez.
El congelamiento de las cuentas es uno de los problemas que están
desgastando las relaciones de negocios en Cuba, en un clima ensombrecido
por la falta de voluntad del Gobierno por publicar cifras sobre el
estado de su economía.
Golpeada por la crisis financiera internacional, el acoso financiero de
Estados Unidos, los destrozos provocados por huracanes e ineficiencias
crónicas, el gobierno comunista dejó de pagar algunos compromisos de
deuda a partir de 2008.
A comienzos del 2009, congeló hasta 1.000 millones de dólares en las
cuentas de unos 600 proveedores extranjeros. Cuba también retrasó los
pagos a algunos de sus socios en emprendimientos mixtos y no respondió
por notas comerciales vencidas.
Los bancos estatales ofrecieron pagar el dinero de las cuentas
congeladas con un interés anual del 2% en un plazo de cinco años, pero
según fuentes empresariales el avance es lento.
"Hasta donde sé, todavía tienen que liberar alrededor del 50 por ciento
de los fondos congelados", dijo un agregado comercial de un país
europeo, cuyos cálculos son refrendados por otros diplomáticos y
empresarios que pidieron no ser identificados.
La oferta de repago no se aplica a los socios en emprendimientos
conjuntos con el gobierno cubano ni a empresas extranjeras que
administran hoteles en la isla, que estarían tratando de lograr acuerdos
separados con las autoridades para recuperar su dinero.
"Todas las personas que conozco que están trabajando aquí tienen unos 10
meses de pagos atrasados incumplidos, por entre 1 y 50 millones de
dólares", dijo el administrador extranjero de un hotel en Cuba.
Cuba no es miembro del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial
ni de otros organismos multilaterales a los que podría acudir en busca
de ayuda, pero sus problemas son hasta cierto punto autoinfligidos,
según Pavel Vidal, un experto monetario del Centro de Estudios de la
Economía Cubana de la Universidad de La Habana.
En un informe presentado la semana pasada en una conferencia organizada
por la Iglesia Católica, el economista dijo que la falta de regulación y
transparencia ha llevado a Cuba a imprimir más pesos convertibles, la
moneda fuerte local que usa para transacciones internacionales, de los
que puede respaldar con sus reservas.
"Los bancos cubanos se han visto afectados por un exceso de emisión en
pesos convertibles muy por encima de la liquidez en divisas necesaria
para hacer funcionar integralmente el sistema de pagos", explicó.
Como resultado, dijo el especialista, los bancos cubanos enfrentan
problemas sistemáticos de liquidez, los que todavía no han podido
superar totalmente.
Para enfrentar la crisis, el presidente Raúl Castro reemplazó a
comienzos de 2009 a su equipo económico y declaró que el país no podía
gastar más de lo que ganaba.
En diciembre pasado, el ministro de Economía, Marino Murillo, dijo al
Parlamento que el Gobierno había detenido la hemorragia de moneda
extranjera y transformado el déficit comercial de 2008 en un superávit
gracias a un recorte del 37,4 por ciento en las importaciones.
Los empresarios extranjeros dicen que el país parece estar reduciendo
importaciones todavía más este año y que la mayoría de los nuevos
negocios están recibiendo sus pagos más o menos en los plazos pactados.
Pero sostienen que no hay una idea clara de la economía cubana, porque
el Gobierno mantiene en secreto sus principales indicadores como el
volumen de reservas, la deuda y la cuenta corriente de ingreso y salida
de divisas.
El Banco Central solía entregar a sus acreedores un informe anual sobre
la economía y las finanzas del país, pero el último es de 2008 con
información del año anterior.
Cuba culpó a Washington de su falta de transparencia, al afirmar que la
persecución que Estados Unidos hace de su actividad económica en el
resto del mundo como parte de su embargo comercial la obliga a mantener
esa información en secreto.
Pero hombres de negocios extranjeros afirman que el secretismo también
da ventaja a Cuba a la hora de firmar contratos y deja a los empresarios
a oscuras sobre la cantidad de dinero que posee la Isla y a qué lo
destinará.
Aunque los empresarios extranjeros creen que las finanzas de Cuba están
mejorando, no esperan que sus fondos sean descongelados en el corto plazo.
"Creemos que este año habrá un superávit de entre 1.500 millones y 2.000
millones de dólares, pero será destinado a recuperar las reservas y
preparar al país para el próximo huracán", dijo un extranjero
involucrado en servicios financieros.
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