miércoles, 12 de julio de 2017

Los improvisados del castrismo

Los improvisados del castrismo
ORLANDO FREIRE SANTANA | La Habana | 12 de Julio de 2017 - 13:53 CEST.

Desde el mismo momento del arribo de Fidel Castro al poder en 1959 se
institucionalizó la práctica de premiar con cargos públicos a aquellos
que habían participado en la lucha contra el régimen de Fulgencio
Batista. Y, por supuesto, la mayoría de esos flamantes dirigentes
desconocían la actividad que se les asignaba.

Recordemos el caso de Enrique Oltuski, designado como ministro de
Comunicaciones en el primer gabinete revolucionario. Oltuski, como
miembro del Movimiento 26 de Julio, había participado en la lucha
clandestina colocando bombas y ejecutando otras acciones violentas.
Cuando el filósofo francés Jean-Paul Sartre visitó a Cuba en 1960 le
preguntó a Oltuski el porqué de su nombramiento. Según contó Sartre en
su ensayo Huracán sobre el azúcar, la respuesta fue: "No sé por qué me
hicieron ministro de Comunicaciones. Quizás porque estaba encargado de
destruirlas durante la guerra".

¿Y qué decir del nombramiento de Haydée Santamaría al frente de la Casa
de las Américas? La asaltante al cuartel Moncada apenas rebasaba la
enseñanza primaria. Entonces, salvo el apoyo que solicitaba para la
joven revolución cubana, es difícil imaginar qué otros temas de
conversación pudo tener esa señora con los destacados intelectuales que
visitaron la Casa por aquellos años.

Claro que la muestra más fehaciente de improvisación por esa época fue
el nombramiento del "Che" Guevara como presidente del Banco Nacional de
Cuba. Además de los perjuicios que ocasionaba a la economía la dirección
de la política monetaria por una persona neófita en la actividad, la
imagen del Gobierno cubano se deterioraba más allá de nuestras fronteras.

Más adelante el sector del transporte sufriría los desaciertos de los
ministros-comandantes Antonio Enrique Lussón y Guillermo García Frías.
El primero con el "mérito" de haber integrado el Segundo Frente Oriental
Frank País junto a Raúl Castro. El segundo, un hombre experto en la cría
de animales en la Sierra Maestra, era presentado tras una "revisión" de
la historia como el primer campesino en unirse al Ejército Rebelde. Al
principio de la revolución se decía que tal condición le correspondía a
Crescencio Pérez.

En nuestros días la improvisación asume nuevos ribetes, no por ello
menos perjudiciales para la economía y la sociedad. Ya no se trata de
nombrar en los cargos a funcionarios totalmente desconocedores de
determinada actividad. Ahora los principales dirigentes del Partido
Comunista (PCC) y el Gobierno recorren el país diciéndoles a ingenieros,
técnicos y especialistas cómo tienen que trabajar para que los planes
salgan adelante.

El médico José Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Comité
Central del PCC, se ha convertido en un "experto" en temas
agropecuarios. Un día lo vemos en la provincia de Mayabeque orientando
cómo deben sembrarse los campos de papa; al siguiente está en Pinar del
Río indicándole a un veguero con medio siglo de experiencia en el
cultivo del tabaco qué tipo de hojas deben recogerse; después pasa a la
zona de Jagüey Grande para explicarles a los especialistas en cítricos
por qué se incumplieron los planes productivos; y al final va a Camagüey
y les insiste a los ganaderos que si hacen lo que él dice no se muere
una vaca más.

El comandante de la Revolución Ramiro Valdés no se queda atrás. En vez
de mostrarles a los cadetes del Ministerio del Interior (MININT) la
manera más eficaz de arrancarle una confesión a un prisionero, o el modo
de organizar un aparato de contrainteligencia para mantener vigilado a
todo el mundo, lo han transformado en un viajero empedernido. Las
imágenes de la televisión lo muestran arengando a los mineros de Moa;
enseñándoles a los obreros de cualquier fábrica cómo ahorrar
combustibles; o halándoles las orejas a los constructores que no
terminan en tiempo las obras.

Cada día nos vamos pareciendo más a Corea del Norte. Allí es común
observar a Kim Yong-un dando orientaciones, y los que le rodean, armados
de papel y lápiz, anotando al pie de la letra las indicaciones del
"Líder Supremo".

Source: Los improvisados del castrismo | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1499860410_32467.html

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