La falta de divisas asfixia a los cubanos
Las importaciones se desploman y se agrava el desabastecimiento
MAURICIO VICENT - La Habana - 19/11/2009
Cuba se adentra de nuevo en la negrura de la crisis. La falta de
liquidez, que siempre ha sido la espada de Damocles de la economía
cubana, es ahora asfixiante. En los últimos nueve meses el intercambio
comercial se redujo un 36%, y de esta caída el 80% corresponde a las
importaciones. El desabastecimiento en las tiendas de divisas es general
y hay recortes leoninos en el consumo eléctrico para evitar los
apagones. Algunas empresas han cerrado. El Gobierno ha comenzado a
eliminar subsidios y gratuidades sociales, y se pide a la gente
"apretarse el cinturón" porque las restricciones en 2010 serán mayores.
El Estado sólo mantendrá la gratuidad en salud y educación
Los llamados al ahorro y a la austeridad son normales y cíclicos en
Cuba. Pero esta vez el río parece que lleva piedras. La situación
financiera de Cuba es grave. "Muy grave", asegura un economista que no
quiere publicidad. Confirma lo que es sabido desde hace meses en
despachos de hombres de negocios y embajadas: ya son cientos los
empresarios extranjeros que no pueden transferir el dinero que tienen
depositado en sus cuentas en bancos cubanos. No hay fondos. Se calcula
que hay alrededor de 600 millones de dólares (unos 400 millones de
euros) inmovilizados, la mitad de ellos españoles. Pero es sólo una
estimación.
El propio Raúl Castro reconoció en octubre al ministro español de
Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, que la situación es muy
delicada. El presidente cubano dijo a Moratinos que su país cumplirá sus
compromisos, pero advirtió que no hay soluciones de inmediato y que
habrá que negociar calendarios en cada caso.
Según economistas independientes, este año por primera vez el Producto
Interior Bruto (PIB) de la isla podría decrecer después de varios años
de números positivos. En 2006, el crecimiento fue del 12,1%; en 2007,
del 7,3%, y del 4,3% en 2008. Este año las autoridades pronosticaron un
6% de aumento del PIB, pero después lo redujeron a un 1,8%.
Según el Gobierno, varios factores influyen en la crisis actual: la
recesión internacional; la caída de los precios de sus productos de
exportación, cuando han subido los de los alimentos y combustibles que
importan; las secuelas de los huracanes que arrasaron la isla el año
pasado, dejando pérdidas equivalentes a un 20% del PIB; y los efectos
del embargo estadounidense. No se menciona otro asunto que para muchos
es vital: la ineficiencia demostrada de la economía socialista y la
falta de reformas que reactiven la productividad.
Las importaciones cubanas, que el año pasado llegaron a los 14.000
millones de dólares, este año se reducirán cerca de 4.000 millones. Otra
cifra: en el mes de agosto, las importaciones de España cayeron un 60%.
En la calle, los efectos de la crisis son visibles. En los anaqueles de
las tiendas de divisas, donde obligatoriamente hay que comprar artículos
de primera necesidad (desde el aceite de cocinar al champú), cada vez
hay menos cosas, y a precios excesivos para la mayoría. Las mercancías
faltan. Y en la misma medida se incrementan las exhortaciones al ahorro,
sobre todo de energía eléctrica. Cada empresa y cada provincia tienen un
estricto plan de consumo que se revisa a diario. En las tiendas y
centros laborales del Estado se prohíbe usar el aire acondicionado
durante gran parte de la jornada, y empresas que no aportan divisas a la
economía han sido cerradas.
El Gobierno, mientras tanto, empieza a desmantelar el sistema de
subsidios y gratuidades sociales. La eliminación de los comedores
obreros, que ha comenzado como experimento en cuatro ministerios, se
extenderá a los 24.500 comedores que existen en todo el país (con la
medida se espera ahorrar 350 millones de dólares).
La semana pasada, salieron de la libreta de racionamiento los guisantes
y las patatas, que ahora se comercializarán mucho más caros. Y es sólo
el principio. El vicepresidente cubano, Ricardo Cabrisas, reconocía a
principios de mes al comisario europeo de Cooperación, Karel de Gucht,
que sólo quedarán las gratuidades reconocidas por la Constitución, es
decir, la educación y la salud.
La falta de divisas asfixia a los cubanos · ELPAÍS.com (19 November 2009)
http://www.elpais.com/articulo/internacional/falta/divisas/asfixia/cubanos/elpepiint/20091119elpepiint_3/Tes
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