Las cubanas ya no quieren parir
"¿Ser madre por decreto? Si el gobierno no sabe qué hacer con el país,
¡qué van a saber hacer para fertilizar mujeres!"
Friday, November 21, 2014 | Miriam Celaya
LA HABANA, Cuba. — La opinión oficial gusta regodearse en las
similitudes entre las cifras estadísticas de la Isla y las de los países
desarrollados. En ese afán tergiversador suelen incluirse las bajas
tasas de natalidad y mortalidad infantil, el envejecimiento poblacional,
la elevación de la esperanza de vida, y otros.
Los registros oficiales acusan tendencias que solo reflejan efectos
similares pero tienen realidades muy diferentes.
Los bajos índices de natalidad y el envejecimiento poblacional en Cuba
ocuparon una parte importante de la agenda de la última reunión del
Consejo de Ministros, en la que se consideraron "uno de los mayores
retos que afronta la nación por su impacto en la vida social, económica
y familiar".
Entre los factores que inciden en el alarmante envejecimiento de la
población cubana en las últimas dos décadas, el vicepresidente del
Consejo de Ministros, Marino Murillo, se refirió a "los bajos niveles de
fecundidad, el incremento de la esperanza de vida y el saldo migratorio
externo", este último con mayor impacto entre los jóvenes; e igualmente
informó que "se aplicarán políticas fiscales y de precios que favorezcan
la natalidad y la atención de los adultos mayores". No se ofrecieron
detalles de dichas políticas ni de la manera en que se implementarían,
aunque –en consonancia con el estilo raulista de 'sin prisa pero sin
pausa'–, se dijo que "los resultados se verán a mediano y largo plazo".
Políticas para estimular la fecundidad
Cómo esperan aplicar políticas que estimulen la fecundidad y satisfagan
las necesidades de la tercera edad, cuándo comenzarían a cosecharse los
resultados, de cuánto dispone el Estado para hacer posible semejante
milagro, son cuestiones que no trascendieron al público.
No faltaron valoraciones sobre las causas del alarmante descenso de los
índices de natalidad, como el problema de la vivienda, la falta de
servicios de apoyo a la familia y el alto costo de la vida. Pero también
hubo referencias a los logros de las mujeres cubanas en la Revolución
como otro factor influyente en la baja natalidad: su incorporación
laboral y social y los altos niveles de escolaridad alcanzados por ellas.
Este punto, sin embargo, se contradice con la clasificación obtenida por
Cuba en la última edición del ranking de equidad de género del Foro
Económico Mundial, en el que se incluyen los datos de la Isla desde
2007. ("Cuba retrocede en la igualdad entre hombres y mujeres",
14ymedio, La Habana | Octubre 31, 2014). Dicho registro, que refleja las
diferencias de oportunidades entre las mujeres y los hombres en los
indicadores de oportunidades económicas, educación, salud y
participación política, demuestra que Cuba ha retrocedido en 15
escalones respecto del año 2013, hasta la posición 30, de un total de
142 países.
Si bien a primera vista esta posición no parece tan desventajosa –Cuba
ocupa una decorosa segunda posición en América Latina–, lo cierto es que
otros países de esta región han registrado mayores avances, pese a la
supuesta superioridad del sistema cubano y a despecho de las muy
cacareadas conquistas sociales de las mujeres de la Isla.
Indicadores como la participación en la fuerza laboral, los ingresos,
los cargos de jefaturas de empresas y de ministerios públicos, reflejan
una marcada disparidad de géneros, con fuerte desventaja para las
féminas. Esta situación se ha acentuado tras la implementación del
programa de despidos aplicado en los puestos laborales estatales en los
últimos dos años por iniciativa del General-Presidente en pos de
eliminar la inflación de plantillas y los excesos de subsidios, que ha
afectado más a las mujeres debido a las limitaciones de acceso de ellas
al trabajo no estatal, por prejuicios y por otras razones de índole
cultural que más de medio siglo de discursos igualitarios no han logrado
erradicar.
Todo este cuadro influye en el sostenido decrecimiento de la tasa de
natalidad cubana y su impacto negativo en el crecimiento total de la
población. La tasa global de fecundidad, por su parte, se mantiene por
debajo del límite de reemplazo generacional. Las cubanas, sencillamente,
no quieren parir… O al menos "no en Cuba".
"Las mujeres no somos úteros"
Por supuesto, cuando de natalidad y fecundidad se trata, el asunto es
esencialmente femenino, pese a que las políticas gubernamentales cubanas
son esencialmente masculinas.
Un sondeo informal realizado a una muestra aleatoria de 25 mujeres de
los municipios Centro Habana, Habana Vieja y Diez de Octubre, en edades
comprendidas entre los 20 y los 28 años, todas sin hijos, arroja
resultados interesantes debido a la similitud de sus posiciones a pesar
de sus diferencias en parámetros como nivel de escolaridad y estado civil.
Solo seis de ellas son casadas (24%), aunque las 19 restantes mantienen
relaciones "con una pareja fija" o han tenido relaciones estables con
una misma pareja por más de dos años. Dieciocho de ellas (72%)
manifiestan no haber considerado nunca la maternidad como una opción a
corto o mediano plazo, en tanto dos aseguran que no desean tener hijos.
De las 18 que piensan parir alguna vez, 14 (77,77%) dicen que esperan
hacerlo tras emigrar y lograr un trabajo fijo, mientras las 4 restantes
(22,22%) piensan esperar unos años a ver si mejora la situación en Cuba.
A la pregunta sobre las anunciadas estrategias políticas oficiales para
mejorar las condiciones de las mujeres y estimular la fecundidad para
elevar los índices de natalidad, la totalidad de las encuestadas
manifestaron no creer en lo absoluto o no tener confianza en éstas.
"Las mujeres no somos úteros" –me dice Laura, una estudiante
universitaria que cursa el último año de su carrera y que quisiera ser
la madre "de un cubano-gringuito" algún día. "Nadie va a programar mi
maternidad. Posiblemente ahora querrán hacer de esto una campaña
patriótico-revolucionaria, pero nunca se ha realizado un debate público
sobre este problema… ¿Te imaginas ser madre por decreto?". Tras un
instante sonríe con picardía y concluye: "Si 'ellos' no saben qué hacer
con el país, ¡qué van a saber hacer para fertilizar mujeres!".
A pesar de que, por la juventud de las encuestadas, los resultados deben
tomarse con reserva –algunas podrían variar su decisión con el
transcurso del tiempo–, se hace evidente que las cubanas dejan de parir
o posponen la maternidad por razones muy diferentes de las mujeres de
países desarrollados.
Source: Las cubanas ya no quieren parir | Cubanet -
<http://www.cubanet.org/destacados/las-cubanas-ya-no-quieren-parir/>
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