Los retos del sindicalismo cubano
ELÍAS AMOR | Valencia | 3 Ago 2015 - 6:51 pm.
¿Con qué organizaciones empresariales va a negociar la CTC? ¿Qué tipo de
diálogo y concertación social plantea un régimen dirigido por un partido
que dice representar a los trabajadores?
El secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) Ulises
Guilarte de Nacimiento ha dicho recientemente en Granma que "el
movimiento sindical cubano debe hacerse sentir con mayor fuerza para
ayudar a desencadenar las potencialidades productivas y de eficiencia
que sabemos aún existen en los colectivos laborales".
No parece que el desencadenamiento de las potencialidades productivas
esté en el ámbito de los objetivos de organización sindical alguna. En
los países democráticos y libres, en los que el pluralismo es la
característica principal de la sociedad, los sindicatos están para
defender a los trabajadores. Ese es su papel y su función social.
Las declaraciones del dirigente sindical castrista recuerdan mucho a las
que hacían los máximos representantes del sindicalismo vertical
franquista, que en aquella España de blanco y negro de la dictadura de
Franco, planteaban iniciativas muy similares. Por suerte aquello quedó
atrás, muy lejos en el tiempo, y España cuenta con un moderno sistema de
relaciones laborales equiparable al de los países más avanzados.
La libertad sindical, el pluralismo en la representación de los
intereses de los trabajadores tiene que luchar por la mejora de los
salarios. No es posible que en Cuba se sigan pagando sueldos medios de
20 o 24 dólares al mes, en el mejor de los casos. Estos niveles
salariales son un auténtico insulto al papel de las organizaciones
sindicales que deberían exigir al régimen retribuciones dignas que
permitieran a las familias cubanas mejorar sus bajos niveles de consumo
y no depender de las regalías y las canastas normadas del régimen. La
CTC tiene mucho que hacer en este campo, y de buen seguro, no será fácil
mejorar la productividad del trabajo si no se produce una mejora de las
condiciones salariales.
Por otra parte, no se comprende muy bien lo que pretende decir Guilarte
de Nacimiento al afirmar que "hay que reconocer honorablemente que el
sindicato tiene que elevar su protagonismo, convencer y palpitar más; es
de esperarse si pretendemos transformar el escenario laboral del país y
llegar a un estadio superior en todos los frentes de la economía".
La elevación del protagonismo sindical es incuestionable. Los sindicatos
participan, o deben participar, de las decisiones de los gobiernos por
medio de la creación de un clima de concertación social democrático, que
lleve a iniciativas de consenso que permitan a las partes conseguir sus
objetivos y la sociedad avanzar. Campos como la formación y
cualificación de los trabajadores, la prevención de riesgos laborales,
las normas recogidas en los convenios colectivos o los mecanismos de
intermediación laboral, entre otros, forman parte del diálogo y la
concertación social. Ese es el verdadero y único sentido del
protagonismo sindical, y lo que justifica su razón de ser. Esa es la
forma que los sindicatos tienen para convencer, promoviendo en relación
con las organizaciones de empresarios, la transformación del escenario
laboral del país, y alcanzar ese "estadio superior" al que aspira
Guilarte de Nacimiento.
¿Con qué organizaciones empresariales va a negociar la CTC en Cuba? ¿Qué
tipo de diálogo y concertación social plantea un régimen político
dirigido por un partido que dice representar a los trabajadores? ¿Cómo
es posible que la CTC no haya levantado su voz contra las agencias de
colocación creadas por el régimen para facilitar empleos en las empresas
extranjeras que inciertan en Cuba? ¿Cómo es posible que un sindicato
acepte, no la dualidad en el mercado laboral, sino una especie de apartheid?
Son muchas las cuestiones que debe dejar atrás el sindicalismo vertical
del régimen castrista. Su vinculación ideológica al partido que sustenta
el sistema político lo tiene contra las cuerdas y le ofrece muy pocas
posibilidades de futuro en una sociedad democrática, libre y plural. En
vez de "racionar" la entrega de banderas de Vanguardia Nacional,
Guilarte de Nacimiento debería ponerse a pensar en el futuro y a cambiar
el discurso y adoptar una actitud mas reivindicativa contra el patrono
único que existe en la economía castrista: el propio régimen. De no
hacerlo, los resultados que cabe esperar son realmente decepcionantes.
Source: Los retos del sindicalismo cubano | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1438620660_16104.html
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