15-07-2011.
Elías Amor Bravo
(www.miscelaneasdecuba.net).- La CEPAL acaba de publicar el Estudio
Económico de América Latina y el Caribe que, en un tono optimista, sitúa
a la Región como una de las áreas más dinámicas de la economía mundial,
registrando tasas medias de crecimiento en el entorno del 6% en el año 2010.
El análisis por países refleja notables diferencias, desde un máximo 15%
en Paraguay, el 9,2% de Argentina, y el 8,8% de Perú o el 8,5% de
Uruguay, a los descensos registrados en Venezuela, -1,4%, Jamaica -1,3%
y el caso singular de Haití, -5,1%. Con todo, las cifras negativas son
inferiores a las positivas, confirmando que la Región avanza a buen
ritmo, aun cuando las estimaciones de CEPAL para el presente ejercicio
se moderen de forma significativa.
Así, para el conjunto de países de América Latina y el Caribe, la
organización estima un crecimiento global del 4,7%, 1,3 puntos menos que
en 2010, pero que sigue siendo una tasa relativamente destacada para
afirmar la intensidad del auge económico. Las buenas noticias proceden
de Haití donde el crecimiento se sitúa en un 8,0% gracias a los
programas de desarrollo en curso. Sube a los primeros puestos Panamá,
con un 8,5% de crecimiento, y Argentina se mantiene firme con un 8,3%,
lo mismo que Perú, un 7,1% y Uruguay, 6,8%. Paraguay observa una
considerable moderación en su ritmo de crecimiento quedando en una
estimable tasa del 5,7% diez puntos menos que en 2010.
En este marco de resultados, cabe preguntarse por la situación de la
economía castrista. CEPAL confirma, una vez más, el deficiente desempeño
macroeconómico de la Isla a pesar de la notable acumulación de medidas
adoptadas en los últimos meses en un intento, hasta ahora nada efectivo,
de mejorar la productividad y la eficiencia.
La economía castrista registró en 2010, un 2,1% de crecimiento, cuatro
puntos por debajo de la media de la Región y situándose a la cola del
conjunto de países. Para 2011, el crecimiento se estima en un 3,1%, una
tasa que sigue quedando situada por debajo de la media, y entre las más
bajas de la Región. Parece que la "locomotora" castrista carece de
fuerza suficiente para tirar de los vagones de una economía carente de
recursos, de divisas, improductiva, ineficiente y mal gestionada.
Y lo que es peor, que se resiste a realizar las únicas reformas que
pueden ayudar a paliar la situación y devolver un cierto dinamismo: un
sistema de derechos de propiedad y una economía de mercado libre. Por el
contrario, la denominada "actualización del socialismo" se convierte en
un ejercicio de lucha contra una pretendida corrupción, y una denuncia
permanente de las ineficiencias, en tanto que los problemas se siguen
acumulando por la incapacidad del modelo para resolverlos.
El estudio de CEPAL presta atención a los problemas de la economía
castrista que, como viene siendo habitual, quedan delineados en el Informe.
En primer lugar, el descenso de las inversiones en infraestructuras por
segundo año consecutivo, un 7,7% por la escasez de divisas, en tanto que
el déficit público se sigue manteniendo elevado, como consecuencia de la
necesidad de atenderá empresas estatales ineficientes con graves
problemas financieros. Destaca el estudio la intensa reducción de gastos
corrientes del presupuesto, dentro del proceso de racionalización
emprendido por el castrismo, con caídas significativas del 10,9% en
salud pública, uno de los "logros de la revolución".
A pesar de ello, el peso de la actividad estatal en la economía
castrista sigue siendo asfixiante, y limita sus posibilidades de
desarrollo: el 45,2% del PIB son los ingresos estatales y el 48,7% del
PIB se dirige a los gastos estatales. Ningún otro país de la Región
presenta porcentajes superiores al 30% para estos indicadores.
En segundo lugar, los efectos perversos de la dualidad monetaria, lo que
impide, entre otras cosas, realizar una política monetaria eficiente,
con una intensa reducción de la cantidad de dinero en circulación que no
se ve reflejada en los tímidos procesos de apertura del crédito a los
agricultores y trabajadores por cuenta propia. Tampoco es posible
analizar, señala CEPAL, los efectos sobre la balanza de pagos de esta
dualidad monetaria, ya que el régimen castrista continúa sin ofrecer
información oficial sobre la balanza desde 2008.
Aspectos sobre los que valdría la pena reflexionar en otro trabajo ya
que inciden notablemente en la credibilidad internacional de la
economía, su capacidad real de obtención de divisas y de afrontar
elevaciones de precios en los mercados mundiales.
En tercer lugar, la notable dependencia del consumo de las familias en
la Isla de las remesas procedentes del exterior. El estudio destaca cómo
el consumo privado aumenta un 4,1% por encima de lo que lo hace la
economía, como consecuencia de la llegada de cerca de 2.000 millones de
dólares, con un aumento del 13,7% en 2010, consecuencia del
levantamiento de restricciones en EEUU. Sin ese colchón de gasto, la
economía castrista se habría colapsado ya que la otra fuente de
crecimiento económico, las exportaciones, ha registrado un avance mucho
menor, de solo un 2,7% frente al alza de las importaciones, claramente
superior, del 5,2%, pese a las restricciones cuantitativas impuestas por
el régimen.
En cuarto lugar, el análisis de la evolución de los distintos sectores
productivos continúa mostrando graves deficiencias en la interrelación
de los mismos en la economía castrista. Así, el sector de bienes mostró
un crecimiento nulo durante 2010, y el de servicios básicos, que incluye
electricidad, gas, agua, transporte, construcción y comunicaciones,
registró un descenso del -3,1%. Tan solo los sectores vinculados al
consumo o al turismo mejoraron sus resultados, como el de hoteles y
restaurantes, comercio, intermediación financiera, con un 4%.
Sin embargo, dado el bajo peso relativo de los mismos en la economía, su
impacto ha sido limitado.
La agricultura registró un descenso cercano al 3% lo que indica que las
reformas asociadas a la entrega de tierras siguen sin dar resultados. La
exportación de caña de azúcar se desplomó, subraya el Informe, y sólo se
exportaron medio millón de toneladas en la zafra 2009-2010. La
construcción descendió un 12,2% como consecuencia de la ausencia de
inversiones públicas, casi todas planeadas pero sin ejecutar por escasez
de recursos financieros.
Por último, los precios aumentaron un 1,6% después de haber registrado
un descenso en 2009 del 0,1%, un fenómeno que indica la solidez de las
expectativas inflacionistas en la economía, como consecuencia de la
eliminación de gratuidades en la libreta de racionamiento. El salario
medio aumentó de 429 pesos a 448, un 4,4%, y el mercado de trabajo, como
consecuencia de los primeros ajustes de empleo, experimentó un aumento
de la tasa de desempleo que pasó del 1,7% al 2,5% entre 2009 y 2010.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=32954
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