El Costa del Sol ya no es para albañiles
HÉCTOR DARÍO REYES, Villa Clara | Septiembre 23, 2015
En la década de los noventa y hasta hace muy poco, el hotel Costa del
Sol, en el antiguo puerto pesquero de La Boca, en Trinidad, recibía a
obreros de la construcción de la provincia de Villa Clara. "El hotel de
la constructora", como le decían, tenía habitaciones básicas para los
trabajadores y sus familias que disfrutaban de las vacaciones de verano
en la instalación.
Hace un tiempo este inmueble dejó de recibir huéspedes presuntamente por
reparaciones extendidas. Un día, fue transferido a Cubanacán sin
consulta ni aprobación de los empleados, que costearon la construcción
del centro recreativo.
"Alguien" ha decidido que ese beneficio se acabó –comentó un conocedor
del problema-, y se pregunta qué "oscuro interés" hay detrás de esta
decisión. Mientras, otro enterado del asunto declara que "si es real que
el hotel fue construido con el aporte monetario de los trabajadores, esa
transferencia es un robo". Estos trabajadores deben ir a los tribunales
y acusar a los "jefes", concluye.
La Boca, a cinco kilómetros de Trinidad, es el pueblo costero más
cercano de la turística ciudad. No puede considerarse una playa, excepto
por una sección de menos de 100 metros junto al río Boca. El resto son
entradas de marisma que, sin embargo, gusta a pesar de sus guijarros,
arena impura y suciedad.
Desde finales de los años noventa este poblado de pescadores comenzó a
recibir un turismo nacional en las diferentes villas, hoteleras y casas
de visita; pero en la pasada década el turismo extranjero también llegó.
Por estar en la ruta hacia la playa de la Península de Ancón, única en
su tipo en la costa centro sur de la Isla, muchos cubanos emprendedores
compraron propiedades en este litoral y convirtieron las casas de los
pescadores en hostales y casas de alquiler.
El hotel en sí es una fea construcción de prefabricado al estilo
socialista que más parece una escuela interna que un sitio para
vacacionar. Contaba con un comedor, un ranchón, una sala de juego-bar y
numerosas habitaciones.
En su entrada había una estatua de un constructor recostado con casco y
cuchara, como una alusión al merecido descanso. Ahora, el logotipo y los
colores de Cubanacán señorean en la verja donde antes descansaban los
albañiles. Banderines de plástico de varios países cuelgan en el salón.
El hotel pasó de recibir obreros de la construcción a recibir turistas
sin que medien explicaciones a los obreros desposeídos. "Un tema para la
tan publicitada agenda de concertación de los nuevos convenios
colectivos de trabajo", comentó al respecto una entendida.
Se aceleraron sus reparaciones y ya está dispuesto al público –el que
pueda pagar–. Seguramente, ninguno de los obreros que con parte de su
salario costeó su construcción.
Source: El Costa del Sol ya no es para albañiles -
http://www.14ymedio.com/nacional/Costa-Sol-albaniles_0_1855014497.html
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