domingo, 9 de septiembre de 2012

Comienza en Cuba la cosecha tabacalera

Comienza en Cuba la cosecha tabacalera
Actualizado a las 09/09/2012 - 10:57

LA HABANA, 8 sept (Xinhua) --Varias decenas de campesinos cubanos están
enfrascados hoy en el inicio de la cosecha tabacalera que dura unos tres
meses en la isla, que se precia de ser "la tierra del mejor tabaco del
mundo". Desde este viernes, los campesinos comenzaron el riego de los
semilleros en la occidental zona de Vuelta Abajo, donde se encuentra el
llamado Triángulo del Tabaco, formado por las localidades de Pinar del
Río, San Luis y San Juan y Martínez, que aportan el 70 por ciento de la
producción nacional de la hoja y la mayoría de las capas usadas para
vestir a los habanos. El cultivo tabacalero, que es la principal
industria de la zona, tiene raíces en el período precolombino, aunque
después fue fomentado por emigrantes españoles asentados en esas
tierras, a unos 140 kilómetros al oeste de La Habana. Suelos
inmejorables, un clima privilegiado y la destreza de los tabacaleros
garantizan abundantes cosechas en las fincas, donde hacen simbiosis la
sabiduría popular y las nuevas tecnologías. De esas excelentes cosechas
se obtiene la materia prima para la elaboración de reconocidas marcas de
puros como Vegas, Robaina o Montecristo, apetecidas por los fumadores de
todo el planeta y comercializados por Habanos S.A., una empresa mixta
entre la estatal Cubatabaco y Altadis, filial franco-alemana de la
multinacional británica Imperial Tobacco. La historia se inició el 4 de
noviembre de 1492, cuando el español Rodrigo de Xerez y el judío
converso Luis de Torres vieron fumando a los indígenas "unas hojas secas
que desprendían una peculiar fragancia". El Almirante Cristóbal Colón,
al tropezar con el Nuevo Mundo, confundido con China y el ansiado
Cipango (Japón), escogió a dos de sus mejores hombres, Xerez y Torres
para llevar las cartas de presentación de los Reyes Católicos al
emperador de esas tierras, pero habían llegado a Cuba. Según contaron
los dos hombres, en el cacicazgo taíno de Maniabón, en la región
oriental de la recién descubierta isla, los nativos hacían rollos de
hojas de palma y maíz, con tabaco dentro, que encendían por un extremo
"bebían por el otro el humo que echaban". Los dos tuvieron el privilegio
de convertirse en los primeros europeos que vieron fumar la "cohoba",
como llamaban los indígenas a aquellos primigenios habanos. Sobre ese
hecho, fray Bartolomé de las Casas dejaría constancia escrita en su
diario y a partir de él se acumularía una serie de sucesos, hasta el
punto de que el incipiente hábito de fumar de Xerez le provocó ir a la
cárcel en España. Amigo cercano de Colón, el jerezano regresó a España
en la carabela "La Niña" y llevó de vuelta el hábito de fumar, algo que
asustó a sus vecinos quienes lo acusaron ante la Inquisición que lo
encarceló por sus hábitos "paganos y diabólicos". El marino fue acusado
de brujería, ya que "sólo el diablo podía dar a un hombre el poder de
sacar humo por la boca" pero cuando fue liberado de la cárcel, siete
años después, la costumbre de fumar se había extendido. Pero Xerez no
podía imaginar que aquel hábito de absorber la "cohoba", que aprendió de
los nativos en el Nuevo Mundo, se expandiría por todo el planeta y
serviría para darle mayor relumbre a Cuba. Al tabaco le fue permitido el
cultivo por Real Cédula del 20 de octubre de 1614, y el monopolio de la
hoja nació el 18 de diciembre de 1740 también por Real Cédula, documento
que habilitó la creación de la Real Compañía de Comercio de La Habana.
En Europa, el tabaco fue considerado medicinal, como purgante y
antiparasitario, pero también fue un arma para el pirata Francis Drake y
el corsario John Howkins, quienes convencieron a sus seguidores, allá
por el siglo XVI, de que era bueno realizar asaltos "echando humo". A la
lista de fumadores con el tiempo se sumaron el Zar Federico el Grande,
Benito Juárez, Abraham Lincoln, Ulises Grant, Napoleón Bonaparte, José
Stalin y Theodoro Roosevelt. Fueron también grandes fumadores de puros,
Sigmund Freud, Orson Welles, Ernesto Che Guevara o Winston Churchill,
este último inspirador de una de las vitolas más voluminosas de las
fabricadas en Cuba. En la actualidad, el tabaco aporta a Cuba unos 400
millones de dólares anuales por el trabajo de Habanos S.A., que
comercializa 27 marcas de habanos en más de 150 países, con Montecristo
como la marca más vendida. Los cubanos son grandes fumadores, pero de
cigarrillos elaborados con tabaco de segunda categoría, de los que cada
año se consumen en la isla unos 200 millones de unidades. Lo cierto es
que la variedad cubana del tabaco, la "havanensis", es considerada como
la mejor del mundo y de ahí la fama de la amplia diversidad de puros
isleños, cuya producción manual hoy recoge la esencia de una tradición
secular.

http://spanish.peopledaily.com.cn/31617/7941827.html

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