Curioso socialismo que en un recorrido de 51 años necesita importar 80%
de lo que consume
JUAN MARTÍN ECHEVERRÍA | EL UNIVERSAL
domingo 15 de agosto de 2010 12:00 AM
Nada tan fatal para los pueblos como las ideas fracasadas, de allí el
riesgo sobre el que estamos montados los venezolanos, al sufrir una
revolución cuyos frutos se manifiestan en un inmenso capitalismo de
Estado, que se adueña de todo en Venezuela, porque Nicaragua y Bolivia
solamente aprovechan la regaladera. Cuba, después de medio siglo de
fusilados, presos políticos y millones de exiliados, muestra malos
resultados en la producción de alimentos, su cosecha de café pasó de
60.000 toneladas a 6.000 y la de azúcar llega a su nivel más bajo en 105
años, con 1,1 millones de toneladas; en fin, según cifras oficiales las
superficies de cultivo disminuyeron de 2 millones a 750 mil hectáreas.
La isla deja de percibir 6 mil millones de dólares que obtenía por el
café, 4 mil millones que recibía por el azúcar y sustituye esos
ingresos, consecuencia del trabajo de su gente, por 9 mil millones de
dólares de subvención de Venezuela, entre petróleo, personal contratado
y sospechosas triangulaciones financieras; después sigue el turismo y
los 1.400 millones de dólares de las remesas del exilio cubano.
Curioso socialismo, que en un recorrido de 51 años necesita importar el
80% de lo que consume, aprovechándose de Rusia primero y ahora de
nuestro país.
Cuba necesita reubicar un millón de empleados públicos para que trabajen
por cuenta propia, por eso la revolución ofrece licencias, permite la
comercialización de determinados bienes y contrataciones de mano de
obra, como mecanismo de supervivencia ante el costo de 4 millones de
empleados públicos. Se trata de revivir la pequeña empresa para un
socialismo que se desliza por el plano inclinado de la ineficiencia, ya
que la ideología no alimenta niños ni adultos. Raúl Castro declaró: "hay
que borrar para siempre la noción de que Cuba es el único país del mundo
en que se puede vivir sin trabajar".
¿Hacia dónde se orienta la isla de la felicidad? Se acuerda autorizar
peluquerías y otras iniciativas de esa naturaleza, en un simulacro de
sector privado, en el desarrollo de objetivos tardíos y sin embargo
indispensables para la población, impulsando desde pequeños cultivos
hasta tiendas; todo ello dentro de la resistencia al cambio de los
dinosaurios, que prefieren una dimensión superior de sacrificios en
nombre de la revolución, pero la gobernabilidad llama a la puerta y no
les queda más remedio que abrirla para garantizar la subsistencia.
La estrategia del socialismo del siglo XXI se convierte en verborrea e
intimidación, al colocar en rojo a la industria pesada de Guayana,
profundizar la crisis eléctrica nacional y conformar un cuadro de
inseguridad, abandono de la vialidad, desmotivación de la burocracia y
líder único, que termina por reservarse las grandes y pequeñas
decisiones, creando alcabalas que dificultan el más elemental
funcionamiento del sector público, la inexistencia en la práctica de la
ley y la desintegración del tejido social.
Cuba es el socialismo real y ese castigo no se lo merece Venezuela.
http://www.eluniversal.com/2010/08/15/opi_art_cuba:-socialismo-rea_2000394.shtml
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