jueves, 3 de marzo de 2011

Turismo amenaza arquitectura de Varadero

Turismo amenaza arquitectura de Varadero
Por Dalia Acosta

LA HABANA, mar (IPS) - Obras arquitectónicas emblemáticas del movimiento
moderno en Cuba y con un valor único en la memoria histórica de esta
nación parecen destinadas a desaparecer ante la expansión del turismo de
grandes complejos hoteleros, que amenaza con imponerse en el balneario
de Varadero.

La alerta estalló en 2010 con los rumores acerca de la demolición del
Hotel Internacional y del Hotel Club Las Cabañas del Sol, dos
construcciones de los años 50 que se encuentran ubicadas en una zona
privilegiada de la playa de Varadero, ubicada a 140 kilómetros al este
de La Habana, en la provincia de Matanzas.

Dos declaraciones del Comité Nacional de Icomos-Cuba, el capítulo
nacional del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, una de mayo y
otra de noviembre, han quedado sin respuestas hasta ahora, confirmó el
arquitecto Jorge Fornés a IPS.

Fornés es presidente del comité cubano del consejo internacional
independiente, conocido por Icomos, sus siglas en inglés, que mantiene
estrecha colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

"Independientemente de todas las decisiones, estoy convencido como
arquitecto que no es necesario cuando hay algo valioso, eliminarlo para
hacer algo nuevo. Si se quiere conservar algo que tiene valor
patrimonial, se puede resolver", afirmó, y recordó casos como la
conservación en La Habana de las fortalezas del período colonial.

Los reclamos del sector intelectual, difundidos en su mayoría por correo
electrónico, tampoco han tenido una respuesta oficial pública por
representantes del Ministerio de Turismo ni un reflejo en los medios de
comunicación cubanos. Trabajadores del Hotel Internacional dijeron a IPS
que "era una decisión ya tomada".

"Todas (las versiones) son contradictorias", concluyó el poeta Roberto
Fernández García, residente en Varadero, en un mensaje distribuido por
correo electrónico y que resume el resultado de indagaciones suyas y de
otras personas interesadas en el caso, ante las autoridades provinciales
del Ministerio de Turismo.

Funcionarios de esa dependencia en Matanzas aseguraron que "el Hotel
Internacional, inaugurado el 24 de diciembre de 1950, era muy viejo,
anticuado y pequeño, de muy pocas habitaciones, que ya no respondía a
las exigencias del turismo de los tiempos actuales", según el mensaje de
Fernández.

De acuerdo con esa versión, el hotel de 161 habitaciones sería demolido
para construir, en el mismo lugar, una instalación moderna de 800
habitaciones. Destino similar correrían el Cabañas del Sol, otras
instalaciones turísticas de la primera mitad del siglo XX y
edificaciones del llamado Varadero histórico.

Pero la Oficina del Historiador de Matanzas recibió otra explicación.
Según un mensaje difundido por la no gubernamental Cofradía de la
Negritud, en este caso la respuesta fue que "el sistema hidráulico del
hotel estaba colapsado por lo que resultaba más económico demolerlo y
construirlo de nuevo, que repararlo".

Sin embargo, la versión del mal estado estructural no fue manejada por
las autoridades turísticas ante los trabajadores de la instalación. "Nos
dijeron que la demolición responde a regulaciones ambientales y que era
inútil acudir a Eusebio Leal para salvar el hotel", comentó a IPS una
empleada.

Supuestamente, Leal, diputado a la Asamblea Nacional (parlamento) y
titular de la Comisión Nacional de Monumentos, no podría hacer nada por
una instalación construida sobre una duna, como más de cien
edificaciones y miles de metros de muros y cercas que deben demolerse en
Varadero según estudios ambientales.

En declaraciones a IPS en 2007, Alfredo Cabrera, director de la Oficina
para el Manejo Integrado de la playa de Varadero, aseguró que antes de
decidir sobre una demolición, esa instancia tenía en cuenta "el valor
patrimonial o histórico del inmueble" y si cumplía "una función social
importante".

Mientras un trabajador de la reserva ecológica Varahicacos, que hace
unos años vivió "la degradación" de la categoría de manejo de esa área
protegida para la construcción de un hotel de cientos de capacidades,
aseguró a IPS que en el caso del Internacional de Varadero deberían
conciliarse los intereses ambientales y patrimoniales.

Fuentes cercanas al Ministerio de Turismo confirmaron que esa
institución tiene un acuerdo con otro país para la construcción de un
hotel moderno, similar a tantos otros que se han construido en los
últimos años en el balneario cubano, en la misma zona donde hoy se
levantan el Internacional y Cabañas del Sol.

Con más de 18.000 habitaciones y 49 hoteles en 22 kilómetros de playa,
Varadero atrae a la mitad de los más de dos millones de turistas que
llegan a Cuba cada año.

Con una población municipal de 26.600 habitantes, que integra dos
comunidades vecinas, Varadero recibió en febrero la cifra récord de más
de 31.000 visitantes en un día, dentro de una oferta crecientemente
masificada y donde aumenta la modalidad del "todo incluido".

"Todo esto es un avance de lo que puede venirnos encima en muchísima
mayor escala, porque el país necesita dinero urgentemente", alertó en
declaraciones a IPS Mario Coyula, Premio Nacional de Arquitectura 2001,
sin mencionar directamente la difícil situación económica que atraviesa
la isla desde la década pasada.

Más allá de valores arquitectónicos, el arquitecto y diseñador urbano
recordó que "para mucha gente ambas instalaciones son puntos de
referencia de toda una vida, algo que está desapareciendo rápidamente en
Varadero, al igual que la convivencia con una población local que cada
vez está más arrinconada".

Arquitectos, artistas, escritores y periodistas, que se pronunciaron por
salvar lo que queda del Varadero de los años 50, recordaron sus enormes
potencialidades para la promoción del turismo cultural, con una oferta
diferente a la "estandarizada opción de sol y playa con "todo incluido"
que puede encontrarse en cualquier isla del Caribe.

"Para mí esto es un resultado natural de la excesiva centralización, que
no permite tratar con miles de pequeños y medianos inversionistas que
podrían generar una riqueza más estable y balanceada. Y lo más
importante: los pequeños no pueden aspirar a poner condiciones", añadió
Coyula.

http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=97653

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