REFORMAS ECONÓMICAS
A nadie le pedirán disculpas
CAMILO VENEGAS | Santo Domingo | 24 Jun 2014 - 2:52 pm. | 46
55 años después, con una Cuba arruinada y una cultura empresarial
destruida, el régimen anuncia que todos los servicios volverán a ser
privados. A ninguna de las miles de familias perjudicadas se les
devolverá ni siquiera el cascarón vacío donde estuvo su negocio.
Medio siglo después, el Paradero de Camarones no ha olvidado los nombres
originales de las cosas; por eso mencionan a sus antiguos dueños cuando
las señalan: el Bar de Roberto, la Barbería de Felipe Marín, el Garaje
de Luzbel Cabrera, la Carnicería de Rao, la Tienda de Luis Bada, el Cine
de Chena…
Tengo recuerdos muy nítidos de aquellos emprendedores frente a las
ruinas de sus sueños. Una vez, en el bar de mi tío Roberto Yero, había
una larga cola para comprar guarapo. Ya él se había tomado los dos rones
de "por las tardes" y reaccionó molesto cuando me vio al final de la
larga fila.
—¿Cómo tu vas a hacer cola en algo que era de nosotros, Camilito? —me
dijo mientras me tiraba del brazo—. ¿Tú estás loco, chico? Ve a la casa
y dile a Helemenia [su esposa] que te haga una limonada.
Mi tío Rao Yero nunca dejó de cortar filetes, alfileres, palomillas,
hígados y ternillas en el aire. Sus brazos se agitaban como dos
cuchillos, mientras él manoteaba sus recuerdos, frustraciones y rabias.
"Antes hasta el más pobre comía carne por las tardes —repetía una y otra
vez—. Ahora todos estamos comiendo mierda a partes iguales".
Pero quizás el caso más triste fue el de Chena, quien aceptó la
humillación de convertirse en el portero de su propio cine por tal de
seguir abriéndolo todas las noches. Un tarde me llevó una enorme caja de
regalo: Eran las fotos de la cartelera, una estremecedora colección de
los rostros que habían hecho reír y llorar a mi pueblo por décadas.
La idea de intervenir todos los negocios, abolir a los pequeños
empresarios y hacer que el Estado se encargara hasta de remendar
zapatos, fue del argentino Ernesto Guevara (quien también tiene el
tristísimo "mérito" de ser el extranjero que más cubanos ha fusilado).
55 años después, con una Cuba arruinada y una cultura empresarial
destruida, el régimen anuncia que todos los servicios volverán a ser
privados. A nadie le pedirán disculpas. A ninguna de las miles de
familias arruinadas se les devolverá nada, ni siquiera el cascarón vacío
donde estuvo su negocio.
Nadie asumirá la responsabilidad por algo que obligó a los cubanos a
pasar innumerables y absurdas carencias por más de medio siglo. Ya
sabemos que el bienestar de los cubanos es lo que menos le importa a la
anciana dictadura, tan concentrada como está en sobrevivir a su propia
muerte.
Mientras tanto, en el Paradero de Camarones se seguirá llamando a las
cosas por su nombre: el Bar de Roberto, la Barbería de Felipe Marín, el
Garaje de Luzbel Cabrera, la Carnicería de Rao, la Tienda de Luis Vada,
el Cine de Chena…
Este texto fue publicado en el blog El Fogonero. Se reproduce con
permiso del autor.
Source: A nadie le pedirán disculpas | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1403614363_9204.html
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