Cuba: planificación o mercado
[16-03-2015 16:01:04]
Elías Amor
Economista
(www.miscelaneasdecuba.net).- Sin duda, hay momentos en la historia que
nos obligan a reflexionar sobre el sentido de los hechos, lo acaecido en
el pasado y, sobre todo, lo que puede ocurrir en el futuro. Viene a
cuento en relación con el discurso de Marino Murillo, destacado
dirigente del Buró Político del Partido Comunista de Cuba y
vicepresidente del Consejo de Ministros, en la gala por los 55 años del
Primer Plan de la Economía en Cuba, donde dijo, y cito textualmente, que
"la planificación en el nuevo modelo económico cubano ha de tener en
cuenta el mercado, pues sería un error actuar a espalda de este".
Y ahora, justo en este momento, nos damos cuenta de la dura realidad.
Nada más y nada menos, que en referencia al Lineamiento número uno, en
el que se señala de forma explícita que "el sistema de planificación
socialista continuará siendo la vía principal para la dirección de la
economía nacional, sin obviar el papel del mercado". Difícil es
desplazarse por el filo de la navaja, cuando pesa la herencia de más de
medio siglo de fracasos continuos en el modelo económico. Fracasos que
otros han dejado atrás hace tiempo, como chinos o vietnamistas, y que,
en cambio, por desgracia, hay quiénes se empeñan en volver a cometer,
como Venezuela.
El alegato de Murillo es muy importante. No conviene olvidar que en
1959, la llamada "revolución" implantó un giro de 180º en el modelo
económico de la República, transformando las estructuras económicas y la
geopolítica, en función de unos criterios ideológicos importados del
estalinismo más recalciltrante. Fruto de aquel modelo confiscatorio, el
capital privado del país fue destruido en muy poco tiempo, y miles de
cubanos vieron como el fruto de su trabajo y sacrificio de décadas
pasaba a mejor vida, en este caso, a manos de una burocracia política
sometida al control de la cúpula castrista. Lo que vino después es bien
conocido, y no vale la pena dedicar ni un solo instante. Nunca podrán
reparar el daño cometido a personas y bienes.
La cuestión es si estamos realmente ante una sincera rectificación.
Murillo dijo que las relaciones de oferta y demanda no son antagónicas
con el actuar de la planificación en el país, sino que responden al
"desarrollo de las fuerzas productivas y a la necesidad de una
integración con la economía internacional". Yo diría más. La oferta y
demanda empujan, mediante señales claras de los precios, al equilibrio
de los mercados, sin que se necesite planificación alguna ni mucho menos
reformulación de modelos pasados de moda. La planificación económica
indicativa debe encontrar su sitio en el marco de las relaciones de
propiedad que suponen un respeto jurídico para las rentas y capitales
conseguidos por los agentes privados. Los gobiernos no pueden ni deben
intervenir de manera absoluta en las economías, sino ejercer una función
discrecional de regulación y control. Cualquier manual de primer curso
de economía puede dar suficiente información a Murillo sobre cómo se
debe actuar.
No coincido con Murillo cuando afirma que el modelo necesita regirse
sobre bases más científicas, para proporcionar los ritmos de
crecimientos necesarios para el desarrollo de la nación, ni tampoco
puedo estar de acuerdo con él en que la empresa estatal, debe ser
considerada el referente en los planes a los nuevos actores económicos,
mediante el diseño de políticas monetarias, crediticias, fiscales y
otras por los órganos rectores. Lo que tiene que averiguar Murillo, y en
eso poca ayuda podrá recibir de los que le rodean, es qué porcentaje
quiere de la economía para el estado y qué porcentaje para la iniciativa
privada, y decidir esta cuestión cuanto antes. No puede ser que ocho
años después de adoptadas las primeras medidas de los Lineamientos,
todavía haya en Cuba alrededor de medio millón de cuenta propistas, y
más de 5 millones, el 90% de la fuerza laboral del país, trabajando para
el estado.
Me da algún temor lo que dice, "estamos obligados a hacer una
planificación diferente, capaz de diseñar el desarrollo futuro de
nuestro país, hay que actuar con inteligencia y creatividad". Si lo
consigue, le deseo los mayores éxitos en esa empresa. No será fácil.
Pasar del intervencionismo estalinista, que es poco inteligente y
creativo, a un modelo de planificación dirigido a estabilizar la
economía, puede suponer mucho más que un cambio cultural y, sobre todo,
recomiendo que se olvide de perder el tiempo diseñando horizontes de 30
años vista que, a la larga, terminan por no cumplirse, y a los que,
además, dan unos nombres incomprensibles, algo así como "proyección
multidireccional y que abarca disímiles aspectos, incluidos los
referentes al bienestar de la población".
Conclusión. Ni una cosa ni la otra. Dejar atrás la pesada herencia de la
planificación estalinista puede resultar muy difícil. Otros han tenido
éxito, pero Murillo no tiene clara cuál debe ser la vía a elegir.
Mientras tanto, la economía sigue inmersa en un marasmo de
improductividad e ineficacia donde, mira por dónde, son los
emprendedores privados y los que se establecen por cuenta propia, los
que están empujando con fuerza.
Source: Cuba: planificación o mercado - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/5506f0303a682e122c08675e#.VQcENo7F9HE
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