Dudas sobre ALBA dejan a sus socios regionales en vilo
Cuba ha ampliado sus socios ante un eventual colapso desde Caracas
FRANK LÓPEZ BALLESTEROS | EL UNIVERSAL
domingo 10 de julio de 2011 12:00 AM
Nadie como el presidente cubano Raúl Castro conoce la realidad de
Venezuela y, consciente del desgaste del proceso del presidente Hugo
Chávez en los últimos años, ha emprendido una apertura hacia otros
países en busca de aliados clave que satisfaga sus proyectos.
Tanto Castro como sus pares de Nicaragua, Daniel Ortega, o de Bolivia,
Evo Morales, y en menor grado el Ecuador de Rafael Correa, a través de
la ALBA, saben que el bienestar de Chávez es fundamental para seguir
manteniendo los millonarios subsidios, negocios y ayudas que se les ha
destinado.
Solo el intercambio entre Caracas y La Habana llegó en 2009 a 3.300
millones de dólares; desde 2000 la nación caribeña recibe 100 mil
barriles de petróleo diarios con subsidios, y la cooperación se extiende
a la salud, y sin duda a la política.
"Muchos de los gobiernos que están bajo las alianzas construidas por
Chávez desde 2000 (la ALBA o Petrocaribe) lo hicieron por
conveniencia... pero una vez eclipsado, aunque sea por un momento, no
creo que haya ningún gobernante dispuesto a tomar la batuta", afirmaba
la internacionalista venezolana Maruja Tarre.
Los expertos sugieren que parte de ese diálogo de Castro con la Iglesia,
con gobiernos como los de Rusia, China y Brasil, o los contactos con
Estados Unidos, viene precedido, además, por la situación política que
atraviesa Venezuela, que en medio de las tensiones de Chávez y el
triunfo opositor en el Parlamento. El mecenazgo de Caracas tambalea y no
habría nadie que pueda asumirlo.
En estos momentos la cooperación venezolana "sostiene el proceso de
'perfeccionamiento' del sistema que impulsa Castro y le está permitiendo
ganar tiempo frente al descontento ciudadano y la presión internacional.
De ahí que cuidar a Chávez es preservar su asiento presidencial;
perderlo, podría apresurar su propia caída", escribía la bloguera cubana
Yoani Sánchez.
Bajo ese panorama, por ejemplo, y sin recibir presiones en materia de
derechos humanos o democracia, Brasil se convirtió desde 2007 en el
tercer socio comercial de Cuba en la región, tras Venezuela y China.
Desde su arribo al poder en 2006, Raúl impulsó una serie de reformas en
el modelo económico cubano que, ante su "indisciplina financiera" ni los
subsidios de Caracas terminan reflotar al país. Hace falta más.
Tras el fin de la beneficencia de la Unión Soviética con Cuba -de
aproximadamente 42 millardos de dólares en 30 años-, los analistas creen
que un recorte desde Caracas podría generar problemas por un tiempo, sí,
pero no tan graves como lo ocurridos a partir de 1991.
El politólogo Juan Tokatlian, de la Universidad Torcuato di Tella, de
Buenos Aires, afirmaba a AP que aunque "existe una influencia y una
visibilidad pública internacional" de Chávez, su parcial ausencia de la
escena regional tanto en el ALBA, Petrocaribe o Unasur, "no alterará los
rumbos domésticos en cada país... ni los procesos políticos o económicos
iniciados en cada nación, que parecen tener ya vida propia".
Una muestra de esa vida propia de cada país, lo evidenció "Ollanta
Humala en Perú: si él no hubiese guardado distancia de Chávez habría
perdido de nuevo como en 2006... es una señal de que el modelo está
desgastado y unos pocos están sobreviviendo", dijo el embajador
venezolano Sadio Garavini.
Quien sí no ha buscado diversificar su economía como lo está haciendo
Castro, es el gobierno de Ortega en Nicaragua, para el cual los
subsidios de la ALBA y Venezuela son más que útiles, vitales. Morales en
Bolivia, sin embargo, apunta ahora a Irán, España y Brasil.
La Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico, difundió un
informe, citado por El Universal, que advertía sobre "la dependencia
excesiva de la cooperación venezolana hacia Nicaragua volviendo al país
más vulnerable a sobre lo que ocurre en Caracas".
http://www.eluniversal.com/2011/07/10/dudas-sobre-alba-dejan-a-sus-socios-regionales-en-vilo.shtml
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