lunes, 7 de febrero de 2011

Apertura y escasez

Apertura y escasez
Monday, February 7, 2011 | Por Augusto Cesar San Martin

LA HABANA, Cuba, febrero (www.cubanet.org) – Con el fin de energizar la
economía del país, el Estado cubano está desatando algunas amarras
convenientes para liberarse de la responsabilidad de prestar servicios
que no es capaz de brindar y "soltarle el muerto" a la sociedad. Con
evidente interés en dejar caer sobre los hombros de la población la
tarea de arreglar el destrozo económico causado en cincuenta y dos
años , se intenta "salvar al socialismo" a golpe de cafeterías
particulares, renta de hostales y autos, entrega de tierras ociosas,
despidos laborales y la autorización de algún que otro oficio privado.

A pesar de lo anterior, como era de esperar, el maniatado espíritu
empresarial de los cubanos se ha desbordado y, de la nada han surgido
cientos de cafeterías en todo el país. Desde pizzas y café hasta el
salvador pan con aceite, se venden ya en cada cuadra de La Habana. En la
mayoría de los casos los dueños de los pequeños negocios han
convertido las puertas de sus viviendas o las ventanas a la calle en
improvisados mostradores.

Entrenados en el socialismo, los cubanos se empeñan en buscar cómo
llevar a la práctica la versión del capitalismo tropical que permiten
ahora los mandatarios. Sin recursos ni experiencia, los nuevos
"empresarios privados" improvisan y se adaptan, con tal de comenzar un
negocio que esperan sea próspero.

Por su parte, el gobierno alardea de su apertura, mientras cobra
brutales impuestos, sin siquiera ofrecerle a los "empresarios" un
mercado de insumos con precios de mayoristas que posibilite alguna
ganancia, luego de pagar los leoninos impuestos y licencias.

Ante la ausencia de un mercado mayorista, los nuevos negocios tienen que
abastecerse de los mercados minorista y negro, agravando aun más la
escasez el desabastecimiento que ya abruman a la población.

Por ejemplo, son interminables las colas en las panaderías. Mientras,
los nuevos empresarios cuentapropistas compran cantidades considerables
de pan por la trastienda y pagan precios más altos por la izquierda,
para surtir cafeterías y paladares; o le pagan a gente para que haga las
colas durante la madrugada. Como consecuencia, la limitada producción
no llega a la población y los principales afectados son los más
vulnerables, los jubilados y personas de menos recursos.

Quince minutos después de salir a la venta, el pan se agota, y ya es
común escuchar a los frustrados consumidores decir frases como: "La
culpa es de los cuentapropistas, que están arrasando con todo".
Paradójicamente, mucha gente, responsabiliza a los cuentapropistas, y no
al Estado, por el agravamiento de su miseria.

La salsa de tomate se vende de modo intermitente en los mercados. La
marca que tiene más demanda, debido a su precio más bajo, ha
desaparecido del mercado porque los dueños de las nuevas pizzerías
particulares compran grandes cantidades para sus negocios. En las
tiendas solo se encuentra un puré de tomate importado, que la gente no
quiere, por su mala calidad y alto precio.

La escasez, incluso en el mercado negro, de productos, como la harina y
la leche, indispensables para la elaboración de los alimentos que venden
las cafeterías privadas y estatales, es un presagio del inminente
aumento de sus precios.

A pesar de la "apertura económica", continúa la endémica escasez, que
genera desconcierto y angustia en la población. La gente sigue
esperando el cambio que mejore sus dificilísimas condiciones de vida,
pero no llega.

acesar2004@gmail.com

http://www.cubanet.org/articulos/apertura-y-escasez/

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