Expertos advierten que las medidas iniciadas por el gobierno no
aliviarán a la población
Agencias
miércoles 19 de marzo de 2008 20:01:00
Los pequeños pasos que habría comenzado a dar el gobierno de Raúl Castro
en materia económica pueden tener un alto impacto psicológico, pero son
todavía insuficientes para reanimar la economía, dijeron analistas,
informó Reuters.
La liberación de la venta minorista de computadoras, electrodomésticos
hasta ahora prohibidos e insumos agrícolas acarrea, por ejemplo, el
riesgo de acentuar diferencias de clase en la sociedad igualitaria de la
Isla, dijeron.
"Todas estas medidas están encaminadas de manera positiva", dijo el
cubanoamericano Carmelo Mesa-Lago, profesor emérito de Economía de la
Universidad de Pittsburgh.
"Pero son medidas aún tibias y no van a aliviar de manera significativa
la insuficiencia salarial o de consumo", agregó el especialista.
La semana pasada trascendió un memorando oficial anunciando la
liberación de la venta de computadoras, reproductores de DVD y otros
electrodomésticos.
Granma, el periódico del gobernante Partido Comunista, dejó entrever que
podría levantarse la prohibición de que los cubanos se alojen en
hoteles, reservados desde hace más de una década para los extranjeros.
El gobierno liberará también el acceso de los agricultores a insumos
necesarios para elevar la producción de alimentos. No obstante, tanto en
el caso de los insumos como en el de las computadoras y los
electrodomésticos, los cubanos deberán pagar en divisas.
Cualquiera de esas medidas, dijo Mesa-Lago, beneficiará a los sectores
con mayor poder adquisitivo, sin solucionar la situación del 38% de la
población sin acceso a moneda dura.
"Son pequeños pasos que tienen atractivo para el grupo de ingresos medio
y alto, pero que, al mismo tiempo, alientan un efecto negativo en las
personas de ingreso medio bajo y bajo. Para esa gente tienen que hacer
algo", comentó.
En las últimas semanas han circulado en la Isla rumores sobre una futura
revaluación del peso cubano frente al convertible, que es 24 veces más
fuerte.
La economía cubana, muy dependiente de las importaciones, creció un 7,5%
en 2007 de acuerdo a una fórmula oficial no revelada que incluye el
costo de la educación y la salud gratuitas, además de servicios subsidiados.
Pero muchos cubanos critican que ese crecimiento no se refleja en sus
bolsillos y la brecha entre las dos monedas que circulan en la Isla fue
una de las quejas que emergió con más fuerza durante el debate sobre los
problemas del país promovido por Raúl Castro a fines de 2007.
Al suceder el 24 de febrero a su hermano Fidel, Raúl Castro dijo que se
estudia una apreciación gradual y prudente del peso cubano.
"La sed en el desierto genera espejismos y hacen falta más que oasis
para calmarla", alertó el periódico Granma la semana pasada, intentando
moderar las expectativas después de que los cubanos corrieran a las
casas de cambio a posicionarse en pesos.
Empresarios extranjeros en Cuba creen que una reevaluación de, por
ejemplo, un 8 por ciento, sería soportable para la economía cubana y
tendría un impacto más psicológico que real.
Ninguna de las medidas ha sido anunciada oficialmente hasta ahora, lo
que ha estimulado los rumores en las calles. Hay quienes hablan, por
ejemplo, de una pronta liberación del acceso a teléfonos celulares y, en
el mediano plazo, quizás de la compra y venta de casas y automóviles.
La reactivación de la deprimida producción agrícola es clave en la
receta de Raúl Castro para la economía cubana.
La ecuación es simple. Cuba compra al exterior la mayor parte de la
comida. Incrementar la producción reduciría las importaciones y
permitiría destinar más divisas a la adquisición de bienes de consumo y
capital.
"Permitir que los agricultores compren sus propios insumos es una jugada
inteligente de Raúl Castro", dijo Dan Erikson, experto el Inter-American
Dialogue en Washington.
"Muestra, asimismo, que el gobierno está comenzando a relajar su control
sobre el sector agrícola, algo que podría extenderse a otras áreas de la
economía necesitadas de ayuda", añadió.
Analistas insisten en que los cambios serán paulatinos y la lista de
electrodomésticos a liberar ofrece algunas pistas.
Los equipos de aire acondicionado, por ejemplo, serán vendidos a partir
de 2009 y los tostadores en el segundo semestre de 2010.
"Casi 50 años después de la revolución uno podría pensar que un libre
mercado de tostadores no sería demasiado y muestra qué tan lejos tiene
que ir todavía el gobierno", opinó Erikson.
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