domingo, 2 de junio de 2013

Es muy difícil reducir la dependencia de Cuba con Venezuela

«Es muy difícil reducir la dependencia de Cuba con Venezuela»
carmen muñozcmunozcamos / madrid
Día 02/06/2013 - 02.16h

El economista cubano-americano Carmelo Mesa-Lago sostiene que Raúl
Castro ha emprendido «las reformas más profundas hechas en el país bajo
el socialismo»
abc

Carmelo Mesa-Lago (La Habana, 1934) es el decano de los economistas
cubanos: desde hace más de medio siglo analiza la economía del régimen
comunista de forma «sabia, rigurosa y constructiva», según distintos
expertos. Catedrático Distinguido Emérito de Economía y Estudios
Latinoamericanos de la Universidad de Pittsburgh, el próximo jueves
presenta en la Casa de América su libro «Cuba en la era de Raúl Castro:
reformas económico-sociales y sus efectos» (editorial Colibrí). El
finalista del Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales (2009)
resume la historia de la economía cubana desde 1959, analiza la
situación económico-social desde que Fidel Castro se retiró del poder en
2006 y describe las reformas emprendidas por su hermano menor y sucesor.
Mesa-Lago se marchó de Cuba en 1961, ha visitado la isla en seis
ocasiones, la última en 2011. Dos veces la dictadura le negó el visado
de entrada.

-¿El régimen de los Castro continúa en el inmovilismo, hay cierta
apertura económica en Cuba o son cambios dirigidos a la comunidad
internacional?

-Mi libro demuestra que hay una apertura económica a través de las
reformas más profundas hechas en Cuba bajo el socialismo, orientadas
hacia el mercado y el sector no estatal, que intentan resolver serios
problemas acumulados en más de medio siglo de revolución.
«No creo que este híbrido indefinido resuelva los problemas»
-¿Considera que la «actualización del modelo socialista», como el
presidente Raúl Castro llama a los cambios, puede ayudar a sacar a la
economía cubana del deterioro o piensa que el sistema no tiene solución?

-Según los acuerdos del VI Congreso del PCC en abril de 2011, la
«actualización del modelo» mantendrá el predominio del plan central y la
empresa estatal sobre el mercado y el «sector no estatal» (cooperativas,
usufructo y propiedad privada), aunque éste último se expandirá. Hasta
ahora no se ha concretado el modelo y el Consejo de Estado recientemente
solicitó que se definiese, dos años después del Congreso. No creo que
este híbrido indefinido resuelva los problemas, como no lo hizo en
algunos países de Europa Oriental.

-¿Cuáles son, a su juicio, las cifras más dramáticas de la economía cubana?

-Mi libro muestra que la mayoría de los indicadores económicos en 2011,
último año en que tuve estadísticas, estaban muy por debajo de 1989,
antes del colapso de la URSS: inversión, salario real, producción
agrícola e industrial, mientras que la deuda externa, el déficit en la
balanza comercial de mercancías, la desigualdad y la pobreza eran
superiores. Por el contrario, la minería (petróleo, gas, níquel) había
aumentado de forma considerable aunque estancada, y también se había
expandido ampliamente el turismo, las remesas y el superávit en la
balanza de servicios por el pago de profesionales cubanos en Venezuela.
El desempleo «abierto» era menor pero el desempleo «oculto», empleo
estatal innecesario, era mucho mayor.

-¿Ve posible, como afirmó el economista oficialista Hugo Pons en una
reciente entrevista a ABC, que el problema de la doble moneda estará
solucionado en 2016?

-La unificación de las dos monedas, peso nacional y peso convertible, es
una de las reformas más difíciles y necesarias, pero requiere antes el
aumento de la producción y la productividad. El Congreso del PCC no
determinó plazo ni forma para terminar con la doble moneda y los
economistas cubanos creen que se hará de manera paulatina. Hasta ahora
no se han tomado medidas importantes para lograr ese objetivo y
desconozco en qué se basa la predicción de 2016.

-¿Qué medidas cree que está tomando La Habana por si en Venezuela se
produce un cambio brusco en el Gobierno, dada la inestabilidad política
y económica del país aliado? ¿Cuáles debería adoptar si le faltasen su
petróleo, comercio y ayuda económica?

-Mi libro estima la dependencia de Cuba con Venezuela (comercio,
petróleo, pago de servicios profesionales cubanos e inversión directa)
en 21% del PIB; debido a su magnitud, generosidad y escasa producción
interna, es muy difícil reducir dicha dependencia. Cuba está
incrementando su comercio con China y Brasil, además planeaba exportar
6.000 médicos a Brasil pero esto parece haber fracasado. Las cifras más
recientes no indican una reducción substancial de la relación de Cuba
con Venezuela.

-¿El Gobierno cubano va a permitir que los trabajadores estatales que
sobran pasen al sector privado o solo una mínima parte?

-En 2011, Raúl estimó que 1,3 millones de trabajadores estatales eran
innecesarios y debían ser despedidos (la cifra después subió a 1,8
millones o 38% de la fuerza laboral); se predijo que un millón serían
despedidos a fines de ese año, pero al final de 2012 sólo 36% de la meta
se había alcanzado. El obstáculo ha sido la insuficiente creación de
empleos no estatales, especialmente por cuenta propia, necesaria para
absorber a los parados: sólo un neto de 253.000 de estos empleos se
había agregado en 2012 debido a excesivos controles, regulaciones,
impuestos, desincentivos e inspecciones.

-¿Qué le sugiere el nombramiento de Miguel Díaz-Canel como primer
vicepresidente del Consejo de Estado? ¿Tiene margen de maniobra o es
fiel reflejo de quien lo nombró, Raúl Castro?

-Raúl reconoció en 2011 el error de no haber formado cuadros para la
sucesión y está nombrando en puestos clave a tecnócratas de unos 50 años
de edad. El más importante es Díaz-Canel porque suplantó a Machado
Ventura, que es mayor que Raúl y un ortodoxo. Para mantener su puesto,
Díaz-Canel debe ser leal a Raúl, mantener buenas relaciones con las
Fuerzas Armadas y el PCC, pero también lograr avances, lo cual no es
fácil pues puede haber conflictos entre esos objetivos.

-¿Teme que la reforma migratoria contribuya a agravar el envejecimiento
de la población que queda en la isla, con la marcha de los jóvenes que
buscan una vida mejor?

-Cuba tiene la segunda población más envejecida de América Latina y en
2025 sobrepasará a Uruguay, lo cual aumenta de forma dramática el costo
de las pensiones y la salud. Si parte de los emigrantes fuesen ancianos,
se aliviaría el costo citado, pero es probable que la mayoría sea joven
en busca de un mejor nivel de vida y ello acelerará el envejecimiento y
el costo.
Para evitar tensiones sociales se decidió reducir las metas de despidos
-Si se agrava la situación ¿ve posible que se produzcan protestas en las
calles?

-Las reformas estructurales, aunque bien orientadas, tienen efectos
sociales adversos: incremento del desempleo abierto, extracción del
racionamiento de alimentos que se venden a precio de mercado (varias
veces mayor), aumento de las tarifas de servicios públicos y de las
mercancías vendidas en tiendas de divisas, eliminación de gratuidades
(por ejemplo, comidas baratas en los centros de trabajo), recorte en los
servicios sociales, etcétera. Esto expande la pobreza y la población
vulnerable, pero la asistencia social se redujo en alrededor de 70% en
2006-2011. Lo anterior puede crear fuertes tensiones sociales y por ello
el Gobierno decidió reducir las metas de despido que había fijado en 2011.

-¿Cree como algunos sectores, que la solución biológica, por la edad de
sus mandatarios, será la alternativa a los problemas de Cuba?

-Para 2018 cuando venzan los dos mandatos de cinco años a la enorme
mayoría de los actuales dirigentes, estos tendrán una edad muy avanzada
o habrán muerto (Raúl tendría 86 y Fidel 91). De manera que por ley y
biología accederá al poder una nueva generación, mayormente tecnócrata
aunque cuadros «políticamente correctos». Es imposible predecir si las
reformas se acelerarán, profundizarán y tendrán resultados tangibles en
los próximos cinco años, ni tampoco el camino que tomarán los nuevos
dirigentes.

-¿Pronostica una apertura económica pero no política en Cuba, al estilo
de China o Vietnam?

-Mi ideal sería un modelo económico-político como el escandinavo; no
obstante, por sus efectos económicos positivos, me tranzaría por las
vías económicas china o vietnamita aunque, desgraciadamente, ambos
mantienen el partido único. Después de cinco años de la primera reforma
cubana del usufructo (2008) aún no hay efectos substanciales en la
producción agrícola y se importan €1.400 millones en alimentos. La
reforma agraria más radical, hecha en los dos países asiáticos, los hizo
autosuficientes y terminó las hambrunas, a más de convertir al menos a
Vietnam en exportador (es uno de los principales exportadores mundiales
de arroz y suministra medio millón de toneladas a Cuba). Pero los
dirigentes cubanos argumentan que no son viables en Cuba (discrepo de
esa opinión) la cual creará un modelo autóctono, aún en busca de una
definición.

http://www.abc.es/internacional/20130602/abci-cuba-entrevista-carmelo-mesa-201305282144.html

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