Mariel se convertirá en moderna terminal
By WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald
El gobierno cubano permitirá que el consorcio internacional Dubai Ports
World (DPW) convierta el puerto del Mariel en una moderna terminal para
operaciones comerciales tras una inversión de unos $300 millones.
Según fuentes consultadas por El Nuevo Herald dentro de la isla, los
estudios para la transformación del Mariel --40 kilómetros al oeste de
La Habana-- en un puerto para carga y descarga de contenedores fueron ya
autorizados, y la terminal marítima podría comenzar a funcionar a
mediados del 2012.
''Puedo decir que la parte cubana está muy interesada en este asunto
desde hace tiempo'', afirmó un ingeniero cubano relacionado con el
acuerdo. ``Va a ser muy beneficioso para descongestionar el puerto de La
Habana''.
Un portavoz de la firma DPW, radicada en Dubai, Emiratos Arabes Unidos,
declinó referirse al asunto, pero no negó la existencia de negociaciones
con Cuba.
''Nosotros constantemente exploramos las oportunidades del mercado
alrededor del mundo'', señaló Sarah Lockie, vicepresidenta para
comunicaciones. ``No comentamos sobre ninguna oportunidad específica
hasta que sea algo que pueda anunciarse''.
Pero las versiones extraoficiales sobre el convenio con DPW emergieron
hace varias semanas. Al menos dos empresarios estadounidenses que
participaron en la XXV Feria Internacional de La Habana, del 5 al 10 de
noviembre, indicaron a El Nuevo Herald que escucharon referencias al
asunto cuando negociaban las ventas de alimentos a Cuba. La revista
británica The Economist mencionó la inversión planeada por DPW en el
Mariel en su edición del pasado viernes.
Desde hace algún tiempo, el Ministerio del Transporte cubano consideraba
minimizar el flujo de carga marítima del puerto de La Habana, y
focalizar las operaciones de la zona noroccidental en el puerto de
Matanzas y, potencialmente, en el Mariel, que en la actualidad permanece
inoperante.
En un discurso del pasado 26 de julio, el mandatario suplente Raúl
Castro no descartó el incremento de la inversión extranjera en Cuba,
''siempre que aporte capital, tecnología o mercado'', y pueda
aprovecharse su contribución al desarrollo del país.
Raúl Castro hizo hincapié entonces en trabajar ''con empresarios serios
y sobre bases jurídicas bien definidas'', en una clara alusión a
priorizar las inversiones con empresarios y compañías de mayor prestigio
y poder financiero.
De confirmarse oficialmente el acuerdo, DPW habría conseguido
posesionarse del puerto de embarque cubano más próximo a Estados Unidos
luego de una polémica decisión del Congreso que en el 2006 cerró las
opciones a la firma árabe para administrar terminales marítimas
estadounidenses.
Los analistas consideran que se trata de un paso estratégico de DPW, que
opera 42 importantes puertos en 22 países.
''Esto ha sido pensado estratégicamente, considerando que las relaciones
comerciales entre ambos países pudieran cambiar tras las elecciones
presidenciales del 2008 [en Estados Unidos]'', comentó Jorge Piñón,
investigador del Centro de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la
Universidad de Miami.
Piñón aseveró que ``el acuerdo sería totalmente ganancioso para DPW
desde el punto de vista comercial, estratégico y financiero''.
En marzo del 2006, la Cámara de Representantes votó 348-71 contra el
contrato aprobado por el Ejecutivo para otorgarle a DPW el control de
seis puertos estadounidenses, entre ellos el de Miami. El rechazo
legislativo provocó incluso fricciones entre el Congreso y el presidente
George W. Bush, que favorecía el convenio con la firma de los Emiratos
Arabes, un tradiconal aliado de Washington.
La mayoria de los congresistas consideraron entonces que el acuerdo
incrementaba los riesgos del terrorismo, argumentando que dos de los
autores del atentado del 9/11 eran nativos de los Emiratos Arabes Unidos.
La congresista cubanoamericana Ileana Ros-Lehtinen, una de las firmes
opositoras a entregar la administración del puerto de Miami a la empresa
DPW, criticó duramente los eventuales vínculos de esa firma en Cuba.
''Ahora esa misma compañía está ayudando al régimen de Fidel Castro con
el puerto del Mariel. DPW no tiene en cuenta la explotación de los
trabajadores cubanos por parte del régimen, lo cual ha sido incluso peor
con la participación de firmas extranjeras, como esta. Pero lo más
lamentable es que en la Cuba de Castro, ninguna voz de oposición, como
las que surgieron en Estados Unidos, serán escuchadas'', dijo Ros-Lehtinen.
La localidad del Mariel es mayormente conocida como el punto por donde
emigraron 125,000 cubanos hacia Estados Unidos en 1980.
No hay comentarios:
Publicar un comentario