Friday, July 8, 2011 | Por Osmar Laffita Rojas
LA HABANA, Cuba, julio, www.cubanet.org - La V Comprobación Nacional
al Control Interno, efectuada entre los meses de abril y mayo de 2010,
se aplicó a 742 empresas, el 20 % del total nacional, en un ambiente
enrarecido por la corrupción y los malos manejos.
El caso más notorio fue el de los empresarios chilenos Max y Marcel
Marambio, máximos directivos de International Network Group y
accionistas, a partes iguales con el Estado cubano, de las empresas de
alimentos Río Zaza y la agencia de viajes Sol y Son.
Como resultado de las auditorias aplicadas a estas empresas y a Cubana
de Aviación, a mediados de diciembre de 2009, un centenar de sus
directivos fueron detenidos e incomunicados en Villa Maristas, cuartel
general del Departamento de Seguridad del Estado, acusados de corrupción
en distintos grados. Los chilenos no pudieron ser apresados por
encontrarse fuera de Cuba.
Manuel García, vicepresidente de Habanos S.A., y 10 de sus directivos,
se encuentran detenidos desde abril, supuestamente por la venta ilegal
de tabaco a distribuidores extranjeros no autorizados.
El 8 de abril de este año la prensa oficial anunció que se desarrollaría
la VI Comprobación Nacional de Control Interno. Desde la última semana
de abril y hasta finales de mayo se examinaron 750 empresas en todo el
país, que no habían sido auditadas el pasado año. Según se pudo conocer
a finales de junio, de las 132 empresas auditadas en La Habana, el 40
por ciento presentaron problemas de descontrol y deficiencias
administrativas, desconocimiento y violación de las normas legales y
otras irregularidades.
Según se desprende de los resultados publicados de la comprobación, las
empresas implicadas trabajaron con poco rigor y utilizaban controles muy
superficiales Además, se les imputa mala contabilidad, falta de
asesoramiento, inconsecuencia con la aplicación de los planes de
prevención y exceso de confianza entre los directivos, que propiciaron
la ocurrencia de hechos delictivos y la proliferación de la corrupción y
las ilegalidades.
Del total verificado en La Habana, 72 empresas recibieron la
calificación de aceptable, que a criterio de Gladys Bejerano, Contralora
General de la República, significa un retroceso, una muestra de lo débil
que se ha sido en la lucha contra la malversación, los hechos punibles y
la corrupción.
Los dirigentes del Partido Comunista y el gobierno de la provincia La
Habana, en la reunión en la que evaluaron los resultados de la
auditoria, reconocieron el incremento de los hechos delictivos, y lo
atribuyeron a "la falta de acciones dirigidas al riguroso control de los
recursos, en manos de los directores de las empresas y administradores
de unidades presupuestadas".
Algo similar ocurrió en Pinar del Río, donde luego de la evaluación de
los resultados de la recién terminada comprobación, las empresas de ese
territorio recibieron la calificación de deficiente a mal.
El trabajo del dueto formado por Gladys Bejerano ("la dama
anticorrupción"), y Alejandro Castro Espín, que funge como asesor de
seguridad de su padre, el General Raúl Castro, parece estar dirigido a
evitar el ascenso y consolidación de una mafia económica similar a la
surgida en Rusia durante el colapso del socialismo.
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